domingo, 23 de octubre de 2011

LILITH LA LUNA NEGRA





HIJA DEL VIENTO
Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencia,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.
Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que solo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Tú lloras debajo de tu llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.

Alejandra Pizarnik
de “Las aventuras perdidas” (1958).



Introducción:

      Adentrarnos en el estudio y análisis de Lilith es difícil debido, en primera instancia, a que nos encontramos ante un personaje mítico antiquísimo perteneciente a una época de la humanidad transcurrida en tiempos de una primitiva y oscura cronología lunar, encontrándose simbólicamente vinculado con la imagen arquetípica de dicho principio lunar; y en segundo término, al hecho de ser este factor rechazado por varios autores que consideran tal mito astrológico como un elemento inoperante o, peor aún, una "fantasía y desviación astrológica". Hay quienes, en cambio, ven en Lilith un tema tabú determinante del horóscopo personal, estando en algunos casos en desacuerdo sólo en lo que a la definición celeste respecta, existiendo en este sentido dos concepciones encontradas a tener en cuenta.

      Una de ellas, tal vez la tradicionalmente más difundida, sostiene identificar a la Luna Negra con la conjunción de las luminarias (es decir cuando la luna es "nueva o invisible"), mas conocida entre los profesionales de la astrología como Hécate(a).

      La otra concepción de dicho factor horoscópico determina astronómicamente a la Luna Negra como uno de los "focos" de la órbita elíptica lunar, siendo de este modo un segundo e invisible satélite terrestre.
      En el presente estudio nos referiremos solo y estrictamente a la Luna Negra bajo esta última concepción, denominada habitualmente Lilith. No obstante, recomiendo dirigirse a la obra del reconocido Alexander Volguine, "Astrología Lunar", en busca de mayor información y precisiones con respecto a la Luna Negra como Hécate siendo, esta a mi entender experiencia personal mediante, de gran importancia ya que involucra nada mas ni nada menos que a las dos "luminarias".

      Ahora bien, antes de identificar definidamente la ubicación de Lilith en la mecánica celeste y determinar su realidad astrológica será necesario consustanciarnos con ciertos conocimientos mitológicos de diversas fuentes culturales relacionados al objeto de estudio para, de este modo, poder comprender los alcances y significados más profundos con todos los matices que esta deidad implica en un mapa celeste individual


Lilith y algunas asociaciones mítica:


Detrás del dulce y seductor nombre Lilith se halla un personaje embuido de magia y misterio que nos remite sugestivamente a tiempos inmemoriales. Ya en el poema mitológico de Gilgamesh se habla de cierta "Lilla" o "Lilitu" que se había construido una vivienda en el tronco de un árbol "hulupu" (sauce), del cual luego fue echada por el héroe Gilgamesh, ya que este deseaba cortar el árbol para ofrendarlo a una diosa. Una rama de dicho sauce fue retenida por dicho Héroe Solar para hacer con ésta dos objetos. Si bien en la leyenda no se especifican de que se tratan esos objetos y para que estaban destinados, hoy sabemos que el sauce es usado por los rabdomantes para confeccionar sus "varas" y hallar por mediación de estas los cursos de "aguas subterráneas". El sauce, árbol lunar por excelencia, también era sagrado para Circe, Perséfone y Hécate.

      Con el tiempo el término súmero Lilu derivó en el significado de "libertinaje", ya que la raíz Lil, como así también sus derivados, Ninlil, Lilu, Lilitu, etc., la podemos encontrar en nombres de divinidades de un acentuado accionar maléfico, y asociada, entre otras tantas representaciones con la figura de la lechuza, como sinónimo de principio femenino frío, distante, desvergonzado, individualista y enigmáticamente reservado. En este sentido para ciertos cabalistas hebreos la lechuza es un símbolo negativo, representativo de la M como letra asociada a lo femenino, y por lo tanto en resonancia a lo terreno (M como: Madre. Materia. Magnetismo. Muerte. Mal.), y por lógica consecuencia, para dichos cabalistas, era considerada compañera y soporte material del Príncipe de las Tinieblas. Así mismo vemos la M como símbolo de la lechuza y la antigua Minerva en Egipto. Y es siguiendo esta línea de asociaciones de pensamiento mítico-simbólico-analógico como se fue conformando la teoría generadora de la hipótesis que plantea la relación entre la M, la lechuza y lo femenino remontándolos al probable culto de las Diosas-Madres o Vírgenes, ya que dichas Diosas-Madres eran asociadas siempre con el agua simbolizando el zig-zag de su condición fluida, en las letras M y S.

Las Diosas-Madres habrían podido estar vinculadas con un período muy remoto de nuestra historia, en el que las mujeres poseían y detentaban el poder y el conocimiento, mientras que los hombres estaban sujetos a ellas, dependiendo del "poder de la naturaleza" acumulado y manipulado por ellas. ¿Leyenda o realidad?. ¿Pasado o actualidad?.....

      Tal vez sea en la mitología hebrea en donde encontramos una más acabada caracterización de Lilith. En esta tradición, Lilith es identificada como la primer esposa de Adán, pero "creada por Dios con sedimentos e inmundicia, en vez de polvo puro".Graves y Patai en "Los Mitos Hebreos"(b) dicen lo siguiente:


.... Dios entonces formó a Lilith, la primer mujer, así como había formado a Adan, pero utilizando solamente sedimentos e inmundicia en vez de polvo puro.

