Publicado
en "Ars Quatuor Coronatorum", vol. 80, Londres, 1967, pp. 77-80. Traducción
francesa en Textes fondateurs de la Tradition maçonnique 1390-1760.
Introduction
à la pensée de la franc-maçonnerie primitive, traduits et présentés par Patrick
Négrier, París, Bernard Grasset, 1995.
Contrariamente a las Constituciones de 1723, en las que Anderson había
intentado alinear las posiciones de la masonería especulativa con la
"religión natural", el Graham es un texto de clara confesión
cristiana.
El
tema esencial de este catecismo simbólico es el de la eficacia pneumatológica
de la palabra. ¿Nos hallamos ante la evidencia escrita del tema masónico de la
búsqueda de la palabra perdida, comunmente referido al Masonry Dissected
de Samuel Prichard?
Son
claras las relaciones entre dicho tema y el juramento masónico del secreto. El
Graham propone numerosos ejemplos de hombres dotados de una palabra eficaz,
asunto éste tradicionalmente relacionado con la dominación de las pasiones.
Todas las instituciones de la franc-masonería
puestas al descubierto y probadas por lo mejor de la tradición así como por
referencias a la Escritura.
Observad en primer lugar que todos nuestros
signos provienen de la escuadra, de acuerdo con su empleo habitual. La prueba de
ello se encuentra en el versículo 7 del capítulo 6 del primer libro de los
Reyes.
El saludo se hace como sigue, de cualquier
sitio del que vengáis: Yo vengo de la muy respetable logia de maestros y de
compañeros perteneciente a Dios y al bienaventurado San Juan, que saluda a
todos los hermanos verdaderos y perfectos de nuestros santos secretos, como yo
mismo lo hago, encontrando que sois tales.
Responded J. y el otro debe decir que su
nombre es B.
El examen continúa como sigue:
- ¿Cómo sabré que sois franc-masón? – Por
las verdaderas palabras, signos y toques de mi entrada.
- ¿Cómo habéis sido
hecho masón? – En una logia verdadera y perfecta.
- ¿Qué es una logia
perfecta? – El centro de un corazón sincero.
- Pero, ¿a cuántos masones llamáis así? – A
cualquier número impar entre 3 y 13.
- ¿Por qué tantos, y por qué en número
impar?
- El primer número hace
referencia a la santa Trinidad, y el otro a la venida de Cristo, con sus 12
apóstoles.
- ¿Cuál fue el primer paso de vuestra
entrada?
- Un deseo
intenso de conocer los secretos de la franc-masonería.
- ¿Por qué se llama
franc-masonería? – En primer lugar, porque ella es un libre don de Dios a los
hijos de los hombres; en segundo lugar, porque está liberada de la intrusión de
los espíritus infernales; y en tercer lugar porque es la libre unión de los
hermanos de ese santo secreto que debe subsistir para siempre.
- ¿Cómo habéis sido introducido en logia? –
Pobre y sin un real, ciego e ignorante de nuestros secretos.
- ¿Y ello por qué razón?
– Así como nuestro salvador se hizo pobre para nuestra redención, yo me hice
pobre en ese momento en vistas al conocimiento de Dios resumido en la escuadra.
- ¿Qué habéis visto en logia cuando se os
permitió ver? – Yo vi la verdad, el mundo y la justicia del amor fraternal.
- ¿Dónde? – Delante de mí.
- ¿Qué había detrás de vos? – El perjurio y
el odio de la fraternidad para siempre si yo descubriera nuestros secretos sin
el consentimiento de una logia, a menos que los haya obtenido de una triple voz
habiendo sido recibido, pasado y elevado en las reglas por tres logias
distintas, y a condición de que haya jurado adecuarme a nuestros artículos...
- ¿Cómo estaba orientada la logia durante
vuestra recepción? – Al este, al oeste y al sur.
- ¿Por qué no al norte? – Ya que nosotros
residimos en la parte norte del mundo, y ya que no enterramos a los muertos en
el lado norte de nuestras iglesias, igualmente dejamos vacío el lado norte de
nuestras logias.
- ¿Y por qué al este y al oeste? – Porque
las iglesias están orientadas de este a oeste, y sus patios se encuentran al
sur.
- ¿Por qué las iglesias
están orientadas de este a oeste? – Hay cuatro razones para ello.
