martes, 22 de noviembre de 2011

ASTROLOGÍA MEDICA - JUAN TRIGO



 






 

"Si pudiera volver a vivir comenzaría a
andar descalzo a principios de primavera y
seguiría así hasta concluir otoño. Daría más
vueltas en calesita, contemplaría más
amaneceres y jugaría con más niños. Si
tuviera otra vez la vida por delante
cometería más errores. Por si no lo saben,
la vida está hecha de momentos, no te
pierdas el de ahora”

Jorge Luis Borges


1.    ¿QUE ES LA ASTROLOGÍA, QUE PRETENDE?


Lo que es abajo es arriba.


Antes de entrar en cualquier análisis nos parece oportuno empezar
con una reflexión acerca de lo que realmente pretende la ciencia
astrológica. Veamos:

En primer lugar el hecho que parece bastante cierto es que en la
remota antigüedad la intuición humana (o la Revelación, como
quiera llamarse) llegó a captar que existe una influencia en el ser
humano a nivel interno profundo por los cuerpos celestes que nos
circundan. Y trataron de cualificarla y cuantificarla. Vamos a de
resumir ahora esquemáticamente lo que tenemos en la actualidad:

1. Los antiguos elaboran las bases de la astrología. Bases que se
perfeccionan a lo largo de los siglos con la ayuda de valiosas
aportaciones (Morin de Villefranche, Nostradamus, William Lilly,
etc.), y a pesar de las continuas persecuciones.

2. Se aplica el código numeral del 12 como base del ciclo
astrológico, es decir se divide a la persona y su percepción del
entorno en 12 partes, las Casa, y se divide en 12 las formas de
influencia que cada cuerpo celeste, los signos.

El código del 12 podría definirse como la tríada de cruces. tres
veces cuatro, o la cruz de tríadas, cuatro veces tres. Siendo el
simbolismo de la tríada el fundamento de la armonía fundamental,
pero que necesita de la cruz, proceso doloroso de generación, para
dar a luz el nacimiento del elemento humano, la quintaesencia, el
elemento adimensional que nace, surge, del centro de la cruz. No
podemos emplear espacio aquí en la discusión profunda de las
bases simbólicas del ciclo de 12 como composición de ternas y
cruces fundamentales, porque tenemos otra cosa que hacer. Para
ayudar a la comprensión hemos producido una tabla de
correspondencias que usa la ciencia astrológica, con el objeto de
señalar las características propias de cada elemento, planetas,
casas, ect., según su orden dentro del código del 12.
ORDEN NUMERAL DE LA SIMBOLOGIA

 NUM SIGNO CASA TRIPL CUADRIP ASPECTO Múltiplo Símbolo

 1 x I Fuego Cardinal q y p o
 2 c II Tierra Fijo p p o o
 3 v III Aire Comun u p
4 b IV Agua Cardinal t 2 x 2

 5 n V Fuego Fijo Q p
 6 m VI Tierra Comun r 2 x 3
7 X VII Aire Cardinal p
 8 C VIII Agua Fijo e i 2 x 4

 9 V IX Fuego Comun 3 x 3
 10 B X Tierra Cardinal B 2 x 5
_ 11 N XI Aire Fijo p
 12 M XII Agua Comun w 2 x 2 x 3
.
.
Como verá el lector, la primera entrada de la tabla es el número,
símbolo que significa el orden de la vibración fundamental
Tampoco podemos extendernos aquí, pero sugiero al lector lea el
capítulo 4 de la obra Vibraciones Astrales, donde se trata de
explicar ese orden vibracional.

En segundo lugar presentamos el orden de los signos zodiacales,
como arquetipos de una cadena evolutiva y después las casas,
como plasmación de este orden sobre la superficie de la Tierra. Y
en correspondencia signos y casas, presentamos las cualidades de
formación del código dodecalógico, tripicidades y
cuadriplicidades.

A continuación indicamos la base numeral de los aspectos
astrológicos. Fundamento que ayuda a comprender la naturaleza
propia del aspecto. Las oposiciones, distancia de 180 grados entre
las longitudes de dos planetas, son el resultado de dividir el
círculo zodiacal, de 360 grados, por lo tanto en Dos.
Consecuentemente la esencia de una oposición habrá de ir a
buscarse a los significados de la dualidad. La esencia del trino a
los de la tríada o terna, etc.

Lo que pretende esta tabla es constatar que todo está relacionado
con todo. Adviértase que hemos indicado unas flechas en los
niveles 7 y 9, que corresponden a otros tantos niveles de fin de
ciclo según los correspondientes planteos filosóficos afines a
nuestro entorno, es decir en que generó la astrología: El septenario
(ciclo básico en alquimia y arte hermética) y la base numeral de 10
(ciclo básico de nuestras matemáticas). Los significados en la
carta natal de los números 7 y 9 pueden asociarse también a esos
finales de ciclo. La Casa VII (“Al séptimo día el Creador descansó
y contempló su obra”) representa el paso siguiente a la persona
cuando está completa en si misma, es decir cuando ha recorrido su
“camino nocturno”, las seis casas internas, propias de ella misma,
y da el paso hacia el campo del exterior, en el que, con la casa VII
comienza un nuevo semicírculo, una experiencia distinta. Libra es
el signo de la relación, de la medida equilibrada de las cosas.

Parece que todo proceso de crecimiento ha cesado y solo se
requiere la contemplación y medida de lo creado. De modo
análogo ocurre también con la casa IX y Sagitario. Si la casa ocho
(2 x 4; oposición de dos cruces) representa la lucha a muerte
obligada para salir de la contemplación en busca de una verdad
más alta, la casa IX representa la ordenación de esa verdad, su
jerarquía, su magisterio. Significados estos que le son propios al
signo de Sagitario. Después de ese nivel, los tres últimos signos, el
último ternario, el IV cuadrante de la Carta, representa la
preparación para el final, para alcanzar el último paso, el nivel
doce, en el que ni siquiera hay sitio para la contemplación o a
ninguna ley, solo a la disolución.

3. Partiendo de la posición día = noche (punto Vernal) se crea un
"círculo imaginario", aunque no tan imaginario debido a sus
efectos reales sobre la naturaleza humana y su entorno, para
calcular exactamente esas influencias de los cuerpos celestes sobre
los puntos de la tierra.

4. El cálculo de la carta natal es pura astronomía; cuando la
interpretamos pasamos a la astrología. No es de extrañar que
ambas disciplinas fueran una sola en la antigüedad. Los recientes
avances en mecánica cuántica, cosmología, etc. para algunos
astrónomos parecen dejar de lado el antiguo saber astronómico,
aunque a nuestro juicio, no hay que confundir conocimiento
rudimentario con error.

En la actualidad la ciencia moderna está trabajando por separado
con los conocimientos disponibles de ambos lados de la interfase,
lo que esta arriba de lo que está abajo. De los astros hemos
realizado innumerables cálculos y mediciones, y de la persona
hemos llegado a hilar muy fino en lo tocante a anatomía e incluso
en fisiología. Pero no se ha tratado ni siquiera de pensar que existe
una relación, cuando parece resultar de una candorosa evidencia,
por el simple hecho de que los acontecimientos humanos se
desarrollan sobre la superficie terrestre, y esta se encuentra
inmersa en el Sistema Solar. Probablemente la causa de tal
divorcio sea el que tales conocimientos proceden de la
observación directa del hecho físico, relegando las causas
metafísico a pura especulación filosófica. Probablemente el error
sea confundir filosofía con realidad