De la unión de Adan con este Demonio, y con otra denominada Naama, hermana de Tubal Caín, nacieron Asmodeo e innumerables Demonios que aún asechan a la humanidad.......... Adan Y Lilith nunca tuvieron paz estando juntos, porque cuando el quería yacer con ella, la mujer se ofendía por la posición que se le imponía.... ante tales imposiciones Lilith murmuró el nombre de Dios, se elevó en el aire y lo abandonó.

En venganza, según el relato, Lilith copuló con todos los demonios y los espíritus malvados de las aguas, generando cien demonios llamados los Lilim; con el objetivo de castigarla, los Lilim eran sistemáticamente aniquilados, por lo cual ella se tomaría venganza buscando tenazmente por los pueblos a los recién nacidos, o bien atormentando por las noches a los hombres con su "abrazo mortal".


Vemos así una transformación completa en Lilith, asumiendo una identidad definitivamente marginal y maléfica, obligada a esto por una fatal tragedia. Según esta tradición a Lilith la sucedió Eva, "madre oficial de la raza humana", que aún dejándose tentar por la serpiente y provocando las consecuencias del pecado original quedó como símbolo de la esposa.

      También en el génesis se sugiere la posibilidad de un principio femenino independiente de un orden vertical, ya que en éste está escrito que en un principio fue Eva quien saboreó el fruto del árbol del conocimiento que brindaba el saber del bien y del mal.

     

Génesis 3,4:
"... y dijo la serpiente a la mujer: No, no moriréis. Es que Dios sabe que el día que comáis de este fruto, vuestros ojos se abrirán y seréis semejantes a dioses, poseyendo el conocimiento del bien y del mal."
Génesis 3,6:
".... y dio de su fruto al marido, que comió de este."



      Todo lo desarrollado hasta aquí sugiere que las mujeres pueden haber sido las primeras que pasaron el umbral que separa la ignorancia del conocimiento, siendo ellas quienes llevarían al hombre hacia su nivel evolutivo. También podemos arribar a la noción de que "lo femenino", en esta instancia, sería la representación de una "inquietud por la emancipación" de un mandato de orden superior, al cual el principio masculino parece subordinarse, adecuándose al mismo. Claro está, que aquí nos queda la incertidumbre sobre la orientación y propósito arquetipal de dicho conocimiento, que a juzgar por la característica horizontal del desenvolvimiento de la humanidad en su conjunto hasta nuestros tiempos, en contraposición a una orientación axial de una pequeña minoría despierta a los susurros del espíritu, pareciera no ser difícil deducir.
      De este modo vemos como el mitologema de Lilith pudo haberse originado en un antiguo matriarcado que luego fue sustituido por el patriarcado que llega hasta nuestros días o, deberíamos decir, que va llegando lentamente hacia el fin de su predominio. Así al cambiar el poder de mano en el pasado, el matriarcado fue implacable y sistemáticamente borrado por todos los medios quedando la iniciación femenina bajo la presión patriarcal obligándosele a ocultar y a hacerse subterránea, apareciendo de este modo, mas allá del tiempo histórico, los cultos de Kali la Hindú, Nephtis en el antiguo Egipto, Banbha en la tradición irlandesa, y mas cercana a nuestra memoria cultural, el de las Vírgenes Negras, entre otros.

      He aquí, tal vez, la primera de las referencia que poseamos para poder comprender el por que se le adjudica la dignificación en el signo del Escorpión a Lilith conjuntamente a Plutón, quedando claramente establecida así su connotación subterránea, marginal u oculta.

      Sería una grave omisión no señalar la importancia de considerar al principio arquetípico representado en Lilith como a una parte definida de un principio femenino más abarcativo. Dicho principio es bastante mas complejo y rico en consideraciones que un mero mito analizado aisladamente, ya que Lilith integra una trilogía de deidades femeninas todas ellas representantes de dimensiones diferentes del tan mentado principio femenino, es decir, y para ponerlo en un lenguaje actual, su aspecto triple a saber está representado como: la proveedora de los placeres sexuales (Lilith), la progenitora que da a luz un nuevo ser y posibilita la perpetuidad de la especie humana (Eva), la virgen que consagra su existencia al plan divino sobre la tierra, siendo así mediadora entre el orden espiritual y el orden material (María).




TRILOGÍAS FEMENINAS
      La trilogía femenina no es exclusiva de la tradición hebreo-cristiana. Aquí expongo algunos ejemplos sin ánimo de extenderme, sino de exponer este fenómeno como universal.
HEBREA
Lilith
Eva
María
EGIPCIA
Nephtis
Hator
Isis
INDIA
Kali
Sasti
Parvat
IRLANDESA
Banbha
Fodhla
Eire
      Robert Graves en sus mitos griegos plantea la triple dimensión de las trilogías, es decir que a su vez cada uno de los aspectos que componen a la misma se subdivide en tres. Para ejemplificar esto desarrollaré la tríada de la tradición Hindú:
      Por ejemplo, uno de los nombres de "Kali" es Lalita y Lilith parece devolver este cumplido cuando reconoce que "Kali" es uno de sus catorce nombres, siendo representada en la tradición hindú como una mujer negra con cuatro brazos. "Sasti" es propiamente la diosa de las mujeres casadas, concediendo los hijos, asistiendo al parto y protegiendo a los niños pequeños. Finalmente "Parvati" es llamada la de los tres tiempos, pasado, presente y futuro, preservadora del universo, dividida en tres posibles formas de manifestación según el color que asumiera: "Parvati blanca", llamada Sarasvati la creadora; "Parvati roja", llamada Laksmi, la preservadora; "Parvati negra", llamada propiamente Parvati, que luego asume el color dorado, es decir que en este tercer aspecto es donde se desencadena finalmente la trascendencia de su manifestación inferior.


