martes, 18 de octubre de 2011

LA PERLA, EL MAR, LA LUNA Y YESOD...






"Un nacimiento no es más que el paso de lo invisible a lo visible, de lo
inmaterial a lo material, del pensamiento a la realización. En nuestro cuerpo, es la luna, principio femenino por excelencia, quien preside todas las formas de encarnación. En invierno, período durante el que las noches son las más largas y en el que la vida de la naturaleza se ralentiza, las condiciones son menos propicias a las manifestaciones exteriores, y más favorables, por el contrario, para la vida interior: el hombre se ve impulsado a entrar en sí mismo para preparar el nacimiento de este hijo de luz que algunas tradiciones han simbolizado con una perla. La perla, que procede del mar, tiene como él, relaciones con la luna.


                                                               


    


En el Árbol sefirótico, la ostra perlera es Iesod, la séfira donde se halla la luna. En el cuerpo cósmico, Iesod representa a los órganos genitales. Es allí donde debe formarse la perla. Esta perla representa la quintaesencia más pura del amor. La ostra perlera es el principio femenino que da a luz a una perla, el hijo divino."


Fuente: Omraam Mikhaël Aïvanhov