- ¿Cuáles son? – La primera: nuestros
primeros padres fueron situados al este en el Edén; la segunda: un viento del
este secó el mar (Rojo) ante los hijos de Israel, y el templo del Señor debía
ser construido de la misma manera; la tercera: el sol se eleva en el este y se
oculta en el oeste por encima de aquellos que habitan cerca del ecuador; la
cuarta: la estrella apareció por el oeste para advertir a todos los pastores y
hombres sabios que nuestro salvador iba a venir en la carne.
- ¿Quién os guió en el
interior de la logia? – El vigilante y el más mayor de los compañeros del
oficio.
- ¿Por qué no el más joven de los
compañeros del oficio? – Por seguir a nuestro salvador, que ordenó al jefe
servir la mesa, exhortación a la humildad que siempre debemos observar.
- ¿En qué postura habéis prestado vuestro
juramento? – No estaba ni tendido ni de pie, ni andaba, ni corría; no daba
vueltas, no estaba ni colgado ni a punto de volar, ni desnudo ni vestido, ni
calzado ni descalzo.
- ¿Por qué razón estabais en esa postura? –
Porque un Dios y un hombre componen al verdadero Cristo, y así un sujeto
desnudo que estuviera medio desnudo y medio vestido, medio calzado y medio
descalzo, medio arrodillado y medio de pie, sería la mitad de todo y no sería
nada, demostrando así un corazón humilde y obediente dispuesto a marchar lleno de
fe tras ese justo Jesús.
- ¿Qué habéis jurado? –Oír y callar
nuestros secretos.
- ¿Cuál era el contenido de vuestro
juramento? –El segundo punto de mí (juramento) era obedecer a Dios y a todas
las verdaderas escuadras hechas o dirigidas a mí por un hermano. El tercer
(punto) era no robar jamás, por temor a ofender a Dios y a arrojar vergüenza
sobre la escuadra. El cuarto (punto) era jamás cometer adulterio con la esposa
de un hermano, ni mentirle de manera deliberada. El quinto (punto de mi
juramento) era no desear vengarme de manera injusta de un hermano, sino, por el
contrario, socorrerle en tanto esté en mi poder y no me acarree un grave
perjuicio.
- Admito que habéis estado en una logia;
así que os pregunto: ¿cuántas luces posee una logia? – Yo respondo 12.
- ¿Cuáles son? – Las tres primeras joyas
son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; el sol, la luna, el maestro masón;
la escuadra, la regla; la plomada, el nivel, el mallete y el cincel.
- Probadme que todas ellas son verdaderas
luces. – En lo que concierne a la santa Trinidad, ella da la razón. El sol nos
da la luz día y noche. La luna es un cuerpo sombrío que, surgido del agua,
recibe su luz del sol y además es la reina de las aguas, que son el mejor de
los niveles. El maestro masón enseña el oficio y debería tener una palabra tres
veces potente cuando enseña nuestros secretos como hombre brillante, porque
nosotros creemos en un poder oratorio superior, ya que los 70 tenían un gran
poder, y los 11 tenían otro aún mayor, pues escogieron a Matías para reemplazar
a Judas. En lo que concierne a la escuadra, la regla, la plomada, el nivel, el
mallete y el cincel, son seis instrumentos sin los cuales ningún masón puede
realizar un verdadera trabajo.
- ¿A qué pueden referirse estas 12 luces? –
Deducimos que se refieren a los 12 patriarcas, así como a los doce bueyes con
respecto a los cuales leemos en el capítulo 7 del primer libro de los Reyes que
soportaban el mar fundido en bronce: eran símbolos de los 12 discípulos que
debían ser enseñados por Cristo.
- Admito que vos habéis entrado, así que os
pregunto si habéis sido elevado.
- Sí.
- ¿Dónde habéis sido elevado? – He sido
elevado en el conocimiento de nuestros orígenes, gracias a la vez a la
tradición y a la Escritura.
- ¿Qué palabra pronunciáis sobre los cimientos
cuando eleváis un edificio, allí donde teméis que un espíritu infernal de
destrucción, frecuentando esos lugares, pueda derribar el trabajo de vuestras
manos? – Oh, ven, déjanos y tendrás.
- ¿A quién os dirigís? – Rezo a la Santa Trinidad.
- ¿De qué manera pronunciáis estas
palabras? – De rodillas, con la cabeza descubierta, mirando hacia el este.
- ¿Qué queréis decir con estas palabras? –
Queremos decir que despreciamos la justicia propia y que en ello diferimos de
esos babilonios que creían poder construir hasta el cielo. Por el contrario,
rogamos a la santa Trinidad que nos permita construir en verdad y en escuadra;
y cada cual tendrá la recompensa que merece.