Ahora bien, habiendo dejado en claro la noción de trilogía aplicada a "lo femenino" y retomando las derivaciones simbólicas que nos posibilitan las letras, llega el momento de estudiar la letra S, anteriormente mencionada en su acepción de principio femenino-negativo, y que encontramos inmediatamente en el término "sábado".

En este sentido podemos hacer referencia a la creencia que sostenían los Babilonios acerca de Ishtar, la diosa lunar. Ellos creían que esta diosa tenía sus menstruaciones en los días de luna llena y, en consecuencia, denominaron a este período "sabattu" o "mal día", por esto mismo inadecuado para el trabajo, preparación de alimentos, y obviamente también para la fecundidad femenina, quedando finalmente considerado para el reposo. "Sabattu" tiene como podemos ver sus raíces en la relación entre la Luna y las menstruaciones, siendo este el vocablo de donde proviene el "Sabbath" hebreo, que devendrá en el "Sábado o día del reposo del Señor" que, con posterioridad, pasará al domingo.

 La Cábala, que menciona a la astrología, afirma que Lilith está también en analogía con el planeta Saturno, por lo cual todos aquellos que son melancólicos y de humor negro son sus hijos. Con el tiempo, Saturno y Sábado, vinculados esotéricamente a Lilith y convertidos en patrones significadores de actividad negativa y restrictiva, quedaron como iniciales o raíces en palabras como Sabbath o reuniones de las Brujas.

He aquí otro posible indicio del por que Mae Wilson Ludlam(c), entre otros, le adjudique el signo de Capricornio como aquél en el cual Lilith se halla dignificada, en adición al domicilio tradicional de Saturno.

En los Sabbath, o aquelarres, las brujas se revelaban contra todos los valores morales tradicionales celebrando las fuerzas del mal. Dicho mal el cristianismo lo identificó con Satanás, y por ello, como dijimos anteriormente, el día del señor se desplazó al domingo para pasar a ser el día sábado "día de los demonios"; y a todo esto, el mensaje de amor extensamente difundido de Cristo, esencialmente en relación con el alma y la dimensión femenina, fue mal entendido; obviamente, como era de esperarse en este imperfecto mundo, a tal punto que provocó la misoginia más obsesiva y virulenta, y las tan mentadas cazas de brujas que se materializaron como persecuciones sanguinarias sin descanso en manos de la inquisición. Todo esto provenía, en definitiva, del rechazo de las pulsiones erótico-sexuales de la humanidad, quedando dicho rechazo proyectado en la mujer, chivo expiatorio y víctima de complejos esencialmente masculinos, que por medio de las hogueras asumirían un fallido significado liberador.

 Es esto último, tal vez, el mayor desafío que nos presente la imagen arquetípica representada por Lilith que consiste, a mi humilde entender, en vencer la resistencia a reconocer en nosotros mismos nuestra faz primitivo-pulsional, que la humanidad toda ha relegado en algún estrato de lo inconsciente colectivo, y que, tarde o temprano, pone de rodillas al omnipotente y autosuficiente hombre civilizado, u hombre cultural, ante el poder de "la naturaleza" irrefrenable que anhela saciar sus apetencias finales

Lilith y su Determinación Astronómica:


El descubrimiento es adjudicado al Dr. Waltemath, dándosela a conocer públicamente el 22 de Enero de 1897. El nombre "Lilith" fue propuesto por Sepharial, quien le adjudicó al oscuro satélite en sus interpretaciones cualidades obstructivas y fatales.

      Desde 1937, Lilith ha sido identificada por el astrólogo y esoterista Don Néroman como el segundo foco de la órbita elíptica(d) lunar. Esto ha sido recogido favorablemente por algunos astrólogos contemporáneos, teniéndose aproximadamente sesenta años discontinuos de experiencias estadísticas dispersas hasta la actualidad; siendo Francia el país en donde más ha trascendido su estudio en diversos ámbitos astrológicos.

      Pero sería un pasaje de "El Reino de la Cantidad y el Signo de los Tiempos"(e), obra perteneciente al inigualable escritor francés René Guenón, el factor que despertaría gran interés en estudiar las posibles interpretaciones de los "planetas negros", individualizados como los focos "vacíos" de las órbitas elípticas. René Guenón se refirió a este tema sin profundizar en implicaciones operativas ulteriores (por lo menos manifiesta y explícitamente), de la siguiente manera:

.... los planetas describen elipses en las que el Sol es uno de los focos, podríamos preguntarnos a que corresponde el otro foco; como no existe allí nada corporal, debe existir algo que solo se refiera al orden sutil ....

De aquél entusiasmo inicial por los "planetas negros", este tema parece haber sobrevivido únicamente por medio de Lilith. Habría que esperar hasta 1948, cuando Don Néroman publicó su obra "Traité d´Astrologie Rationnelle", para que la luna negra apareciera públicamente en el mundo astrológico. Con posterioridad cayó en el olvido, de donde volvió a resurgir despertando aproximadamente tres décadas atrás.

