lunes, 5 de diciembre de 2011

CALENDARIOS CÉLTICOS, 1º PARTE

La Rueda anual
El transcurso del tiempo es importante en nuestras creencias. Desde

antiguo, contar el paso de las noches y sus días, era cuestión de
pura y dura supervivencia, especialmente entre aquellos que hacían
de las labores agrícolas el sustento de su clan o tribu, en aquellos
tiempos en los que la recolección o la siembra sólo se realizaban en
el momento más idóneo del ciclo anual.
Para entender los ciclos anuales de nuestros antepasados celtas, es
preciso en primer lugar entender el ciclo diario celta. Para ellos y
nosotros, sus herederos espirituales, el día comienza con el
crepúsculo y sigue hasta el anochecer del día siguiente, algo
diferente del concepto actual en el que el día comienza un segundo
después de medianoche, aunque aún muchos piensan que el día
empieza cuando nos despertamos a las 7 de la mañana y acaba cuando nos
vamos a dormir al anochecer.
Para nosotros toda vida se inicia en la oscuridad. Como un nonato en
el útero de su madre, como un pajarillo en la oscuridad de su huevo,
como una semilla en la vaina que la protege, o en la profundidad de
la tierra que la verá crecer, como una larva o gusano en su capullo,
renaciendo posteriormente en un bella mariposa.
Si tomamos un circulo, y lo dividimos en cuatro partes iguales,
además de aparecer la cruz celta, obtenemos los cuatro puntos
cardinales. Si así mismo este mismo círculo lo subdividimos en
4 partes iguales más, volvemos a obtener un circulo con ocho
secciones idénticas, que también nos da, las subdivisiones de los puntos
cardinales, esto es: Norte, Noreste,  Noroeste, Sur,  Sudeste,
Sudoeste, Este y Oeste. Existe un antiguo término protocelta
denominado bleidoni; que define la sucesión de los
ciclos a lo largo del año solar.
Esta subdivisión también representa el ciclo del sol a lo largo del
año y cada radio de la rueda, representan los 8 grandes festivales
que celebran los druidas, 4 denominados  festivales mayores y 4
menores. Los solsticios de verano e invierno, los equinoccios de
otoño y primavera y 4 días intermedios que son los puntos de
inflexión de las energías estacionales y relacionadas con unas
actividades en  particular.
Los 4 puntos cardinales básicos representan así mismo, los 4
elementos de la Naturaleza, de esta forma, El Aire viene
representando en el Este, El Agua en el Oeste, Fuego en el Sur y
Tierra en el Norte. Esto, sin embargo, posee sus variaciones, pues
para quien viva por ejemplo en Cataluña (España), es un absurdo
representar al Oeste con el agua, cuando en el Este de Cataluña,
existe el Mar Mediterráneo, o para quien viva en Uruguay, sería
un absurdo representar el Oeste con el Agua y al Sur con el fuego.
Así mismo para los seguidores de la senda espiritual celta la
percepción del tiempo nos es sagrada, y no es algo absoluto, sino
una variación entre el tiempo humano y el tiempo místico, una
concepción filosófica-religiosa y se hace una primera diferenciación entre
la mitad oscura del año, denominada Giamos y la mitad luminosa del
año denominada Samos.
La primera transcurre desde Samhain hasta Beltane y la segunda desde
Beltane hasta Samhain.
Esta división primaria del año corresponde a cambios de la
propia tierra, independientes de las actividades humanas. Son amplios
períodos de tiempo que se inician al menor atisbo de que en la
Naturaleza empieza un cambio importante, como lo son  Giamos y Samos,
sin embargo, las festividades celtas, son las relaciones de las personas con la Tierra, con la Naturaleza.
Para aclarar el concepto Giamos y Samos, anotaré una breve descripción de ambos
Samos: Es cuando la Naturaleza se entrega a la actividad, la
exuberancia, la fertilidad a todas las energías creativas, al
florecimiento, vendría a ser el concepto de las actuales
estaciones de primavera y verano, aunque sin coincidir con las fechas actuales,
pues tenía lugar desde el 30 de abril  hasta el 30 de octubre 
actuales, desde Beltane hasta el inicio del Samhain céltico.
Giamos: Lo contrario de Samos. El periodo oscuro, del frío, del
recogimiento, de la muerte y del encierro, la actividad decrece en la
propia Naturaleza y en nosotros mismos, caen las semillas. Tenía
lugar desde 31 de octubre  hasta el 29 de abril, actuales. El
concepto podría equipararse a los actuales otoño e invierno,
sin coincidir, como Samos, con las fechas actuales.
Los antiguos celtas no medían los días como se hace
actualmente, que rige el calendario gregoriano, sino por fases lunares, lo que se
conoce como ciclos sinódicos. Por esto establecieron 13 meses de
28 días, añadiendo un día suelto, que se ubicaba después del
actual 23 de diciembre. Los nombres de dichos meses son:

