Una Letra. ¿Qué es?
Impresiones
del hombre en espiritualidad
No se ha dicho en vano que el mundo fue
creado con Letras. Hay Veintisiete patrones y Veintisiete Leyes por las
cuales somos activados si sabemos cómo responder correctamente. Estas
Veintisiete Letras están en nosotros.
Nosotros responderemos correctamente cuando
reconozcamos la sabiduría de la Dirección Superior y supervisión de estas Letras.
Leer las Letras no es como leer una historia,
sino que es necesario saber cómo adquirir sus Veintisiete Atributos. Entonces,
cuando una persona lee las palabras coloca sus Letras internas sobre los Símbolos
externos y se incluye en el texto. Entra en la sensación del Mundo Superior,
uniéndose y encontrándose con el autor en aquel lugar en donde el autor compuso
una y cada Letra del libro.
Una persona que adquiere estos Veintisiete
patrones o Vehículos Espirituales podrá leer el Zohar y experimentar las mismas
sensaciones, las mismas impresiones que Shimon sintió cuando estaba escribiendo el libro.
Durante nuestros tiempos, cuando la ciencia,
la política, y la sociedad en general están faltas de dirección, esta carencia
se manifiesta de la manera en que nos sentimos acerca del mundo y en la
realización de que no tenemos suficiente información acerca del mundo en que
vivimos; parece ser que hemos perdido nuestro camino. La pregunta principal es
“cómo puede la humanidad desarrollarse más adelante? Vemos que el hombre está
gradualmente siendo empujado hacia todas aquellas preguntas importantes, “¿cuál
es el caso?” “¿qué es la vida?”, ¿qué es este mundo en el que vivo?”
El hombre siente la urgencia de descubrir la
verdadera realidad; su falta de conocimiento acerca de las verdaderas Leyes
de la realidad es la razón por el no saber cómo sobrevivir o cómo lidiar con la
vida.
A través de miles de años de experiencia la
humanidad ha descubierto que la percepción de la realidad a través de los cinco
sentidos no es suficiente y que constantemente cometemos errores. Desde el
momento en que nos damos cuenta que nos falta conocimientos de, inclusive
las Leyes más generales también entendemos que nunca sabremos cómo
comportarnos unos con otros, con la naturaleza, y con nosotros mismos, si no
entendemos estas Leyes.
La falta de entendimiento de la realidad en
general se ha convertido en un problema a escala mundial.
A través de la Sabiduría de la Kabbalah podemos estudiar
el método para revelar los poderes de la realidad en general; esas fuerzas que
supervisan y administran la realidad entera.
Como los antiguos libros de Kabbalah
proclaman, la gente llegará a la sabiduría y comenzará a demostrar interés y a
ocuparse de ella, porque descubrirán la naturaleza real de la Sabiduría de la Kabbalah.
Para ganar la verdadera sensación de nuestra
completa realidad completa, la cual está afuera del ámbito de nuestros cinco
sentidos, nosotros debemos estudiarla correctamente. Entonces, cuando lo
hagamos, y deseemos comprenderla, un nuevo y amplio mundo se abrirá para
nosotros.
Este nuevo mundo se llama el “Mundo Superior”
ó “Mundo Espiritual”; pronto comenzaremos a Sentirlo. La pregunta es, cuando lo
Sienta, ¿cómo expresaré mis Sentimientos?, ¿cómo investigaré lo que Siento?,
¿cómo voy a pasar esta información a alguien más?, ¿cómo podremos compartir esa
realidad con alguien que también la siente?
Esta
realidad es una realidad amplia, elevada y auténtica.
¿Por qué auténtica? Porque yo la percibo fuera
de mi, y no con mis cinco sentidos. Y es lo que está sucediendo afuera de mi
sin que yo esté en la situación, como si la cosas estuvieran ocurriendo sin
estar yo ahí. Es difícil porque yo tengo una sensación pero no sé cómo
llamarla. Yo no sé cómo llamar a cosas que me están sucediendo, cómo describir las
emociones que siento.