- ¿Cuándo fueron pronunciadas estas
palabras, o para qué servían? – Yo respondo que desde el origen, antes de que
el evangelio se extendiera por el mundo cubierto de espíritus infernales de
destrucción. A menos que los hombres construyeran con fe y en oración, sus
trabajos eran a menudo demolidos.
- Pero, ¿cómo fue posible que los trabajos de
los babilonios fueran erigidos antes de que el evangelio comenzara a brillar? –
Yo os respondo devolviendo vuestra propia pregunta, porque la presunción de los
babilonios de los que acabo de hablar había ofendido de tal modo al espíritu de
Dios que las lenguas dejaron de ser comprendidas por su pecado a fin de que la
humanidad no volviera jamás a actuar así sin el permiso divino, que quiere que
nada pueda hacerse sin fe ni oración.
- ¿Esto es tradicional? – Sabemos esto por
tradición, y también por referencia a la Escritura , que dice que Shem, Ham y Japheth,
deseosos de llegar junto a la tumba de su padre Noah, trataron de ver si
podrían encontrar allí algo susceptible de conducirles al secreto del poder
detentado por ese famoso predicador. En efecto, deseo que todos reconozcan que
todas las cosas necesarias al mundo nuevo se encontraban en el arca con Noah.
Cuando cogieron un dedo,
éste se desprendió falange por falange, y lo mismo ocurrió con el puño y con el
codo. Entonces levantaron el cadáver y lo sostuvieron, poniendo un pie contra
su pie, una rodilla contra su rodilla, el pecho contra su pecho, una mejilla
contra su mejilla, y una mano en su espalda, y se pusieron a gritar: Ayuda, oh
Padre, como si dijeran: Oh, Padre del cielo, ayúdanos ahora, porque nuestro
padre terrestre ya no puede hacerlo. Entonces, dejando de nuevo el cadáver, y
no sabiendo qué hacer, uno de ellos dijo: Hay tuétano en este hueso (THERE IS
MARROW IN THIS BONE) , y el segundo dijo: Pero es un hueso seco (BUT IS A DRY
BONE) , y el tercero dijo: apesta. Se pusieron de acuerdo entonces para darle
un nombre que fuera conocido por la masonería hasta este día. Después, se
fueron a sus asuntos y a partir de ese momento sus obras fueron buenas.
Es por ello que debe creerse, pero también
comprenderse, que su poder no venía de lo que encontraron o del nombre que le
dieron, sino de su fe y de su oración. Las cosas continuaron así, y la voluntad
dio firmeza a la acción.
Cuando reinaba el rey Alboyne nació Bazalliell,
que fue llamado así por Dios antes de su concepción. Este hombre santo sabía
por inspiración que los títulos secretos y los símbolos primitivos del
principio divino tenían el poder de proteger, y construyó de tal manera que
ningún espíritu infernal de destrucción osó quebrantar la obra de sus manos.
Así que sus obras se hicieron tan famosas que los dos hermanos más jóvenes del
rey del que se acaba de hablar desearon ser instruidos por él en la noble
ciencia que él dominaba. A ello consintió a condición de que no la revelaran
(oralmente) sin unir (para ello) sus propias voces a la de un tercero.
Prestaron juramento y él les enseñó la parte teórica y la parte práctica de la
masonería. Después hicieron su obra. En esta época, los salarios de los masones
aumentaron en este reino; se veía entonces a los masones en compañía de reyes y
príncipes. Pero cuando la hora de su muerte estaba cerca, Bazalliell deseó que
se le enterrara en el valle de Josaphat, y que sobre (su tumba) se grabara una
inscripción conforme a su mérito, lo cual realizaron ambos príncipes. Esta
(inscripción) estaba (formulada) como sigue:
- Aquí yace la flor de la masonería, que,
superior a muchos otros, fue el compañero de un rey y el hermano de dos
príncipes. Aquí yace el corazón que podía albergar todos los secretos. Aquí
yace la lengua que jamás reveló ninguno.
Tras su muerte, los habitantes del lugar
pensaron que, con él, los secretos de la masonería se habían perdido
totalmente, pues ya no oían hablar de ellos, y nadie conocía los secretos
excepto esos dos príncipes, y durante su recepción habían jurado no revelarlos
si no unían sus voces a la de un tercero. Es por ello que debe creerse y
también comprenderse que un secreto tan santo no podía jamás perderse mientras
quedara vivo sobre la tierra un buen servidor de Dios. Pues todo buen servidor
de Dios siempre tiene y tendrá una gran parte en este santo secreto, aunque los
demás ignoren dicho secreto, así como los medios que deben usarse. En efecto,
ocurrió en el mundo de esta época lo que ocurrió en la Iglesia samaritana a
propósito de Cristo.