Beth o Abedul del 24 de diciembre  al 20 de enero
Luis o Serbal   del 21 de enero al 17 de febrero

Nion o Fresno del 18 de febrero  al 17 de marzo
Fearn o Aliso de 18 de marzo  al 14 de abril
Saille o Sauce del 15 de abril  al 12 de mayo
Uath o Majuelo del 13 de mayo  al 9 de junio 
Duir o Roble del 10 de junio   al 7 de julio 
Tinne o Acebo del 8 de julio   al 4 de agosto
Coll o avellano del 5 de agosto  al 1 de septiembre
Muin o Vid del 2 de septiembre  al 29 de septiembre
Gort o Hiedra del 30 de septiembre  al 27 de octubre
Ngetal o Junquillo del 28 de octubre  al 24 de noviembre
Ruis o Saúco del 25 de noviembre  al 23 de diciembre
Para determinar la hora de nacimiento, se regían por otros cuatro
árboles: roble, abedul, olivo y haya que marcaban los solsticios y
los equinoccios, regían en el transcurso del día y eran los
protectores del niño a la hora de nacer. De la misma manera que
toda persona poseía 3 árboles que le influía, el árbol del
nacimiento que era aquel que estaba relacionado con un día y mes concreto y
marcaba su naturaleza y esencia de carácter. El segundo árbol era el
protector o vigía que cuidaba de aquella persona toda su vida y el
tercer árbol poseía una característica temporal, variando
según el momento por el que pasaba la persona. Estos conceptos entraban de
pleno en la astrología druídica
Es importante destacar que este tipo de medición no es tan exacto
como el que rige  actualmente: El gregoriano. Se interpretaban
períodos de tiempo parecidos a los actuales meses, pero los
antiguos celtas medían en relación directa con la Naturaleza y sus
ciclos terrestres, pero en general, era un calendario lunar.
Cada mes empezaba en cuarto creciente. Desde la luna nueva hasta la
luna llena era el período de noches luminosas, buenas para la
adivinación, para tomar decisiones y dictar sentencias. Desde el
cuarto menguante hasta la luna nueva, era el período de noches
negativas o infecundas, óptimas para la meditación, cuando se
reunía el druida con los fieles y jefes de clan, y la presencia, no la
participación, de los bardos. La época de luna creciente era la
etapa brillante del mes, mientras que durante la época menguante
producía temor salir porque eran los días áridos. Esto indica que
entendían el mes, como mitad positivo y mitad negativo. Con este procedimiento se
instauraron los meses y cada uno de estos se correspondía con una
letra del alfabeto Ogham y con el nombre de un árbol como se ha
mencionado. El concepto de semana, era desconocido.
Sin embargo, denominar a los meses con los nombres arbóreos, no
está nada clarificado y muchos seguidores de las tradiciones druídicas,
afirman que el único que es auténticamente celta es el
denominado “calendario de Coligny”, descubierto en el
año 1897 de E.C., suponiendo que su origen data del siglo I de la E.C., creyendo
que ya se aplicaba antes de esta época, sobre el 50 antes de la
E.C. Parece ser un calendario luno-solar céltico romanizado. Muestra un
ciclo de cerca de 5 años dividido en 62 tablas  en el cual se
subdivide cada período mensual en 15 días.
Al parecer los antiguos druidas viendo que el calendario juliano, que
desdeñaba las fases de la Luna, se iba a imponer, decidieron
grabar en una masa de bronce su sistema de medición del tiempo, el
significado y la forma de medición. En este sistema los meses se
inician a partir de la luna llena y no del cuarto creciente.
También existía un mes numero 13, para compensar la
acumulación de días al final del anuario, pero éste mes no era fijo, ya que en
función de los días contados, se establecía, cada 2 años
y medio, a veces 3 años, insertar este mes con 30 noches.
En este calendario aparecen dos ajustes respecto al calendario
arbóreo:
1/ Se usa alternativamente meses de 29 y 30 días
2/ se añade un mes, el 13, igual que en el arbóreo pero  cada
2,5 años o 3 para corregir los años lunares más breves. Este
treceavo mes contaba con 30 noches, en vez de 28 como el otro.
Este fenómeno ocurría porque el tiempo que tardaba la luna en
dar una vuelta alrededor de la Tierra en la Edad del Hierro, no llegaba al
mes, sino que sólo tardaba unos 29,530585 días. 29,53 0585 x 12
= 354,37. Esto producía que cada año solar se acumulara un cierto
desfase entre el ciclo de doce lunaciones y el año solar de 365,2
días, (365,20-354,37= 10,83) concretamente unos 10,83 días al
año. Este desfase se acumulaba hasta completar una fase lunar adicional. Y
es cuando nuestros ancestrales druidas colocaban el mes extra de 30
días cada 30 meses(2 años y medio). En ocasiones cada 3 años.
Es de destacar que en regiones célticas como la Britania o Eire,
se conservaba la tradición de empezar el año nuevo en el inicio de
Samhain (1 de noviembre), sin embargo, en otros territorios
también célticos, el año nuevo empezaba con la luna creciente
después del equinoccio de Otoño.
Los nombres de los meses según este calendario de Coligny y su
duración eran las siguientes:

