domingo, 24 de julio de 2011

MANCO INCA REPRESENTA LA SUPREMA VOLUNTAD FRENTE A LA ADVERSIDAD, RETOMAR SU LEGADO ES UN IMPERATIVO NACIONAL

 



Cuando revisamos la historia de nuestro país y observamos su oscurantismo interesado de algunos grupos que manejan nuestra nación y ante la mirada atónita por demás complaciente de muchos historiadores y autoridades gubernamentales por no querer difundir la verdadera realidad histórica de nuestro pasado, nos sentimos defraudados por tan cruel accionar que no sólo ensalza a quienes se beneficiaron de las riquezas de nuestro país, sino que tal decepción se hace más grande al ocultar lo maravilloso de nuestra cultura y de nuestra valentía guerrera del pasado en pos de defender el suelo patrio. Por ello es necesario que los peruanos de corazón tratemos de revertir tan cruel realidad, a través de la educación sistémica, difundiendo los hechos en su verdadera magnitud.
El presente instructivo trata sobre la epopeya de MANCO INCA que fue una verdadera Guerra de Reconquista contra el invasor español, lejos estuvo pues de ser una breve rebelión rápidamente sofocada como se ha querido hacer creer. Pues no es así, para ello haremos un recuento histórico de dicha acción revolucionaria iniciada en 1536, que abarcó el amplio territorio del Imperio de los Incas a lo largo de ocho años de incansable batallar, donde se podrá notar la participación decidida de collas de las jalcas, antis de la amazonia, yungas costeños y principalmente los quechuas cordilleranos, no sin antes hacer una breve reseña biográfica del organizador, propulsor y líder de tal gesta MANCO INCA.
Esta rebelión constituyo el movimiento de mayor envergadura frente a España durante el siglo XVI, donde se sitiaron las ciudades del Cuzco y Lima, aparecieron grupos insurgentes en todo el país, donde murieron aproximadamente dos mil españoles conquistadores, incluidos dos de los Pizarro, además de decenas de miles de indígenas y esclavos africanos que respaldaban a los hispanos. Temblaron los castellanos, que incluso la corona española tuvo que enviar refuerzos para reforzar la resistencia española.
Pero no sería adecuado realizar un tratamiento de tal acontecimiento histórico sin determinar las causas y consecuencias del mismo a fin de conllevar a la reflexión sobre el mismo y de la actitud asumida en el contexto en que se desarrolló, para entender la importancia para su estudio.
Es nuestra intención la de no sembrar rivalidad contra la raza española sino la de decir la verdad y de ensalzar las proezas de nuestros antepasados que mucho de ello nos han legado y de lo cual debemos sentirnos más que orgullosos.
Esperamos que esta iniciativa, sirva a los estudiantes para tomar la posta e iniciar la reconstrucción de nuestra patria, partiendo de la amplia historia ancestral, sólo así; nos sentiremos satisfechos, observando que nuestro esfuerzo por sintetizar y propagar tal posición no ha sido un grito al vació.
  
I. REBELIÓN DE MANCO INCA
I. BIOGRAFÍA
Manco Inca, hijo principal de Huayna Capac y de la colla Mama Runtu, entre aproximadamente 300 hermanos nació en el Cuzco posiblemente en el valle de Yucay por el año 1516
Poco se conoce sobre su infancia, pero se sabe que creció al amparo de los amauta y junto a su hermano mayor Huáscar, en la ciudad imperial (Cuzco), fue instruido en historia más que en otra ciencia, fortaleciéndose físicamente subiendo a la carrera Sacsahuamán o batiéndose con amainas o huaracas.
Tenía aproximadamente 12 años cuando murió su padre Huayna Capac por el año 1528, bajo el padecimiento de la viruela, que dejaron los españoles durante su segunda expedición.
Cuando se llevó a cabo la violenta represión de los Hurín contra los Hanan, varios nobles lograron escapar de estas bárbaras medidas punitivas, entre ellos el mozo Manco Inca, quien contaba con aproximadamente quince años y siguiendo consejos de sus mayores se protegió en la espesura de las altas selvas del Cuzco.