      Don Néroman dijo en su obra lo siguiente al respecto:

El foco vacio de una órbita eliptica es un punto virtual, lo que no quiere decir imaginario, ni ficticio, ni tampoco irreal. Goza de una realidad exactamente idéntica a aquella de la que goza un centro de gravedad, que nos es mas familiar ......

Y continuó, diciendo:

Reduciendo un sistema a dos cuerpos planetarios, tales como la tierra y su satélite la Luna, vemos claramente que existen al menos dos puntos virtuales que no podemos despreciar: el centro de gravedad del sistema Tierra-Luna, que interesa a los problemas de la mecánica celeste, y el foco vacío de la órbita que interesa a la astronomía. Este foco vacío se nos aparece como un centro repulsivo oculto .....

Actualmente esto es aceptado por la mayoría de los astrólogos que se abocaron desde entonces al estudio de este novedoso factor astral, quedando plasmado en sus libros al respecto, como por ejemplo Jacques Coutela ("La Luna Negra"), Federico Capone ("Luna Negra - Lilith"), Loui Millat ("Essais sur les Luminaires Noires"), Joëlle de Gravelaine ("Le Retour de Lilith"), entre otros.
   
Queda definido así finalmente, y no de otro modo(f), este punto virtual como una especie de antiastro, de vital importancia para el sistema orbital, ya que los dos focos de la órbita coexisten necesariamente debido a que si llegaran a coincidir dejarían de manifestase independientemente. Si se aproximaran hasta confundirse la elipse se convertiría en un círculo, es decir, se neutralizaría, y debido a la carencia de pulsación de la velocidad del satélite que la describe moriría entonces por la carencia de dicha pulsación. Esto nos pone en la posición de asumir definitivamente este factor astral, ya que el mismo es indisociable en lo que a las consideraciones astronómicas se refiere para comprender cabalmente la relación de la tierra y su satélite.


Aproximación Psicoastrológica a Lilith:


      Si la tradición patriarcal nos ha familiarizado con la idea de que lo femenino, bajo todas sus manifestaciones, es sinónimo de mal, equivalente a palabras como oscuridad, noche, bruja, etc., hoy asistimos a la manifestación y generalizada revalorización del lado en sombra de lo femenino, ya sea en su exteriorización positiva o negativa. La mujer que durante siglos ha debido aceptar su faceta "angelical" o blanca, es decir, la dimensión Eva-María de la trilogía mitológica, como única expresión socialmente aceptada, reprimiendo consecuentemente con cuidado la "negra", o sea la dimensión Lilith, actualmente está intentando la manifestación de su totalidad, integrando al campo de la conciencia individual, y por ende, colectiva también, su aspecto "creativo integral", y no solo lo "demoníaco destructivo" representado por la dimensión Eva-Lilith que desemboca en perversión y locura, como nos lo demuestra la historia.

      Esta tendencia hacia una paridad en la manifestación de las polaridades donde interviene Lilith lo hallamos en el plano sexual como el requerimiento de una relación en igualdad de condiciones, donde la puja por el poder se dirimirá mediante las armas de la sexualidad.

      Es así que Lilith simboliza para el hombre, el aspecto oscuro e inquietante de la mujer, principio femenino que lo invita a sumergirse en un mar de deseo sexual, y una vez allí lo castra, lo consume y lo destruye, enfrentándolo a las limitaciones de su "rendimiento sexual" en comparación al de la mujer.

      En otro orden de cosas esta representa, también, la proyección de sus experiencias negativas con su madre y/o de su mujer, además de sus impulsos destructivos, siempre en relación con lo femenino, impulsos que le crean angustia y sentimientos de culpa, pudiendo desencadenarse irrefrenablemente destruyendo el objeto de deseo o el ser amado y temido.

 Para la mujer Lilith es, en cambio, como decíamos de alguna manera anteriormente, el lado en sombra de su sexualidad, aquél que permanece sin ser confesado y casi siempre no vivido; motivo este, a menudo, de insatisfacciones y frustraciones en la relación de pareja. La no identificación con su lado en sombra, debido al temor a ser rechazada por el varón, frecuentemente desemboca en manifestaciones autodestructivas y negativas para con su persona. Pero en un sentido positivo, Lilith representa la necesidad de independencia y libertad que se logra liberándose del "hombre dueño", y es en esta dirección, que he definido una palabra clave para esta situación: autodeterminación.

      Queda claro, como la actualidad lo demuestra, que la mujer, autodeterminación mediante, ha ido emancipándose de mandatos culturalmente establecidos por la "autoridad masculina". Dicha autodeterminación y autosuficiencia llevada a un extremo, no es otra cosa que, lo que algunos han llamado Complejo de Amazona. El complejo de Lilith y el complejo de Diana son estudiados atentamente por la psicología en la actualidad, teniendo todos comunes denominadores como son, el rechazo del hombre o la mujer, la infidelidad patológica, la exacerbación del autoerotismo histérico, el sadismo o el masoquismo. Es decir, aquellas manifestaciones vinculadas a lo sexual en estados de desamor.

