sábado, 26 de enero de 2013

LA GRAN LOGIA PATRIÓTICA DEL PERÚ ANUNCIA EL LL.·. DE CC.·. DE LA R.·.L.·.S.·. CAPITÁN JULIO PONCE ANTÚNEZ DE MAYOLO Nº 22











EL CONFLICTO DEL ALTO COMAINA


En 1981 las Fuerzas Armadas del Perú tuvieron que responder, nuevamente, con energía a las inadmisibles pretensiones ecuatorianas.

Efectivamente el 22 de enero de 1981 el Mayor EP Rubén Polanco Pacheco -quien piloteaba un helicóptero desartillado de la Aviación del Ejército del Perú que realizaba una misión de abastecimiento, en la zona fronteriza con Ecuador- descubrió ese día, de manera casual, que tropas del Ecuador habían fijado en territorio peruano un Puesto Militar de Vigilancia semiconstruído con material noble. El Mayor Polanco tenía dudas. Hizo otro vuelo de reconocimiento y constató que verdaderamente había infiltración. Los efectivos ecuatorianos atacaron y abalearon alevosamente al helicóptero de la Aviación del Ejército del Perú piloteado por el Mayor EP Rubén Polanco Pacheco, que con mucha pericia logró evadir las balas enemigas. El mismo Mayor Polanco comprobó que también habían sido invadidos los Puestos de Vigilancia Nros. 3 y 4 e inmediatamente informó a sus superiores.

Obviamente no solo el PV-22 había sido levantado por los invasores en territorio peruano, los ecuatorianos habían establecido además varios puestos militares en varios puntos de la frontera nororiental de la Cordillera del Cóndor y ocupado tres Puestos de Vigilancia (abandonados por las fuerzas peruanas en 1978), dos a orillas del río Comaina y el otro muy cerca del río Campana. Los ecuatorianos habían utilizado doble toponimia, logrando confundir a mas de un gobierno.

Astutamente las autoridades ecuatorianas denunciaron que un helicóptero de bandera peruana había sobrevolado sus Puestos de Vigilancia de Paquisha y Mayaico dejando herido a un soldado.
Lo cierto era que el mencionado helicóptero fue el que descubrió la invasión.

El ataque que no tenía ni tiene justificación ante la faz del mundo civilizado, pretendió ser explicado por el país del norte señalando que se había realizado dentro del territorio ecuatoriano, en una localidad denominada Paquisha.

Pronto se descubrió que todo no era sino parte de una premeditada estrategia política, diplomática y militar, destinada a engañar al mundo y aún al propio pueblo del Ecuador. La verdad simple y llanamente era que los soldados ecuatorianos se habían infiltrado durante varios meses en algunos Puestos de Vigilancia (PV) dentro de territorio peruano (PV-22, PV-3, PV-4 NUEVO, PV-4-A, PV-4-B ANTIGUO y PV EL MIRADOR). Se habían instalado cómodamente, edificando infraestructura que aún es posible apreciar y que demuestra las intenciones de permanecer allí por parte de los soldados ecuatorianos. La monstruosidad llegó al colmo cuando se descubrió que uno de esos puestos de vigilancia había sido denominado indebidamente con el nombre de una localidad ecuatoriana Paquisha. Se descubrió la existencia de una falsa Paquisha.

Detrás de toda esta estrategia ecuatoriana destinada finalmente a desconocer el Protocolo de paz, amistad y límites de Río de Janeiro de 1942, firmado sin presión alguna por ambos países -Perú y Ecuador- con la garantía de Estados Unidos de Norteamérica, Argentina, Brasil y Chile y con la concurrencia total de todos los Cancilleres del hemisferio; detrás de toda esta estrategia, decimos, no existían simplemente motivos bélicos. Habían evidentes propósitos políticos como es fácil suponer si consideramos que la zona no posee mayores riquezas, es improductiva y agreste.

El entonces presidente ecuatoriano Jaime Roldós Aguilera, en perfecta sincronización con sus fuerzas armadas, había dispuesto que se ocuparan y reacondicionaran 3 puestos peruanos de vigilancia abandonados -ubicados en la vertiente oriental de la Cordillera del Cóndor entre "Jiménez Banda y el Alto Comaina", esto es en territorio peruano- para inaugurarlos personalmente el 12 de febrero de 1981 (llamado día del oriente ecuatoriano), pretendiendo demostrar al mundo que lo hacía desde territorio ecuatoriano. Estas afirmaciones no son meras presunciones peruanas, sino que están minuciosamente reseñadas en el libro "Paquisha toda la verdad" del escritor ecuatoriano Claudio Mena.