Un
punto en la luz blanca
Los Kabbalistas usan Símbolos que se derivan
de nuestra realidad para describirlos; la “realidad” en sí “Luz Blanca” – una
Luz Superior que no tiene color, ni figura. Cuando el hombre comience a sentir la
realidad superior, esta Luz entra en él un poco, sólo lo suficiente para que él
comience a revelarla. El se convierte como un punto en la Luz , y ese es el comienzo del
“Vehículo Espiritual”. Más tarde, el hombre se desarrolla hacia la Luz Superior , hacia la Ley general de la realidad.
Comienza a experimentar cambios en él mismo –del hombre, de la realidad, del
mundo.
Un
punto, una línea, derecha, izquierda, arriba, abajo
El hombre Siente la existencia de los
movimientos y los describe: derecha, izquierda; no es semejante al derecho e
izquierdo de nuestro mundo pero aún así es como él Siente, que los movimientos
corresponden a las ocurrencias de nuestro mundo, arriba, abajo y demás. En
adición al punto, líneas comienzan a formarse en él, y muchos más tipos de
formas.
Sentimos balance en nuestras relaciones, el
hombre siente cambios dentro de él, diferentes estados que siente como
movimiento.
Esas Letras tienen que ser escritas de alguna
manera. Es por eso que los Kabbalistas crearon un lenguaje: el Lenguaje de la Kabbalah. En realidad,
Letras.
¿De dónde vienen las Letras? Aprendemos que la Luz que llega a una persona se
expande en ella, y le da el propósito de su existencia en el mundo. El
propósito se llama (Taamim). Quiere decir que la persona siente propósito,
gusto, por el hecho que está en el mundo. Más tarde, cuando el placer, la Luz , el sentido de propósito
en estar en la realidad del mundo lo abandona, se le llama Nekudot – “puntos”.
Los puntos elevan, el Sentimiento deja a la persona. Puntos negros en un fondo
blanco. Los puntos son impresiones del placer.
La memoria de recibir algo, un Sentimiento, la
sensación del propósito que pasa se le llama “Tagin”.
Las Letras entonces son impresiones de mi
existencia en el mundo. Son la falta, los deseos de la
siguiente satisfacción.
De acuerdo a esta regla, una persona primero
siente la expansión de la Luz ,
después el arribo del placer causado por la sensación de la Luz. Lo llena y después lo
abandona. Este proceso crea en una persona un vacío o un hambre por la Luz. De estas acciones y
experiencias edificamos y construimos nosotros mismos repetidamente a través de
la expansión y de la salida de la
Luz.
Así es como las Letras son construidas. En esa
forma exacta los Kabbalistas describen las Letras de nuestro alefabeto, a
través de Veintisiete letras: Veintidós formas regulares y Cinco formas
finales.
¿Dónde están estas formas o Letras en el mundo
espiritual que estamos estudiando?
Cuando el hombre investiga el mundo espiritual
lo encuentra en partes que son llamadas Keter y Jojmá, a las cuales él no puede
acercarse para nada. Puede sentirlas, pero él todavía no tiene ninguna
impresión de ellas porque están por encima de él. Estas dos partes juntas se
llaman Galgalta VeEynaim. Keter – Galgalta, y Jojmá – Eunaim.
Hay también otra parte en la cual el hombre si
revela las formas o las fuerzas que actúan sobre él. Incluye Biná, Zeir Anpin,
y Maljut. Juntas son llamadas AHaP –(Ozen, Hotem, Peh) oído, nariz y boca–AHaP. Todas las Letras son
nuestras impresiones de Biná. Estas son las formas de las Letras de Alef hasta Tet. Las Letras de Zeir
Anpin son Yud hasta Tzadi, y las Letras de Maljut son Kuf, Resh, Shin y Tav.
Veintidós Letras, más las Cinco Letras finales. Mem, Nun, Tzadi, Pey, Kaf;
Estas son Letras de Maljut misma, y el hombre no se puede conectar a través de
estas Letras a la sensación del Mundo Superior o Luz Superior.
Sin Embargo,
Keter, Jojmá, Biná, ZA, y Maljut– las cuales están adentro de Maljut, asisten a
Maljut y de esta manera hay Veintisiete Letras.
MANTZEPA”CH
(Mem, Nun, Tzadi, Pey, Kaf) y Veintidós Letras más
Las Letras, podríamos decir, son Maljut –que
es el “YO” de la persona, la cual se conecta con todas las Behinot (etapas) que
le preceden las impresiones del hombre de la Luz Superior al nivel
al cual él pueda penetrar en la realidad que está afuera de él.
