El sábado 1 de octubre del 2011 ha sido consagrada solemnemente la Respetable Logia de San Juan "Cruz del Sur" Nº 7 de los Valles de Buenos Aires Argentina, como primera logia rectificada en suelo argentino. Dicha consagración tuvo lugar en el Templo del Gran Priorato de Hispania en los Valles de Barcelona durante una Tenida Extraordinaria de Consagración dirigida por el Directorio Nacional de Logias Reunidas y Rectificadas.
Palabras de nuestro Serenísimo Gran Maestro
Con motivo de la Consagración de la
R.·.L.·. Cruz Del Sur nº 7
R.·.L.·. Cruz Del Sur nº 7
Queridos Hermanos todos,
Acabamos de culminar un acto de inestimable valor para todos nosotros y para la Masonería en general: la Consagración de una nueva Logia.
Acabamos de culminar un acto de inestimable valor para todos nosotros y para la Masonería en general: la Consagración de una nueva Logia.
Este hecho hace que hoy sea un día memorable para todos, pero bien es cierto que bajo esta Bóveda Celeste, los masones se afanan constantemente y en distintos puntos del orbe en levantar templos a la verdad, en “levantar columnas” en el argot masónico. Ahora bien, en nuestro caso, si a ello le añadimos que esta Logia va a trabajar en los Valles de Buenos Aires –es decir, a miles de kilómetros de aquí-, y lo va hacer para practicar el Rito Escocés Rectificado, el hecho deja de ser tan usual.
En nuestra particular idiosincrasia, en el Régimen Escocés Rectificado, la Orden Masónica o Clase Simbólica, es dependiente de la Orden Interior, conocida como Orden de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa, y toda Logia Simbólica de San Juan y San Andrés depende de una Encomienda –compuesta por un mínimo de 3 C.B.C.S.- y ésta a su vez de una Prefectura. Esta estructura, con un vértice que es la Clase de la Profesión –compuesta por Profesos y Grandes Profesos-, constituye lo que llamamos Régimen Escocés Rectificado que normalmente se confunde con Rito Escocés Rectificado, que en realidad es la nomenclatura que se refiere a la práctica propiamente dicha, compuesta de nuestros rituales conteniendo los textos, liturgias y doctrinas que vehiculan la metodología iniciática que nos es propia y que nos distingue y caracteriza de cualquier otro sistema masónico o caballeresco existente. Todo este corpusritualístico que acabo de mencionar tiene como base la Religión cristiana, que le da sentido y lo cohesiona.
Así pues, a diferencia de otros sistemas masónicos en que un grupo de maestro masones se reúnen, y con toda su soberanía y sentido de la independencia se dirigen a una Obediencia masónica determinada para pedirles una Carta Patente (eso, si no se sienten atacados de un mayor sentido de la independencia y deciden por su cuenta –para no someterse a nada ni a nadie- trabajar bajo “la bóveda celeste”), en nuestro caso, es la Encomienda, y en consecuencia los Caballeros que la componen, quienes deciden fundar un establecimiento Rectificado aquí o allá, de manera, que a diferencia del resto de modos de entender que se dedican a “levantar columnas”, nosotros, simplemente vamos y Consagramos una Logia, porque efectivamente, todos los Grandes Oficiales componentes de este Directorio General de las Logias Escocesas Reunidas y Rectificadas, son miembros de la Orden Interior, y en consecuencia habilitados de acuerdo a nuestros Códigos fundacionales del siglo XVIII, con los poderes requeridos para constituir un establecimiento de nuestra Clase Simbólica. Seguimos en esto el principio de que toda verdadera Autoridad viene de arriba, al igual que toda Luz viene de Oriente. En Occidente, en todo caso la Luz se pone y el sol se acuesta.
Evidentemente que ésta Logia de San Juan y San Andrés hoy Consagrada a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, dependerá en lo sucesivo de su correspondiente Encomienda de la Orden Interior, que actuará bajo el nombre y representada por el Directorio General de las Logias antes mencionado. Digo todo esto, porque hay espíritus insidiosos que se afanan en demostrar que no hacemos las cosas de acuerdo a la Tradición Rectificada.