La fuerza armada del Ecuador tenía el firme propósito de adueñarse de lo ajeno. Ya hemos hablado de las modernas instalaciones que habían construido dentro de territorio de soberanía peruana. El buen equipamiento de los soldados invasores indicaba, además, su propósito de establecer una férrea resistencia. Las duras características de esta zona (tupidos bosques y una cadena montañosa), hicieron posible las infiltraciones. El Perú país de soldados y caballeros, como alguna vez lo denominara el ilustre patricio argentino Coronel Roque Saénz Peña, había confiado en el buen tino de las autoridades ecuatorianas.

Por otro lado hay una precisión de orden técnico muy importante: Ecuador esta muy cerca de la cumbre de la Cordillera del Cóndor. Perú esta muy alejado. Por lo tanto resulta muy obvio que el Ejército Peruano no podía materialmente poseer muchos puestos de vigilancia, el PV-3 y el PV-4 eran en estas condiciones, lugares propicios a la rapiña extranjera. Ellos fueron indebidamente tomados por los ecuatorianos, ampliados y fortificados. Se instaló armamento sofisticado. Todo eso haría posible que operaran entre 200 y 400 individuos.

No ha existido, por tanto, como se ha dicho alguna vez por desinformación, abandono culposo ni ha faltado vigilancia. Sencillamente los dos Puestos de Vigilancia están ubicados en dos pequeñas quebradas que convergen en el río Comaina.
Dentro de la siniestra maquinaria de estrategia ecuatoriana, hay que hacer hincapié que ella ha quebrado, además, el acuerdo de statu quo suscrito por los Jefes de Estado Mayor General de los Ejércitos del Perú y Ecuador en 1978.

Conocido el hecho se efectuó una reunión de urgencia en el Palacio de Gobierno del Perú en la que participó, además de los altos mandos militares de las Fuerzas Armadas del Perú, el Mayor EP Rubén Polanco Pacheco, quien descubrió la invasión ecuatoriana. La orden del Presidente de la Republica del Perú Arq. Fernando Belaunde Terry fue el desalojo inmediato, y por la fuerza, de los soldados intrusos.

Luego de la confirmación de la infiltración ecuatoriana, el Comandante General de la V Región Militar del Ejército del Perú General de División EP Eduardo Salhuana Mackee, por orden del Alto Mando de las Fuerzas Armadas del Perú fue designado como Comandante del Teatro de Operaciones del Nor-Oriente. El Perú dio al Ecuador un plazo de 48 horas para que sus tropas desocupen los puestos peruanos, pero Ecuador que contumazmente se sentía en su derecho, envío tropas, y el 28 de enero de 1981, ante la negativa de Ecuador de retirar a sus efectivos del territorio peruano, el General de División EP Eduardo Salhuana Mackee decidió acometer la operación de desalojo. Por tierra los soldados estaban a cargo del Mayor EP Roberto Arias Córdova y los helicópteros, a cargo del Mayor EP Rubén Polanco Pacheco. Quien dirigió el operativo conjunto fue el Coronel EP Raúl Basadre; héroe de este conflicto bélico.

El 29 de enero de 1981 en el Teatro de Operaciones del Nor Oriente (TONO), mediante una operación helitransportada desembarcaron 150 hombres en Comaina. La Fuerza Aérea del Perú descubrió que los ecuatorianos habían instalado una ametralladora antiaérea provista de 4 cañones, la misma que disparaba poderosas balas de 50 milimetros de calibre.

En el PV-22 el Ecuador había infiltrado 120 comandos, 80 paracaidistas y 40 soldados de guarnición. Era imposible realizar un ataque por tierra. Se acordó atacar por el aire.


LAS TROPAS ECUATORIANAS SON DESALOJADAS DE FALSA PAQUISHA


Una flota de helicópteros artillados atacó de inmediato disparando fuego nutrido de cohetes contra los objetivos. Las tropas ecuatorianas se replegaron. Los ecuatorianos se habían preparado para repeler un ataque por tierra, pero no se imaginaban la posibilidad del ataque aéreo. Un grupo indeterminado de ecuatorianos fueron abatidos. En la parte peruana fueron heridos un Sub-Oficial y tres soldados.