1/Samonios o Samhain 30 días (entre octubre  y noviembre)
2/Dumannios o Dumhainn 29 días (entre noviembre  y diciembre)
3/Riuros o Riur 30 días(entre diciembre  y enero)
4/Anagantios o Naghaid 29 días (entre enero Y febrero)
5/Ogronios o Uarain 30 días (Entre febrero  y marzo
6/Cutios o Cuithe 30 días (entre marzo  y abril)
7/Giamonios o Geamhain 29 días(Entre abril  y mayo)
8/Simivisonios o Siufainn (30 días)(Entre mayo  y junio)
9/Equos o Eacha(30 días)(Entre junio   Y Julio)
10/Elembiuos o Eilmi, 29 días (Entre Julio Y agosto)
11/Edrinios o Aodhrain 30 días(Entre agosto  y septiembre)
12/Cantlos o Cadal 29 días(Entre septiembre  y octubre)
El mes numero 13, denominado Midsamonios o Eadran, con 30 días, se
colocaba al inicio, antes de Samonios/Samhain o antes de
Giamonios/Geamhain


Es necesario aclarar que cada tribu celta ponía su nomenclatura
propia a estos meses, por ello podemos encontrar que el mismo mes no
se llame de idéntica manera en el continente que en la Islas e
incluso puede variar entre estas. De cualquier modo, los apuntados
anteriormente son los más aceptados.

Los meses de 30 días eran considerados como MATV, en lengua
gaélica, es decir, afortunados y los meses de 29 días eran tenidos como
ANMATV, que significaba desafortunado.
Pero esto tenía una excepción: el mes de Equos/Eacha  con 30
días, era también ANMATV.
Como resultado de añadir este mes, sucedía que aplicando el
calendario de Coligny, el mismo día, no caía siempre en el
mismo mes.

Ejemplo: el día 5 de febrero  del calendario actual, siempre es 5
de febrero, en el calendario de Coligny, es 5 de Naghaid/Anagantios en
estos años 2002,2003, 2004, en el 2005 será Riur/Riuros, igual
que en el 2010 y 2013, 2015, 2018,2020 etc.
En principio un calendario así estructurado, conllevaba algún
problema práctico. El mayor es, que los meses con el transcurso de
los años, carecían de estaciones climáticas, que eran
siempre diversas, hasta darse situaciones algo absurdas, como podía ser
que un mes invernal, caía por esta acumulación, en una época
estival. La razón de esto, como he venido mencionando, es la retrogresión
de los meses, por el hecho de que un año lunar es más corto, que uno
solar, en casi 11 días, diferencia que existe, entre el calendario celta
y el astronómico. Con la interposición de esos dos meses, cada
cinco años, se intentaba paliar algo la situación.

Los celtas ya establecieron el concepto de lustro cada 5 años o
ciclos lunares anuales completos, de la misma manera que  6 lustros,
o sea, 30 años eran un Ciclo Druídico. La Era druídica
agrupaba 630 años o lo que es lo mismo 126 lustros.
Se conoce que los druidas dependiendo de los eclipses lunares,
establecían 4 ciclos fundamentales, estos eclipses lunares eran
esenciales para sus rituales.

INEX: que comprendía 358 lunaciones
TRITOS: que comprendía 135 lunaciones
SAROS: Que comprendía 223 lunaciones
EXELIGMOS: que comprendía 669 meses sinódicos lunares

Es preciso apuntar, no obstante, que la reconstrucción de este
calendario descubierto en Francia (Galia), no es todavía
satisfactoria, ni su interpretación está resuelta completamente.


Fuente: Miguel Ferrada


NMIP: LUIS LEON PIZARRO