      Carl Gustav Jung a esquematizado psicológicamente muy lúcidamente, como es característico en él, las posibles manifestaciones del ánima en donde Lilith, La Luna Negra, queda definida como la más primitiva. Los cuatro aspectos u orientaciones arquetipales de lo femenino advertido por él son los siguientes:

 
La Amazona (Lilith, Luna Negra): Representante de independencia y autosuficiencia, poseedora del conocimiento terrenal adquirido mediante el aprendizaje espontáneo, es decir, una adquisición de saber marginal al orden establecido, capacitada para la vida natural y por ello en condiciones de compartir los frutos de la misma naturaleza, pero no para ser dominada ni subyugada.
La Madre (Eva, Luna-Tierra): Es la figura femenina representante de cualidades protectoras terrenales, capacitada para proveer el soporte físico para el desarrollo de la vida, y la continuidad del género humano. Es decir, lo que popularmente se llama "el instinto de conservación". Sabida es entre los astrólogos la importancia de la estabilidad afectiva brindada por la madre para el adecuado desarrollo de las facultades mentales, representada en el mapa natal por la Luna. Basta recordar la expresión Lunático utilizada para referirse a aquél que a perdido su vinculación consciente con la realidad concreta.
La Virgen o Médium (María, Venus): Es aquella que Jung define como el "cáliz del espíritu creativo", cuyas atribuciones son entre otras: la capacidad intuitiva y de síntesis plasmada en las obras de arte, es decir, de una "comprensión ética-estética", que posibilita la manifestación del plan divino en el nivel de la concreción física.
La Sapiencia: Este estado determinado, en principio, por la elevación del amor (Eros) hacia niveles devocionales, es representante de la sabiduría que trasciende incluso lo mas santo y lo más puro, siendo raramente alcanzable por la humanidad en el estado actual de evolución.

      Estas cuatro dimensiones descriptas guardan una notable correspondencia con el planteo mítico de las trilogías propuesto por Robert Graves, lo cual nos coloca ante la situación de advertir la importancia de este factor astrológico que "completa", por decirlo de alguna manera, este esquema. Tornándose fundamental ser estudiado en los tiempos que corren, y analizado en interacción (por aspectos) con los planetas tradicionales, aportándonos de este modo datos "extras", velados generalmente por las apariencias, relativos a la "sexualidad oculta", entre otras cosas, de quienes nos vienen a consultar.



Consideraciones generales para incorporar a Lilith en la interpretación:



      Considerando lo desarrollado hasta aquí, estamos en condiciones de sostener algunos postulados relacionados con el domicilio y la exaltación del factor astral que nos ocupa.

      En primer término y, basado en mi propia experiencia, luego de haber analizado varios casos profundamente, me inclino a determinar como domicilio para Lilith el signo de Escorpio, ya que este está asociado al deseo de posesión del objeto de placer sexual.

      Revelando, en su faz negativa, un apasionamiento "manipulador y utilitario" de dicho objeto, que posesión mediante, retroalimenta una pulsionalidad difícil de saciar. Algo así, como una "naturaleza ciega e irreflexiva", completamente centrada en sí misma, en donde no hay lugar para la concepción creativa de ningún tipo, pudiendo sintetizarlo con la palabra esterilidad. Esta "concentración" en la orientación individualista de la satisfacción, constante y compulsiva de los deseos, es lo que me inclina a pensar en el signo Leo, como aquél en el cual Lilith, se halla exaltada.

      Naturalmente, y siguiendo una vieja pauta tradicional, los signos opuestos a los mencionados serán donde Lilith se hallará en exilio y caída respectivamente. De este modo el signo de su exilio es Tauro y el de su caída Acuario. En el primero de estos dos últimos su naturaleza estéril difícilmente se la puede asociar con la pauta de fertilidad comprendida por el signo de Tauro, este tan solo simbolizaría su anclaje al plano tierra como elemento de su accionar, pero no como soporte para fertilizar. Mientras que la idealización Acuariana de la comunidad humana, en términos de fraternidad evolucionante, es una amenaza para la ceguera egoísta que provoca lo primitivo en el individuo en actividad subyacente simbolizado por la Luna Negra. En este sentido, podríamos decir también, que el Factor Lilith podría asociárselo con la dimensión negativa tendiente a la "repetición" característica de los signos fijos en su manifestación involutiva, motivada por un anclaje disposicionál referido al pasado.

      Recordemos algunas palabras claves que nos ayudarán a definir un perfil de sus posibles formas en la manifestación:



Esterilidad.
Irreflexividad.
Libertinaje.
Compulsividad sexual.
Conflicto volitivo.
Degeneración.
Frialdad.
Autodeterminación.
Venganza.
Corrupción.
Antagonismo.

      
En lo personal recomiendo, al comienzo, integrar a Lilith una vez agotadas las posibilidades interpretativas de los planetas utilizados convencionalmente. Por sobre todas las cosas, no comparto lo que algunos sostienen al declarar que Lilith es efectiva sobre todo en temas natales femeninos. Esto, desde mi punto de vista, es una desviación interpretativa en astrología. En todo caso, podríamos decir que es en las mujeres donde los temas planteados por el mito se nos aparecen mas evidentemente, lo cual no implica que sea menos efectiva en temas masculinos. En principio estoy de acuerdo con la opinión pronunciada por Joëlle de Gravelaine, autora de varios trabajos sobre la Luna Negra, cuando afirma que Lilith sólo es de peso en un mapa natal cuando está relacionada por aspecto con el Sol, la Luna, el Ascendente y Medio cielo, o sus planetas regentes, ya que de otro modo podríamos caer en el error de justificar lo que bien podemos explicar, por ejemplo, con Plutón. Siguiendo esta prudencia, también me resisto a incorporar elementos "ad-hoc", es decir, "cosas que en un momento pongo y luego descarto". Por ello no he incursionado en consideraciones sobre el llamado "sol negro", asociado a Lilith por Jacques Coutela.