El Triángulo Masónico Rectificado, en realidad no es nada y solo sirve para poner a prueba a los candidatos a ser constituidos –que no constituirse- en Logia. Para que los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa, miembros de una Encomienda, puedan verlos y comprobar si su fe, su perseverancia y sus deseos por formar parte de la Orden Rectificada son tan fuertes y sonoros como sus peticiones. La etapa del Triángulo Rectificado –inexistente en nuestros Códigos fundacionales- es simplemente un tiempo de prueba, establecido y creado por la Orden Rectificada del Gran Priorato de Hispania, para paliar la dificultad que alguno de nuestros CBCS no pueda estar todo el tiempo físicamente presente entre los Hermanos Masones deseosos de ser constituidos un día en Logia Rectificada, y en consecuencia, establecer en un determinado punto geográfico un primer establecimiento Rectificado. De hecho, todo Triángulo Rectificado, depende en todo de una Logia que le es asignada, y ésta a su vez –como hemos dicho- de un establecimiento de la Orden Interior –la Encomienda-, con lo cual ni el hilo ni la monitorización se rompe. Sin la figura creada del Triángulo Masónico –dependiente de una Logia y ésta a su vez de un “triangulo” caballeresco que es la Encomienda-, la expansión de la Orden Rectificada sería poco menos que imposible ya que no siempre donde surge la posibilidad y el deseo por parte de un grupo de masones de adherirse a una Masonería de corte tradicional, que procure al hombre un verdadero crecimiento espiritual, va unido a la existencia en ese lugar de un Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa, que pueda hacerse cargo directamente de ellos.
Dicho esto, quiero dirigirme a los Hermanos presentes de la Respetable Logia Cruz del Sur, a quienes ruego transmitan y trasladen mi mensaje al resto de Hermanos bonaerenses ausentes que no han podido estar entre nosotros en un momento tan solemne. Y mi mensaje quiero que sea un mensaje de Amor hacia todos los masones –al igual que hacia toda la humanidad- incluso, hacia aquellos que se manifiestan abiertamente como nuestros enemigos –sea porque nos desconocen o porque no nos entienden-, para poner de manifiesto el principio cristiano de amar al prójimo como a uno mismo.
Podemos oír por doquier, que todos los Masones buscan la verdad. Entre los hombres, de verdades pueden haber muchas, y oímos frecuentemente clamar: “quiero que se oiga mi verdad”. En realidad se trata de verdades menores, tan pequeñas como el hombre mismo. Para nosotros, los Masones Rectificados, la Verdad última, la Verdad con mayúsculas, solo puede ser Dios: Gran Arquitecto del Universo.
A Dios –para nosotros Gran Arquitecto del Universo- se puede aproximársele de muchas maneras, hay distintas vías para acercarse a Él. Nosotros –y vosotros también Hermanos de “Cruz del Sur”- hemos escogido, por propia voluntad y sin que nadie nos obligue, haciendo con ello un ejercicio de libertad y libre albedrío, como vía para aproximarnos a Dios, la Orden Rectificada, que es una Orden con las características que antes he mencionado y descrito.
Este elección, ésta puesta a parte propia de Phaleg –no es casual que sea este el nombre que reciben los Aprendices masones Rectificados-, entrañará una gran incomprensión por parte del resto de masones que llegarán a deciros que ni tan siquiera lo sois, al igual que la incomprensión de ciertos sectores de algunas Iglesias, que condenan a todos los masones por igual. El último mandamiento de Cristo, el que de algún modo está por encima del resto de mandamientos: el “amaros los unos a los otros”, es a aplicar en ambos casos.
La Masonería Rectificada existe y está aquí para ser tratada y tratarse a nivel de igualdad con el resto de modos y maneras de ver y entender la masonería. Para el resto de masones, no queremos ser más, pero tampoco somos menos. Vaya por delante nuestro respeto fraternal hacia todo el mundo, del mismo modo que pedimos y exigimos el mayor de los respetos hacia la Orden Rectificada, una vía iniciática cristiana abierta a todos los cristianos –sin importar la confesión cristiana de la que provengan, siempre y cuando sean realmente cristianos y no hijos de la confusión del mundo- cristianos, decía que lo sean o que estén dispuestos a serlo de buena fe.
