domingo, 9 de octubre de 2011

EL OBJETIVO DE LA INICIACIÓN

El proceso de sublimación de la fuerza sexual puede ser representado
bajo diversas formas simbólicas. El Árbol sefirótico es una de estas formas.
Sobre el pilar central que puede ser comparado con la columna vertebral,
están situados, de abajo a arriba, las tres séfiras Iesod, Tipheret y Kether.
De Iesod a Kether, pasando por Tipheret, tal es simbólicamente hablando el
camino de la fuerza sexual sublimada. En el extremo superior del pilar central,
la santidad de Kether, que es la cabeza coronada, tiene su origen en la pureza
de Iesod, los órganos sexuales. La santidad de Kether es la energía sexual que
el discípulo se esfuerza en hacer subir, gracias a los poderes de Tipheret, el
Sol, hasta que consigue manifestarse arriba, por encima de su cabeza, como
una luz de oro.

En efecto, y éste es el objetivo de la Iniciación: ser capaz de dominar una
fuerza bruta que nos arrastra hacia abajo, hacer que cambie de dirección y
trabajar sobre esta quintaesencia hasta transformarla en un aura de luz.

Fuente: Omraam Mikhaël Aïvanhov