      Quisiera dejar asentado también que la Luna Negra no me ha servido para rectificar temas natales por direcciones primarias o simbólicas, y toda sugerencia a tales usos debería ser puesta a prueba por varios profesionales antes de generalizar su implementación. Es muy común que quienes no comprenden en toda su magnitud los factores tradicionales, se vean seducidos por incorporar "nuevos elementos", aportando con ello solo más "confusión a la maraña general". Y esto último, claro está, sería un gran logro para Lilith.....

      A continuación, y pese a que me encuentro entre los que se resisten a los recetarios interpretativos en astrología, expongo solo a modo orientativo algunos significados posibles derivados de la conjunción de Lilith con los planetas:



Lilith en conjunción al Sol: Este aspecto nos pone frente a un nativo cuya voluntad se puede ver menoscabada por las bajas pasiones, sobre todo en temas natales donde se manifieste carencia de elemento aire. El individuo tendrá dificultades de conectarse con el Yo Superior, del que tanto nos hablan las enseñanzas esotéricas, teniendo como principal objetivo de realización, la manifestación de su poder personal por mediación del despliegue de su capacidad "fascinadora" derivando esto, muy probablemente, en una merma de la energía destinada al desarrolló de las facultades superiores.
Lilith en conjunción a la Luna: Aquí estamos ante uno de los casos más conflictivos de los tratados aquí, ya que el mismo da cuenta de experiencias traumáticas vinculadas al alimento emocional recibido por mediación de la madre. No es difícil advertir en esta situación trastornos psíquicos severo, sobre todo, cuando dicho emplazamiento se da en casa IV, VII, VIII, o bien en estrecha conjunción a alguno de los ángulos del mapa natal. Hay una gran dificultad para tomar conciencia de los propios automatismos generados por complejos autónomos que escapan al dominio consciente del individuo. De producirse una toma de conciencia, el remordimiento y/o traumatismo podrá ser de envergadura.
Lilith en conjunción a Mercurio: Esto puede manifestarse en el nativo, como una forma esquiva y engañosa de comunicarse. Siendo él mismo víctima también de las posibles distorsiones en el manejo de la información, tanto aquella que es aportada por la experiencia exterior, como también, la aportada por su memoria. La forma de comunicarse podría caracterizarse por un acentuado carácter libidinoso, especulativo, orientado a manipular, para obtener lo requerido.
Lilith en conjunción a Venus: Esta situación puede ser indicadora de una vida amorosa y sexual distorsionada por una carencia en el individuo para brindar su afecto desinteresadamente, es decir, primero debe recibir y satisfacer sus apetencias para luego ver si le "conviene" demostrar algún tipo de interés particular por el otro. Su amante podrá percibir una ausencia de atención por parte de este nativo, ya que este último estará demasiado ensimismado en el propio placer desencadenado por el autoerotismo.
Lilith en conjunción a Marte: En este caso, Lilith se manifestará del modo más desagradable que le puede llegar a caber. Las posibilidades estarán relacionadas con el desequilibrio moral y mental. Podría decir con mas exactitud que esto indica dificultad para sublimar la energía sexual, o potencia libidinal. Quedando solo una forma de manifestarse: la más primitiva y visceral.
Lilith en conjunción a Júpiter: Esto podría indicar experiencias sexuales variadas y abundantes, sobre todo si se produce este aspecto en casa V y VIII, indica un amplio espectro de experiencias del orden ya comentado, como así también, un posible conflicto interior con determinados mandatos e ideales de bien, que el nativo podría proyectar hacia el prójimo juzgando la vida amoral de los demás.
Lilith en conjunción a Saturno: Aquí lo indicado se refiere al entendimiento sexual del nativo con personas mayores a él, pudiéndose ver frustradas las propias necesidades sexuales del individuo para cuidar las apariencias, o bien ver mermadas las posibilidades de concretar la unión sexual con el objeto de deseo.
Lilith en conjunción a Kirón: Este emplazamiento indica una seria dificultad para comprender y asumir las pruebas vinculadas a la superación de posibles desequilibrios psico-bio-energético, es decir, el individuo tendrá dificultades para movilizar su potencial autocurativo, demorando y dificultando la recuperación de alguna enfermedad.
Lilith en conjunción a Urano: Esto nos indica una fuerte tendencia a la saciedad de lo sexual por medios no convencionales, pudiendo adoptar formas aberrantes, o desviaciones patológicas como la homosexualidad y/o bisexualidad. El nativo tendrá dificultades para gobernar lo solicitado por Lilith, padeciendo una suerte de pérdida del control.
Lilith en conjunción a Neptuno: En un extremo podemos encontrar a alguien que se evade sumergiéndose en los placeres de la carne, o bien, en el otro, observar un comportamiento compensatorio, frente a las solicitudes de Lilith, que se manifestará como un ascetismo enfermizo haciéndosele al nativo muy difícil aceptar que la búsqueda espiritual deberá convivir con una adecuada, mesurada, dirigida y amorosa vida sexual. Una posible manifestación positiva de este aspecto lo encontramos en el Tantrismo.
Lilith en conjunción a Plutón: Aquí el nativo deberá tener la precaución de no caer en el error de dejarse llevar por su "natural necesidad" de dominación a través de lo sexual. Si este aspecto recibiera a su vez aspectos desafiantes del Sol y/o la Luna, y las luminarias se hallaran afligidas, podríamos estar frente a un caso de sadomasoquismo, en donde la actividad sexual se convierte en el medio de autoflagelación. En un sentido positivo este emplazamiento podría darnos indicación de un fuerte mandato de transmutación, en la vida sexual del nativo, lo cual nos remite a antiguas prácticas orientales destinadas a tal fin, como por ejemplo el Kundalini Yoga.