No es este momento ni el lugar para ponerse a demostrar los orígenes cristianos de la Masonería de oficio y tradicional. Los historiadores han hecho su trabajo de acuerdo a la ciencia comúnmente aceptada en los ámbitos universitarios. A esa ciencia y a ellos os remito.
Por mi parte, terminaré este breve parlamento pidiendo que como Masones Rectificados exclaméis conmigo:
En nuestra particular idiosincrasia, en el Régimen Escocés Rectificado, la Orden Masónica o Clase Simbólica, es dependiente de la Orden Interior, conocida como Orden de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa, y toda Logia Simbólica de San Juan y San Andrés depende de una Encomienda –compuesta por un mínimo de 3 C.B.C.S.- y ésta a su vez de una Prefectura. Esta estructura, con un vértice que es la Clase de la Profesión –compuesta por Profesos y Grandes Profesos-, constituye lo que llamamos Régimen Escocés Rectificado que normalmente se confunde con Rito Escocés Rectificado, que en realidad es la nomenclatura que se refiere a la práctica propiamente dicha, compuesta de nuestros rituales conteniendo los textos, liturgias y doctrinas que vehiculan la metodología iniciática que nos es propia y que nos distingue y caracteriza de cualquier otro sistema masónico o caballeresco existente. Todo este corpusritualístico que acabo de mencionar tiene como base la Religión cristiana, que le da sentido y lo cohesiona.
Así pues, a diferencia de otros sistemas masónicos en que un grupo de maestro masones se reúnen, y con toda su soberanía y sentido de la independencia se dirigen a una Obediencia masónica determinada para pedirles una Carta Patente (eso, si no se sienten atacados de un mayor sentido de la independencia y deciden por su cuenta –para no someterse a nada ni a nadie- trabajar bajo “la bóveda celeste”), en nuestro caso, es la Encomienda, y en consecuencia los Caballeros que la componen, quienes deciden fundar un establecimiento Rectificado aquí o allá, de manera, que a diferencia del resto de modos de entender que se dedican a “levantar columnas”, nosotros, simplemente vamos y Consagramos una Logia, porque efectivamente, todos los Grandes Oficiales componentes de este Directorio General de las Logias Escocesas Reunidas y Rectificadas, son miembros de la Orden Interior, y en consecuencia habilitados de acuerdo a nuestros Códigos fundacionales del siglo XVIII, con los poderes requeridos para constituir un establecimiento de nuestra Clase Simbólica. Seguimos en esto el principio de que toda verdadera Autoridad viene de arriba, al igual que toda Luz viene de Oriente. En Occidente, en todo caso la Luz se pone y el sol se acuesta.
Evidentemente que ésta Logia de San Juan y San Andrés hoy Consagrada a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, dependerá en lo sucesivo de su correspondiente Encomienda de la Orden Interior, que actuará bajo el nombre y representada por el Directorio General de las Logias antes mencionado. Digo todo esto, porque hay espíritus insidiosos que se afanan en demostrar que no hacemos las cosas de acuerdo a la Tradición Rectificada.
El Triángulo Masónico Rectificado, en realidad no es nada y solo sirve para poner a prueba a los candidatos a ser constituidos –que no constituirse- en Logia. Para que los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa, miembros de una Encomienda, puedan verlos y comprobar si su fe, su perseverancia y sus deseos por formar parte de la Orden Rectificada son tan fuertes y sonoros como sus peticiones. La etapa del Triángulo Rectificado –inexistente en nuestros Códigos fundacionales- es simplemente un tiempo de prueba, establecido y creado por la Orden Rectificada del Gran Priorato de Hispania, para paliar la dificultad que alguno de nuestros CBCS no pueda estar todo el tiempo físicamente presente entre los Hermanos Masones deseosos de ser constituidos un día en Logia Rectificada, y en consecuencia, establecer en un determinado punto geográfico un primer establecimiento Rectificado. De hecho, todo Triángulo Rectificado, depende en todo de una Logia que le es asignada, y ésta a su vez –como hemos dicho- de un establecimiento de la Orden Interior –la Encomienda-, con lo cual ni el hilo ni la monitorización se rompe. Sin la figura creada del Triángulo Masónico –dependiente de una Logia y ésta a su vez de un “triangulo” caballeresco que es la Encomienda-, la expansión de la Orden Rectificada sería poco menos que imposible ya que no siempre donde surge la posibilidad y el deseo por parte de un grupo de masones de adherirse a una Masonería de corte tradicional, que procure al hombre un verdadero crecimiento espiritual, va unido a la existencia en ese lugar de un Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa, que pueda hacerse cargo directamente de ellos.