Nosotros normalmente percibimos nuestro mundo
con nuestro cinco sentidos. Esto es lo que nos entra. Lo que entra en mí es mi
“Yo”. Esa impresión es lo que yo llamo “mi mundo” o “este mundo”. Pero si yo Siento
lo que está afuera de mí, se le llama el “Mundo Superior”, esa es toda la
diferencia.
La extensión a la cual el hombre sea capaz de
moverse afuera de sí mismo y sentir el mundo, esa será el Maljut, ZA y
Biná. Alguna sensación de Keter y Jojmá
también pueden ser alcanzadas, pero como no hay Letras ahí el hombre no puede
percibirlas sólo con su vehículo. Es una limitación que después desaparece al
estudiar la Sabiduría
de la Kabbalah.
Por eso todas nuestras letras, por ahora, son
MANTZEP”ACH (Mem, Nun, Tzadi, Pey, Kaf) más veintidós letras.
Cada Letra
es cierto atributo del Mundo Superior
En una persona que comienza a entrar en la
espiritualidad aún en el grado más pequeño, inmediatamente cualquier
información que adquiera incluye todas las Veintisiete Letras.
Aún la cantidad más pequeña de Luz que él
perciba le permite comenzar a sentir movimientos, comprendiendo la
interconexión de las letras.
Cada
Letra es un cierto código, una regla o un atributo que el hombre percibe
en el Mundo Superior. En “El Talmud de las Diez Sefirot” el cual es nuestro
principal libro de estudio, aprendemos por ejemplo que la Letra Alef está construida
de un Yod superior –Galgalta VeEynaim– esa parte de Keter y Jojmá. La parte
inferior de la Letra
es –AHaP, y el medio es lo que se le llama Parsá: un borde que separa la parte
que yo puedo alcanzar, investigar, y la parte que queda escondida de mí.
O por ejemplo; hay formas de Letras que cruzan
la línea. Eso es en orden para que alguna Luz sea atraída del Mundo Superior
hacia el mundo inferior y de esa manera reviva los vehículos, las almas que
todavía no se pueden elevar pero que la
Luz las ayudaría a despertar.
Hay Letras completamente cerradas, como el
Samej y el final Mem que apuntan a la integridad del Vehículo, la integridad de
lo logrado. Una persona que entra a una propiedad como el Samej, la cual es la
propiedad de Biná, está como en una matriz, algo que lo envuelve, lo rodea, lo
cuida, y lo defiende como el Arca de Noé, las mismas propiedades. El concepto
que existe en espiritualidad llamado “La matriz de la Madre ” ilustra un estado en
donde el hombre es como un punto, un feto que va hacia el Mundo Superior para
que lo desarrolle y le permita crecer internamente.
El movimiento del hombre hacia arriba a través
de tres niveles: De Maljut a Zeir Anpin a Biná.
1: El primer nivel de logro es el recibir o
sentir la “Luz de Nefesh”.
2: Segundo nivel – El recibe “La Luz de Ruaj”.
3: Tercer nivel – El recibe “La Luz de Neshamá”.
4: Entonces nuestra esencia interna es llamada
“Neshamá” (alma).
Hay dos niveles más elevados: Keter y Jojmá,
los cuales no logramos.
Son llamados Jaya y Yejidá. Debido a que
nosotros no los logramos no tienen ninguna forma y no hay posibilidad de que
podamos sentirlos claramente o expresarlos a otros.
¿Por qué las Letras expresan solamente una
parte de nuestra sensación?
Aún cuando nosotros podamos investigar algunos
de nuestros Sentimientos y escribir sobre ellos o hasta hacer una ciencia de
ellos, hay algunas fuerzas que actúan en nosotros, con las cuales todavía no
somos capaces de lidiar.
En la Sabiduría de la Kabbalah es expresado de
esta manera: Tenemos la posibilidad de investigar el Mundo Superior cuando
estamos en vehículos de otorgamiento, si estamos en la propiedad de “otorgar
por otorgar”. Pero si nuestro estado es ese de “Recibir para Dar” no somos
capaces de alcanzar esos Mundos Superiores.
Fuente: Michael Laitman