Ya por el año 1532 o 1533 reaparece, decidido a recuperar el trono, es así que convencido en un inicio del apoyo de los castellanos, para vencer a sus enemigos, prosigue su avance al Cuzco aclamado por la gente, siendo reconocido Rey por los viracochas.

Tras las celebraciones fastuosas por el triunfo de la legítima dinastía cuzqueña, vio venir lentamente el desengaño, observando en los españoles una conducta aberrante (violaciones, robos, torturas, saqueos, humillaciones y asesinatos, del respeto pasaron los españoles al vejamen; y del cinismo a la burla, incluso él mismo tuvo que soportar varios ultrajes, estando dos veces preso y encadenado a cambio de pagar valiosos rescates por su libertad.
Esto hizo que en 1536 tomará la determinación de emprender la reconquista del Imperio Incaico y expulsar a los peninsulares castellanos, constituyéndose este valeroso inca en la pesadilla de los invasores por muchos años.
Murió asesinado en 1544 en Vitcus (hoy Machu Picchu, para algunos; para otros Huamanga o Vilcabamba), cuando tenía 24 años de edad
II. REBELIÓN DE MANCO INCA

2.1. CAUSAS
Desilusión por la actitud los españoles sus aliados, pues el nuevo inca pasó ser tratado como una figura decorativa que ya no servía para los intereses peninsulares, vio venir lentamente el desengaño, observando en los españoles una conducta aberrante (violaciones, robos, torturas, saqueos, humillaciones y asesinatos, del respeto pasaron los españoles al vejamen; y del cinismo a la burla, incluso él mismo tuvo que soportar varios ultrajes, estando dos veces preso y encadenado.

2.2. EL JURAMENTO DE INCA MANCO AL INICIO DE LA REBELIÓN
El juramento de Manco Inca Yupanqui y sus capitanes en el pueblo de Calca, en mayo de 1536, constituye un acto trascendental para la Historia del Perú y de su ejército, porque significó el compromiso de los incas de luchar hasta la muerte, para echar a los españoles del Tahuantinsuyo y restaurar la antigua soberanía Inca.
Terminada este acto ceremonial, Vila Oma el sumo sacerdote es nombrado Capitán general del ejército imperial y Paucar Huamán como "maestre de campo".
 
2.3. CONCENTRACIÓN DE LAS FUERZAS INCAICAS
En los primeros días de mayo de 1536 comenzó la concentración en torno la ciudad del Cuzco, de las fuerzas provenientes de cada uno de los "suyos" que se estima que llegaron aprox. 50,000 a 100,000 hombres de guerra.
Según Titu Cusi Yupanqui aparecieron por:
·         Carmenca, los Chinchaysuyo al mando de Cori Atao Cuyllas y Taypi;
·         Los condesuyos por Cachicachi, con Huamán Quicana y Curi Hualpa;
·         Los Collasuyos con llicllic; y
·         Los Andesuyos con Anta Allca y Rampa Yupanqui.

2.4. SUCESOS SIGNIFICATIVOS DE LA REBELIÓN
2.4.1. Ataque al Cuzco
A fines de abril de 1536 manco Inca decidió atacar en siete frentes distintos la ciudad del Cuzco, pero sin embargo el inca, no atacó de inmediato, pues decidió tomar primero Sacsahuamán, derrotando a los Cañaris que habían sido conminados por los españoles a defender la fortaleza tras dos días de combate, prosiguiendo luego a la ciudad imperial, el ataque prosiguió casa por casa a fin de no permitir descanso a los oponentes, penetrando poco a poco a la ciudad , la lucha fue incesante y agotadora.

Los españoles tuvieron su noche triste y terrible que parecía nunca acabar al extremo que toda la gente española fue reducida hacia la plaza y grandes construcciones aledañas, queriendo en muchas oportunidades los españoles abandonar la ciudad.
Hernando Pizarro sugirió entonces retomar la fortaleza de Sacsahuamán, punto fuerte de donde provenían los ataques comandados por Vila Uma para cuyo efecto optaron por un ardid del presunto abandono de la ciudad por el camino de Chinchaysuyo, consiguiendo que los incas salieran tras ellos, siendo retomada por los castellanos, esta batalla habría de durar tres días, esta fortaleza fue recuperada a fines de mayo de 1536.

