"Cantamos a la vez
que sostenemos los cielos...
Hijas de los números de oro,
Puertas de las leyes del cielo...
Marchamos en el tiempo,
Y nuestros cuerpos refulgentes
Tienen pasos inefables..."
("Cántico de las columnas"
Paul Valéry)
De variado significado, por un lado representan el soporte y la solidez, siendo lo que garantiza el sostén de una construcción: destruirlas amenaza con el colapso de toda la estructura, sea personal, social o arquitectónica.
Asociadas a la idea de "axis mundo", conectan el arriba y el abajo y, en ocasiones, se funden con el simbolismo del árbol correspondiendo la base a las raíces, el fuste al tronco y el capitel a la copa, enlazando el cielo y la tierra.
Como elementos que flanquean el acceso a ciertos lugares señalan el límite (en ocasiones entre lo sagrado y lo profano) que no debe franquearse o debe hacerse bajo determinadas condiciones.
Relacionadas con el hombre, remiten a la columna vertebral; eje y soporte de su verticalidad, sobre ella se afirma física y mentalmente por lo que se transforma en símbolo de ascensión y evolución.
Levantadas para conmemorar, homenajear y narrar acontecimientos importantes, las columnas triunfales y votivas expresan las relaciones entre los hombres y la divinidad, evocan el poder de Dios en el hombre y la potencia de este bajo la influencia de Dios, lo que asegura la victoria y el eterno efecto de los logros.
Algunas obras
Thomas Cole
Edward Pritchett
Hubert Robert
John Singer Sargent
Henry Roderick Newman
Charles Demuth
Carl Blechen
Canaletto
Bernardo Bellotto