Oh, Tú la más singular e indecible Presencia,
Primero y Último en el universo,
aviva la furia de mi fuego
y quema la escoria de mi ser.
Limpia mi alma contaminada.
Báñame en tu imponente Luz.
Libérame de mi pasado;
despréndeme de mis linderos.
Úneme con la Esencia Una oculta en mi
vida,
en la que radica mi única fuerza.
Lléname con tu Presencia.
Permíteme ver a través de tu Ojo;
concédeme el
ingreso a tu Mente;
permíteme resonar con tu Sagrada
Voluntad.
Hazme transparente a tu Llama,
y modélame en una lente para tu Luz únicamente.
Transmútame en una Piedra incorruptible
en tu eterno servicio,
como la Luz dorada que te rodea.