16/4/2013 de Dartmouth University
En un momento geológico, hace unos 66 millones de años, algo mató
casi todos los dinosaurios y cerca del 70 por ciento de todas las
especies que vivían en la Tierra. Sólo aquellos dinosaurios relacionados
con pájaros parecen haber sobrevivido. La mayoría de los científicos
están de acuerdo en que el culpable de esta extinción fue
extraterrestre, y la opinión prevaleciente ha sido que el aguafiestas
fue un asteroide.
No exactamente, afirman dos investigadores de Dartmouth. Los
profesores Jason Moore y Mukul Sharma, del departamento de Ciencias de
la Tierra, prefieren otra explicación, afirmando que un cometa a gran
velocidad condujo a los dinosaurios a la catástrofe.
La teoría de la extinción por un impacto empezó con descubrimientos
del físico y premio Nobel Luis Álvarez y su hijo, el geólogo Walter
Álvarez. En 1980 identificaron concentraciones extremadamente altas
del elemento iridio en una capa de roca conocida como el límite K-Pg
(anteriormente llamado K-T). La capa marca el final del periodo
Cretácico (abreviado con "K"), la época de los dinosaurios, y el
comienzo del periodo Paleógeno, con su notable ausencia de grandes
lagartos.
La
comunidad científica hoy en día busca en el cráter Chicxulub,
profundamente enterrado y parcialmente sumergido, de 177 km de ancho en
Yucatán (México), como el lugar donde el asteroide que traía la muerte
aterrizó.
La pareja de Darmouth compiló todos los datos publicados sobre
iridio en el límite K-Pg. En su análisis final encuentran niveles de los
elementos mucho inferiores a lo que los científicos han estado usando
durante décadas. El nivel bajo debilita los argumentos que apoyan una
explicación a base de un impacto de asteroide. Sin embargo, la
explicación con un cometa reconcilia los indicios contrapuestos de un
cráter de impacto enorme con los niveles revisados a la baja de
iridio/osmio en el límite K-Pg.