El 30 de enero de 1981 se dio la orden de recuperar los puestos a como de lugar, las tropas peruanas procedieron a recuperar el PV-22. Paralelamente aviones A-37B de la Fuerza Aérea del Perú bombardearon la zona. Ese día se ejecutó una acción planificada por el Jefe de Operaciones, General de Brigada EP Jorge Montesinos Mendoza, que fue la primera operación aeromóvil en Sudamérica (operación desalojo, a la que se distinguió con el nombre de “Zancudo”). Se llevó a cabo el Plan de Ataque denominado "Operación helitransportada con caída vertical".

En América Latina era la primera vez que se hacía esta operación. Consistía en que 4 helicópteros atacaban el Puesto - Objetivo disparando fuego nutrido de cohetes y balas. Mientras tanto un quinto helicóptero tenía que aterrizar en el centro del puesto infiltrado.
 

En América Latina era la primera vez que se hacía esta operación. Consistía en que 4 helicópteros atacaban el Puesto - Objetivo disparando fuego nutrido de cohetes y balas. Mientras tanto un quinto helicóptero tenía que aterrizar en el centro del puesto infiltrado.

Antes de iniciar el operativo, se pidió un voluntario para que lo dirija.

Se presentó el Capitán EP Mario Angeles.

Como Jefe de la Operación, al mando de una patrulla de 15 soldados, el El Capitán EP Marco Yáñez Rubio subió a ese quinto helicóptero. La misión a cumplir era la de disgregar a las fuerzas ecuatorianas mientras que los demás helicópteros aterrizaban.

Luego de varias horas de combate el Capitán EP Mario Angeles, a bordo del quinto helicóptero, fue el primero en ingresar al Puesto recuperado.

El enemigo no cesaba el "fuego de saturación" es decir disparaban sobre los peruanos sin parar. Mientras que el Capitán EP Marco Yáñez Rubio intentó izar el pabellón nacional peruano, logrando el objetivo, el Cabo EP Roger Ruíz arriaba la bandera invasora. Los derrotados ecuatorianos en su desesperación disparaban contra el pabellón peruano.

Los soldados peruanos de la zona, cuando vieron el pabellón peruano destruido por el enemigo, sacaron fuerzas y salieron disparando de sus trincheras. Se logró hacer huir a los ecuatorianos infiltrados.

Los otros helicópteros aterrizaron con todos los soldados en tierra, Las fuerzas peruanas persiguieron y derrotaron con 60 soldados a mas de 200 ecuatorianos.

Así se logró la impactante captura del "Puesto de Vigilancia 22" construido por los ecuatorianos en territorio peruano y que fuera bautizado por el enemigo como Paquisha y que el Presidente Belaunde lo calificó de "falso Paquisha". El Capitán EP Marco Yáñez Rubio dirigió la primera patrulla que logró dominar el lugar. A las 13.30 horas las tropas intrusas fueron desalojadas de "falso Paquisha", la misión fue cumplida por dos helicópteros de la Aviación del Ejército del Perú y tres helicópteros de la Fuerza Aérea del Perú. Durante el enfrentamiento murieron 29 soldados ecuatorianos. Por el lado peruano solo hubo heridos.

El propio Presidente Belaunde se constituyó en "Falso Paquisha" a las 17.00 horas de haberse tomado la ubicación por el Ejército, y cuando aún seguían las operaciones contra los otros dos puntos de infiltración ecuatoriana. Belaunde retornó esa tarde a Ciro Alegría, base que él construyera en su primer gobierno. Al día siguiente, un helicóptero ecuatoriano intentó bombardear, sin éxito alguno, "Falso Paquisha" bajo la cobertura de dos aviones Jaguar de la FAE que incursionaron en el espacio aéreo peruano.

31 de enero de 1981: El Presidente peruano Arquitecto Fernando Belaunde Terry en "Falso Paquisha" con el comandante general del Ejército General de División EP Rafael Hoyos Rubio y otros dignatarios militares y civiles. Aún se luchaba más arriba en la Cordillera del Cóndor.






Al día siguiente, el 31 de enero de 1981, se recuperó el "PV-3", y el primero de febrero de 1981, se capturó el "PV-4 NUEVO" o "falso Mayaico" erigido por los ecuatorianos.
Las primeras acciones, planificadas por el Estado Mayor del Teatro de Operaciones Nor-Oriental y adecuada a las circunstancias por el Estado Mayor del Destacamento Comaina, fueron ejecutadas por las tropas de la V Región Militar del Ejército del Perú, con el apoyo de la Fuerza Aérea del Perú -aviones que cumplieron misiones de bombardeo y "sombrilla aérea" y helicópteros del Destacamento del Grupo Aéreo Nº 3 que activa en la selva- y por los helicópteros de la Aviación del Ejército del Perú.

