Sumerland: Tierra del eterno verano.
Todos estamos compuestos por:
El cuerpo físico.
El alma
El espíritu.
Nuestro cuerpo fisico es finito, termina por morir tarde o temprano.
El alma es el contenedor de nuestros sentimientos. Recién nacidos solo traemos dos sentimientos: el amor y el odio,pues ambos son eternos y muy fuertes, y uno es la contraparte del otro. Conforme crecemos vamos aprendiendo sentimientos diferenciados: rencor, ira, recelo, perdón, alegría, euforia,gracia. Esos sentimientos que son lecciones aprendidas, las vamos acumulando en el alma. De ellas también se sirve nuestro espíritu para aprender y crecer. Pero el alma NO REENCARNA y puede también ser finita, sino se cuida apropiadamente. Al igual que nuestro espíritu, el alma es energía, pero es una energía que, una vez pasa a formar parte del TODO, no retorna.
El espíritu por su parte, es infinito. ES la parte verdaderamente nuestra que SI REENCARNA y que al ser eterno, por ser parte de la energía del TODO, va creciendo, madurando para llegar a alcanzar niveles de perfección.
Es nuestro espíritu (nuestra esencia misma) el que alcanza la Tierra del Eterno Verano.
Esa tierra recibe diversos nombres (y hasta características) de acuerdo a las diversas tradiciones: cielo, Valjala, Campos elíseos... y hasta los ufólogos tienen su propio cielo.
Es la tierra del descanso, la tierra de la perfección. Aquella en la que compartimos antes de reencarnar.
Fuente: Astarté
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