      Es mi deseo dejar bien en claro que estos párrafos no pretenden ser determinantes bajo ningún concepto, ya que el hombre no es "un ente" de pulsiones, sino por el contrario, es el actor, Yo Superior mediante, que debe modelar y reencauzar la potencia libidinal que le permita trascender su actual estado Tierre-Hombre, en una instancia hacia la trascendencia Hombre-Cosmos, sintonizado y en armonía con el "Plan Universal".

      Así mismo, y refiriéndome mas específicamente a una adecuada metodología interpretativa, todo lo dicho habrá que conjugarlo con la complejidad restante de factores que nos plantean la mayoría de los mapas astrales.



Ejemplos en casos de la consulta diaria:


      Los temas natales expuestos a continuación han sido clasificados como femeninos y masculinos, omitiendo a su vez fecha y hora de nacimient
o, a los efectos de preservar la identidad de las personas. Todos ellos fueron rectificados cuidadosamente, teniendo en cuenta como mínimo diez acontecimientos importantes para su vida, o en el peor de los casos, cuando careciendo de datos fieles y precisos, se llevó a cabo una prerrectificación provisoria, dicho sea de paso, a mi modo de ver, única forma profesional seria de operar que garantiza la veracidad de los mapas celestes(g) con que se cuenta.

      El primero de los casos que analizaré a continuación (TEMA FEMENINO Nro. 1), es un claro ejemplo de lo mencionado con respecto a la rectificación, ya que luego de su realización Lilith queda en conjunción exacta al Medio Cielo, en 14º de Piscis, coronando un Yod (dedo de dios), configuración ampliamente difundida como demandante de un "propósito creativo" por parte del nativo. Todos sabemos de la importancia de un planeta o punto sensible en este emplazamiento. Dicha conjunción cerrada era lo mas indicado, en correspondencias y analogías, con relación a lo expuesto por la nativa en su faz profesional y a varias experiencias con mujeres en dicho ámbito, como demostraré a continuación.




Aquí Lilith está indicando una actitud orientada a la libre expresión creativa, de hecho esta mujer estuvo a la cabeza de una agencia de publicidad de renombre internacional. La importancia de la autoexpresión por mediación de un perfil laboral independiente y enérgico queda claramente establecido por el emplazamiento del sol en la casa X, próximo al signo de Aries, reconocimiento que fue logrado con total autodeterminación. Es así, como la magia aportada por Lilith para manipular determinadas situaciones de poder fue la clave, de hecho tuvo que poseer gran capacidad para percibir determinadas corrientes subterráneas ("movidas de piso") para prevalecer en este departamento de la experiencia.

      Esta configuración, en especial, por la presencia de Lilith, no es conveniente para que esta mujer esté en relación de dependencia, ya que Lilith aquí augura bajezas de toda naturaleza por parte de una autoridad condicionante en el ámbito de su profesión. A su vez, en otro orden de cosas, por encontrarse en oposición a la cúspide de casa IV revela antagonismo y desavenencias en la intimidad del hogar.

      En el caso siguiente, también perteneciente a una mujer (TEMA FEMENINO Nro. 2) vemos operar a Lilith en un emplazamiento muy comprometedor para con el equilibrio psicofísico. A la Srta. le demandó varios años de terapia psicoanalítica para poder superar el conflicto producido por una experiencia intrauterina de fuerte rechazo por parte de la madre, y no es para menos. Si observamos la presencia de Plutón, Marte y Urano en casa XII opuestos a la cerrada, y poco saludable, conjunción de Saturno, Luna, Kirón y Lilith.






Kirón nos habla aquí de la necesaria e ineludible reparación (sanación) del conflicto. El hecho de que Lilith esté tan comprometida en esta configuración, y en oposición a Plutón, habla a las claras de un poderoso rechazo por parte de la madre durante la gestación, debido a un sentimiento de incapacidad personal para asumir este compromiso. Recordemos que la Luna Negra, es indicadora de rechazo a la fertilidad, y si nos remitimos al desarrollo mítico expuesto anteriormente, no cabe duda de que estamos ante un factor que simboliza un persistente rechazo por la maternidad.

      No obstante los inconvenientes provocados por la huella emocional de esta experiencia referidos a su autoexpresión (Sol en Escorpio, bajo la disposición primaria de Plutón y la disposición secundaria de Lilith) son de destacar los positivos aspectos que vinculan los emplazamientos anteriormente señalados con el Stellium conformado por Mercurio, Neptuno, Sol y Venus; siendo estos indicadores finalmente, de una integración consciente relacionada a la problemática experiencial descripta.

