¿Cómo funcionan?
Los mantras emplean los mismos canales subliminales que la música y los anuncios publicitarios, aunque con intenciones mucho más benéficas. No es necesario intelectualizar el "significado" o la simbología del mantra para que su sonido ejerza sus efectos sobre nosotros. El ritmo sonoro funcionará en el plano incosnciente y acabará por saturar los pensamientos conscientes, lo cual a su vez, afectará a los ritmos.
De hecho, parte de la magia del mantra consiste en que no se debe reflexionar sobre su sentido, pues sólo así trascenderemos los aspectos fragmentarios de la mente consciente y percibiremos la unidad subyacente.
¿Cómo se utilizan?
Pronunciados en voz alta o interiormente de forma rítmica y repetitiva. Algunas tradiciones hindúes utilizan un yapamala, una especie de rosario con 108 cuentas para recitar cada mantra en ciclos exactos al alba y a la puesta del sol. Amma y otros maestros espirituales nos aconsejan recitarlos también cada que nuestra mente no esté concentrada en un trabajo que requiera toda nuestra atención, para mantener nuestra mente limpia y purificar nuestro entorno evitando los pensamientos impuros, las divagaciones y la falta de concentración. Anodea Judith dice que pronunciado en voz alta durante algunos minutos a primera hora de la mañana, "un mantra eficaz queda reverberando en silencio, mentalmente, durante toda la jornada, y deja en nosotros la impronta de la vibración, la imagen y el significado.
Se cree que con cada eco, el mantra centúa la magia sobre la textura de lo corporal así como de lo mental, en el sentido de promover la armonía y el orden. La actividad adopta un nuevo ritmo; todo baila a la cadencia del mantra. Si lo elegimos rápido, nos servirá para generar energía y vencer la desidia. Si recurrimos a un mantra lento, nos ayudará a obtener durante todo el día un estado de relajación y de calma".
Fuente: Quantum Energy Laboratory