2.4.2. Campaña inca contra las expediciones españolas socorristas
En vista de la situación en el Cuzco, Francisco Pizarro envío entre mayo y julio varias expediciones para auxiliar a sus hermanos, pero todas fueron destruidas por Quisu Yuipanqui, que operaba en la sierra central.
·         La primera al mando del Capitán Gonzalo de tapia la deshizo en la sierra de Huaytará.
·         La segunda al mando de Diego Pizarro La destruyó en Parcos.
·         La tercera comandad por el Capitán Juan Mogrovejo de Quiñones, igualmente en Parcos.
Pizarro al conocer estos desastres, solicitó auxilio a otros dominios, incluso a su rival Pedro de Alvarado, el cruel Gobernador de Guatemala.
·         La cuarta expedición comandada por el capitán Alfonso de Gaete fue desbaratada en Hatún Jauja, luego de la deserción de Cusi Rimachi otro hijo de Huayna Capac.
·         La quinta expedición comandada por Francisco de Godoy quien siguió el camino de Jauja al enterarse de lo ocurrido a Gaete, no tuvo valor de enfrentarse a Quisu Yupanqui, huyendo hasta la ciudad de Lima.
2.4.3. El cerco y ataque a Lima

Manco inca Yupanqui que seguía batallando por tomar el Cusco, al conocer de los grandes triunfos de Quisu Yupanqui, le ordenó que marchara a Lima para destruir la fuerza española. Quisu Yupanqui siguiendo las órdenes del inca partió del valle de jauja con un efectivo aproximado de veinte mil hombres acompañado de: Páucar Huamán, Illa top; Yanqui Yupanqui, Puyo Huillca, Hualpa Roca, Apu Siloalla, Allin Songo Inca y otros capitanes.
Avanzaron sobre Lima en tres direcciones:

·         Por el camino norte, los tramas, atavillos,huánucos y huaylas.
·         Por el Sur los angaraes, huancas, yauyos, y chavircos.
·         Quisu Yupanqui descendió de la sierra de Huarochirí por el pueblo de Mama.

Iniciándose así el asalto a Lima, durando poco ya que Quisu Yupanqui fue muerto por la arremetida de la caballería, cuando ya empezaba entrar por las calles.
Los indios aliados a los españoles fueron el sostén de este grupo español procediendo a replegarse las fuerzas rebeldes hacia el valle de Chillón y un segundo batallón por el camino de Huarochiri.
2.4.4. Contraofensiva enemiga
Poco después de la retirada llegó desde la región de Chachapoyas, Alonso de Alvarado y sus tropas, luego otros contingentes de las colonias hispanas que acudieron al llamado de auxilio de Pizarro, con lo que organizó un poderoso ejército experto en guerra contra indios.
Los incas decidieron defender la sierra central para evitar el avance de los españoles hacia el Cuzco.
Alonso de Alvarado partió el 8 de noviembre de 1536 al mando de ochocientos cincuenta hombres, además de tropas aliadas Huancas y inició la contraofensiva. Produciéndose el primer encuentro en el adoratorio de Pachacamac, donde fueron derrotados los incas tomando prisioneros a otros siendo cruelmente victimados.
Posteriormente hubo otro encuentro con la guarnición inca de Atún Jauja posesionándose de este valle.Seguidamente vinieron los combates de Tarm, Chincaycocha, Angoyacu, Ayaviri y Huarochiri. así mismo en Comas y Antamarca.
2.4.5 Rumbo al Cusco de la Contraofensiva