Luego de una serie de acciones diplomáticas, el gobierno peruano logra que Ecuador reconozca que las operaciones militares se habían realizado en territorio peruano y el Paquisha al que se referían los ecuatorianos, era, en verdad, “Falso Paquisha”.

El 5 de Febrero de 1981, en otro vuelo de patrullaje rutinario y reconocimiento, nuevamente el Mayor Rubén Polanco Pacheco descubre a 15 Km. Al sur de la guarnición peruana de “Jiménez Banda” un campamento ecuatoriano, el “Falso Machinaza”, infiltrado en territorio peruano, por unos 80 comandos, con bandera y todo, que luego se quedaría con el nombre de “Jiménez Banda 2”.

Posteriormente se descubrió que mas tropas del Ecuador se habían establecido en otros 3 puestos militares y en 3 puntos de la frontera nororiental de la Cordillera del Cóndor y eran los puestos "PV EL MIRADOR", "PV-4-A" y "PV-4-B ANTIGUO".

El 19 de febrero de 1981 continuó la campaña, al conquistarse el "PV Jiménez Banda 2" (Falso Machinaza), para el logro de este objetivo la avanzada de helicópteros de la Aviación del Ejército del Perú inicia una operación para recuperar dicha posición. Se disparan cientos de cohetes contra objetivos ecuatorianos. El desalojo fue casi inmediato y al día siguiente, el 20 de Febrero de 1981, los "PV-4-A" y "PV-4-B ANTIGUO". La conquista mas difícil y heroica fue la ultima. El helicóptero tipo Mil Mi-8T Hip E Nº 576 piloteado por el Mayor EP Rubén Polanco Pacheco, una de las maquinas que portaba tropas de asalto (18 hombres entre tripulantes, oficiales y personal de suboficiales y de tropa), súbitamente recibió un ataque antiaéreo por parte de efectivos ecuatorianos rezagados en su retirada, siendo impactada por el fuego enemigo en una de las hélices, quebrantando de esta manera, Ecuador, en forma sorpresiva y desleal, el compromiso de respetar el cese de fuego. En esta acción murió, víctima de la artera arma ecuatoriana, el Teniente EP Julio Ponce Antúnez de Mayolo, copiloto del helicóptero del tipo Mil Mi-8T Hip E Nº 576; El Mayor Rubén Polanco quedó gravemente herido y no obstante la suerte de su copiloto, actuando con serenidad y maestría condujo su malograda aeronave por la agreste zona hasta clavarse de nariz al río: "para salvar a mi gente" declararía luego.

Sin embargo el segundo helicóptero, piloteado por el Capitán EP José Graham Ayllón, al ver caer al helicóptero guía, se lanzó al asalto.

Ya en tierra, malheridos y sangrantes los valerosos combatientes peruanos del helicóptero alcanzado por las armas enemigas repelieron el intenso ataque del invasor, siendo alcanzado por una bala el Teniente EP Wilson Gonzáles Ramírez, éste fue herido en la cadera cuando desembarcaban los efectivos de la Patrulla dirigida por el. El resto del helicóptero no pudo completar el ataque helitransportado. De inmediato se diseñó un operativo para apoyar a la Patrulla del Teniente EP Wilson Gonzáles Ramírez y ayudar a los heridos del helicóptero impactado por fuego enemigo. Al ejecutarse, las tropas peruanas que llegaron para completar la captura del "PV-4-B ANTIGUO", se dieron con el hecho inesperado de que este ya había sido tomado por el Teniente EP Wilson Gonzáles Ramírez. En esta segunda parte de la campaña, las operaciones las cumplieron las tropas de la V Región Militar del Ejército del Perú con el apoyo de los helicópteros de la Aviación del Ejército del Perú y de la Fuerza Aérea del Perú.

El 21 de Febrero de 1981 la Aviación del Ejército del Perú arrasó las últimas instalaciones militares ecuatorianas que aún permanecían en el territorio peruano.
 
 Fuente:http://www.oocities.org/es/peruwarriorsofcenepa/el-falso-paquisha.htm