      De todos modos, esta persona deberá cuidarse de las "experiencias límite", en donde se ponga a prueba su capacidad de respuesta emocional equilibrada frente a la adversidad, ya que ante tales desafíos potenciales, su modo de reaccionar podría quedar ante los demás fuera de contexto. Observemos en este sentido, que la luna, al ser indicadora de nuestro modo de reaccionar frente a estímulos condicionados, y hallándose demasiado afligida, ubicada en conjunción a Lilith y Saturno, podría indicar un modo de actuar poco habitual en una mujer, como así también, una suerte de auto sabotaje inconsciente para con el propio organismo ante el desafío (miedo) de la propia maternidad (Saturno regente de casa V, ubicado en VI).

      Habría mucho mas por exponer en lo que respecta a la Luna Negra como factor adicional a considerar con relación a los planetas tradicionales, pero debido a los límites de este espacio, dejo la inquietud de amplificar el tema a cada lector, y de que cada uno saque sus propias conclusiones; no sin antes invitarlos a indagar particularmente el papel jugado por Lilith en mapas natales pertenecientes a mujeres que se han sometido a mas de un aborto, como así también, en los casos tan misteriosos de muerte súbita relativos a niños recién nacidos, para los cuales la ciencia médica parece no tener una respuesta sólida y unificada.


Notas:

(a). Su raíz etimológica "helike" dio origen al término Helicona, morada de las Musas, las sacerdotisas o sibilas lunares. Lilith como luna en su fase invisible o nueva, entre los griegos y los romanos era llamada también Selene, Diana la Triforme o Hécate Infernal. Hécate, hija del titán Perseo y de Asteria, simbolizaba precisamente las fases de la luna nueva, que los antiguos suponían escondida bajo la tierra, confundiéndose más tarde por algunos con Deméter o Perséfone.

(b). En la demonología cabalística, Lilith tiene dos papeles fundamentales: el de exterminadora de niños y el de seductora de hombres. En esta tradición a Lilith se la asocia con las denominaciones de "maligna", "falsa", o "negra", gobernando todo lo que humanamente es considerado corrupto e impuro.

(c). Mae Wilson Ludlam sostiene que Lilith está dignificada en Capricornio y en detrimento en Cáncer, porque, según sus propias palabras, "Lilith es la formidable opositora de la Luna". Así mismo, comparte con Ivy Jacobson la exaltación de esta en Géminis. En este sentido he considerado no profundizar en estas afirmaciones por hallarlas inoperantes al confrontarlas con la práctica que brinda la evaluación diaria.

(d). Cabe destacar que no existe en el sistema solar órbitas circulares como creían antiguamente los astrólogos postptolemaicos, y sería Kepler (quién por medio del establecimiento de las leyes que llevan su nombre) el encargado de dilucidar científicamente este fenómeno.

(e). La cita fue extraída del capítulo XX: "De la esfera al cubo", contenido en la obra "El Reino de la cantidad y los signo de los tiempos", editada originalmente en Francia, en el año 1945. Se puede encontrar este pasaje en la edición en castellano realizada por C. S. Ediciones, Bs. As. (Pág. 201 a 210).

(f). Vale aquí una aclaración, ya que se llamó también Lilith a un satélite de la tierra situado a tres veces la distancia existente entre la Luna y la tierra, quedando certificada su ubicación por la oficina astrológica de EE.UU. en 1879. En 1928 y 1929 fueron usadas señales de onda corta experimentalmente y estas se reflejaron sobre la Luna desde Lilith. Se la llamó Luna Negra debido a su invisibilidad, ya que se comprobó que absorbía las señales luminosas, siendo designada finalmente como el asteroide No 1181. Dejo aclarado así que lo expuesto en este trabajo nada tiene que ver con el mencionado objeto celeste.

(g). Lamentablemente, pareciera no estar lo suficientemente generalizada la importancia de rectificar los temas natales en nuestro medio. Este será en un futuro el factor que deberá dominar toda práctica astrológica que se precie de seria, si es que queremos restituir a esta disciplina al lugar que supo ocupar alguna vez.

Bibliografía:

· "Astrología Lunar" - Alexandre Volguine (Ed. Kier).
· "El hombre y sus Símbolos". Carl G. Jung (Ed. Caralt).
· "El Reino de la Cantidad y el Signo de los Tiempos" - René Guénon (C. S. Ediciones).
· "La Luna Negra: Interpretación completa de Lilith" - Jacques Coutela (Ed. Luis Cárcamo).
· "Los Mitos Griegos" - Robert Graves (Ed. Alianza).
· "Los Mitos Hebreos" - Graves & Patai (Ed. Alianza).
· "Mitología Griega" - María Mavromataki (Ed. Xaitali).
· "Revista Astrología: No 103, No 104, No 105, No 106". (Editada por el C.A.B.A.).
· "Revista Mercurio-3: No 8, No 13". (Ediciones INDIGO).
· "Scuola di Astrología" - Massimo Fasari (Ed. Viscontea).
· "Traité d´Astrologie Rationnelle" - Don Néroman.
· "VI Congreso Nacional de Astrología´89: Ponencias varias. (Ed. por los organizadores).



Fuente: Arq. Pablo M. Mauro
Cortesia: Arty






NMIP: LUIS LEON PIZARRO