Reducida la resistencia Inca en la sierra central, probablemente en el mes de Marzo de 1537, Alvarado inició la marcha hacia el Cuzco.
Luego de poco recorrido tuvo que combatir en el puente de Huarichaca , produciéndose duros combates, que lo hostigaron constantemente produciéndose un nuevos combates de Uripa, Curampa y Cocharapa, llegando a Cochacasa luego de un mes de marcha.
Casi al mismo tiempo, Diego de Almagro de regreso de Chile junto con Paullo Inca, acampó en el pueblo de Urcos e inició negociaciones con Manco Inca Yupanqui, para la ocupación del Cuzco. Posteriormente, al constatar que Alvarado había acampado en Cochacosa y Diego de Almagro en Urcos, tentó la alianza con este para la ocupación del Cusco y apresar a los Pizarro. Pero tales negociaciones fracasaron por las intrigas de paullu Inca, que aspira ceñirse la borla. Rotas las negociaciones, Almagro y Paullo, el 8 de abril después de unas escaramuzas entraron en el Cusco y apresaron a los Pizarro.
Manco Inca retornó tambo y dispuso se levantara el asedio ordenando el repliegue de sus fuerzas hacia la región de Vilcabamba.
El 12 de Julio de 1537 tras la derrota de Alonso de Alvarado por Almagro, Manco Inca propone a Paullu luchar juntos para expulsar a los castellanos, siendo sarcásticamente rechazado.
El 15 de setiembre de 1537, parte Almagro y su ejército del Cusco llevando consigo prisionero a Hernando Pizarro, craso error que le costaría la vida en Julio de 1538.
2.4.5. Nuevas campañas incas
El año 1538 fue difícil para Manco Inca, ya que después de reprimir a los hunazas tuvo que enfrentar a los pizarristas, a loas de su hermano Paullu y otras huestes provincianas que luchaban contra su causa..
Luego de muchas batallas termina la campaña en el Collasuyo a fines de 1538 e inicios de 1539, desfavorables a Manco inca.1539, tal vez fue el año de las más ardua lucha y ferviente resistencia de Manco Inca, debido a los reveses que sufría sus tropas, quien tuvo que hincar una rápida retirada en la misma que dejó a su esposa la coya Cura Ocllo y su hermano Cusi Rimachi, capitán general de su ejército, quienes fueron prisioneros. Luego de que Pizarro ofreciera el intercambio de estos por su rendición y que fuera rechazada por Manco Inca se dio muerte a los infortunados prisioneros.
En el valle de Yucay la represalia contra el inca terminó con la quema de Vial Uma, Tisu Yupanqui, Taypi, tanqui Hualpa, Orco Huaranga, Atoc Suqui y otros.
Esta desgracia aumento el valor moral del Inca quien prosiguió la lucha, poniendo en zozobra a sus enemigos.
De marzo a julio de 1541 amenazó constantemente Huamanga y en el mes de octubre pretendió marchar al Cusco.
2.4.6. Fin de la rebelión

Entre los años 1542 a 1544 el ejército de Manco Inca quedó reducido a los efectivos del reducto de Vilcabamba, deshecho la resistencia de Illa Topa en Huánuco.
Al parecer en 1544 el Inca quiso negociar con el Virrey Balsco Núñez Vela , lo que su frustró por el asesinato de este.
A mediados de 1544 se pierde la huella de las actividades bélicas del inca después de los conatos de incursión sobre Huamanga y el Cusco, hasta que llegó la fatal noticia de que había muerto asesinado por los almagristas quienes había hospedado.

2.4.7. Muerte de manco Inca

Para salvarse de las represiones de los Pizarro tras las batallas de Chupas, varios almagristas buscaron refugio en las montañas de Vilcabamba; ofreciendo sus servicios a Manco Inca; quien les brindó generoso asilo en su propia fortaleza.
Sin reconocer la hidalguía de aquel gesto, los refugiados tramaron, tiempo después el asesinato del, luego tomando como pretexto diferencia en el juego de herrón, cayeron sobre Manco Inca siete almagristas, atravesándolo a puñaladas. Los asesinos emprendieron fuga pero fueron alcanzados por la escolta del inca, a quienes dieron muerte.
El joven rey tuvo una larga agonía, pero aun así ordenó proseguir la lucha, muriendo luego en 1536.

ALBERT JEST