domingo, 22 de julio de 2012

ELEMENTALES DEL AIRE- PARALDA




Arcángel Rafael



Si estás de pie en la bruma mañanera y miras hacia el cielo, justo cuando el sol se eleva, puede que tengas la suerte suficiente para captar un resplandor fugaz de una forma brumosa y oscura de azul neblinoso saltando entre las nubes en el borde del viento. Este es Paralda, y su Reino está alrededor nuestro, pues él es el Señor del Elemento Aire, y reside bajo la jurisdicción del Arcángel Raphael, su Amo.




Paralda  




Cuando quiera que se invoque la protección de Raphael, se puede ver a Paralda emergiendo al lado de él, listo para desempeñar su papel; juntos dirigen y comandan el movimiento del Aire y los esquemas del pensamiento alrededor de la tierra. Quienes ven a este Rey Poderoso, dicen que surca por los cielos con alas de telaraña, sus ondulantes cabellos con rayas de luz del sol, y sombreados con la blancura grisosa de las nubes que lo rodean. Sus ojos son de plata, rayos de luna rasgados, danzantes y alertas; la forma tenue de su cuerpo desmiente su fuerza, pues aunque puede parecer tan suave como el toque de la primavera en tu mejilla, su poder es tan salvaje e imprevisible como un aullante viento del este.

Se nos dice que, con solo una mirada, puede captar los secretos de nuestros pensamientos más profundos en el momento fugaz de su fija mirada penetrante, y cuando habla lleva en su voz el sonido arrullador de los breves ventarrones de verano, o de las leves brisas otoñales. Es por el aliento de las órdenes de Paralda que controla a los seres elementales diminutos de su reino, conocidos como los Silfos. Prontos y graciosos, se reúnen para rodearlo, con sus plateadas formas etéreas e indefinidas de duendes.





Elemental del Aire

Se dice que se los puede oír a menudo susurrar en las copas de los árboles, mientras que circulan por los cielos con los pájaros del aire. Pero tenemos que ser rápidos para darles un vistazo, pues siempre están en movimiento, siempre cambiando de forma, subiendo y deslizándose, surcando y bajando en picada, delgados bailarines sin esfuerzo, tremando en la respiración del viento.



Fuente: Order of the White Lion - Traducción de Artemidoros