Dicho esto, quiero dirigirme a los Hermanos presentes de la Respetable Logia Cruz del Sur, a quienes ruego transmitan y trasladen mi mensaje al resto de Hermanos bonaerenses ausentes que no han podido estar entre nosotros en un momento tan solemne. Y mi mensaje quiero que sea un mensaje de Amor hacia todos los masones –al igual que hacia toda la humanidad- incluso, hacia aquellos que se manifiestan abiertamente como nuestros enemigos –sea porque nos desconocen o porque no nos entienden-, para poner de manifiesto el principio cristiano de amar al prójimo como a uno mismo.
Podemos oír por doquier, que todos los Masones buscan la verdad. Entre los hombres, de verdades pueden haber muchas, y oímos frecuentemente clamar: “quiero que se oiga mi verdad”. En realidad se trata de verdades menores, tan pequeñas como el hombre mismo. Para nosotros, los Masones Rectificados, la Verdad última, la Verdad con mayúsculas, solo puede ser Dios: Gran Arquitecto del Universo.
A Dios –para nosotros Gran Arquitecto del Universo- se puede aproximársele de muchas maneras, hay distintas vías para acercarse a Él. Nosotros –y vosotros también Hermanos de “Cruz del Sur”- hemos escogido, por propia voluntad y sin que nadie nos obligue, haciendo con ello un ejercicio de libertad y libre albedrío, como vía para aproximarnos a Dios, la Orden Rectificada, que es una Orden con las características que antes he mencionado y descrito.
Este elección, ésta puesta a parte propia de Phaleg –no es casual que sea este el nombre que reciben los Aprendices masones Rectificados-, entrañará una gran incomprensión por parte del resto de masones que llegarán a deciros que ni tan siquiera lo sois, al igual que la incomprensión de ciertos sectores de algunas Iglesias, que condenan a todos los masones por igual. El último mandamiento de Cristo, el que de algún modo está por encima del resto de mandamientos: el “amaros los unos a los otros”, es a aplicar en ambos casos.
La Masonería Rectificada existe y está aquí para ser tratada y tratarse a nivel de igualdad con el resto de modos y maneras de ver y entender la masonería. Para el resto de masones, no queremos ser más, pero tampoco somos menos. Vaya por delante nuestro respeto fraternal hacia todo el mundo, del mismo modo que pedimos y exigimos el mayor de los respetos hacia la Orden Rectificada, una vía iniciática cristiana abierta a todos los cristianos –sin importar la confesión cristiana de la que provengan, siempre y cuando sean realmente cristianos y no hijos de la confusión del mundo- cristianos, decía que lo sean o que estén dispuestos a serlo de buena fe.
No es este momento ni el lugar para ponerse a demostrar los orígenes cristianos de la Masonería de oficio y tradicional. Los historiadores han hecho su trabajo de acuerdo a la ciencia comúnmente aceptada en los ámbitos universitarios. A esa ciencia y a ellos os remito.
Por mi parte, terminaré este breve parlamento pidiendo que como Masones Rectificados exclaméis conmigo:
VIVAT! – VIVAT! – VIVAT!
En la Casa de la Orden, el 1º de Octubre de año de la Verdadera Luz del 2011, en modo masónico 6011.
Ramón Martí Blanco
Gran Maestro y Gran Prior
GRAN PRIORATO DE HISPANIA
Ramón Martí Blanco
Gran Maestro y Gran Prior
GRAN PRIORATO DE HISPANIA