Buscaban lo que no conocían. Pero su
profunda ignorancia no podía discernir esto, y así todo siguió en las tinieblas
y la oscuridad durante los 840 años que duró el éxodo de los hijos de Israel
fuera del país de Egipto. En el cuarto año de su reinado sobre Israel, Salomón
comenzó a construir la casa del Señor, casa que deseaba construir su padre
David, pero que no obtuvo permiso para realizar, pues sus manos eran culpables
de las guerras sangrientas (que hacían estragos) en todas partes.
He aquí todo lo que se refiere a los días
en que Salomón, su hijo, comenzó a construir la casa del Señor. Es mi deseo que
todo el mundo convenga en que todo lo que era necesario aportar para esta santa
construcción no provenía (únicamente) de este sabio rey. Todos debemos
reconocer esto, so pena de acusar a Dios de una injusticia que ningún frágil
mortal osaría reprocharle, y de la que su divina bondad no ha podido hacerse
culpable. Leemos ahora en el versículo 13 del capítulo 7 del primer libro de
los Reyes que Salomón envió a buscar a Hiram de Tiro. Éste era el hijo de una
viuda de la tribu de Neftalí, y su padre era un hombre de Tiro.
(Era) un artesano experto en bronce, lleno
de sabiduría, hábil en la realización de todas las obras en bronce. Llegó ante
el rey Salomón y construyó para él toda su obra. La explicación de estos
versículos es la siguiente: la palabra hábil expresa la ingeniosidad; en cuanto
a la sabiduría y la comprensión, cuando se encuentran reunidas en la misma
persona, ésta ya nada tiene que desear. Así, con respecto a este pasaje de la Escritura , debemos
convenir en que el hijo de la viuda cuyo nombre era Hiram estaba dotado de una
inspiración sagrada comparable a la del sabio rey Salomón, o aún a la de san
Bazalliell.
Se saca generalmente de la tradición que
hubo durante la erección (de esta Casa) una tumultuosa riña entre los obreros
manuales y los masones a causa de los salarios. Para calmar a todo el mundo y
facilitar las cosas, el rey en su sabiduría dijo: Estad todos contentos, pues
todos seréis pagados de la misma manera. Dio entonces a los masones un signo
que desconocían los obreros manuales, a fin de que aquel que fuera capaz de
hacerlo en el sitio de la paga pudiera ser pagado como masón. Los obreros
manuales, no conociendo (este signo), fueron pagados como antes. Esto bien pudo
pasar así, y si en efecto fue el caso, debemos juzgar como muy llenas de gracia
las palabras del sabio rey Salomón, pues debe comprenderse y también creerse (por
ellas) que el sabio rey deseaba dar a cada uno lo que merecía.
Comprendo ahora mejor el versículo 7 del
capítulo 6 del primer libro de los Reyes, en el que se dice que la Casa fue, durante su
erección, construida en piedras ya preparadas antes de ser llevadas al lugar,
de tal manera que no se oía ni martillo, ni hacha, ni instrumento alguno de
hierro en la casa durante su construcción. Puede deducirse de ello que todo
estaba preparado de antemano, pero que no podía ser sacado (de la cantera) sin
verificación previa. Y cuando para buscar (un medio de verificación, se
removió) cielo y tierra, no pudo entonces encontrarse nada más conveniente que
la escuadra, que se convirtió en su signo y que significa lo que debían hacerse
el uno al otro. El trabajo continuó y prosperó. Lo que no podía ser bueno era
malo. Trabajaron para un buen maestro, y tenían como vigilante al hombre más
sabio de la tierra. Por ello, en parte por su mérito, pero aún más en razón de
la libre gracia, la masonería obtuvo un nombre y un mandamiento nuevo. Su
nombre significa Fuerza, a lo cual responden: Belleza; y su mandamiento es el
Amor. Leed en prueba (de ello) los capítulos 7 y 6 del primer libro de los
Reyes, en los que encontraréis (descritas) las maravillosas obras de Hiram
durante la construcción de la casa del Señor.
Graham, por suerte maestro de las logias,
además de Enquam Ebo, a 24 de octubre de 1726, a todos y a cada uno
de aquellos de nuestra fraternidad que quieran instruirse con esto.