jueves, 27 de marzo de 2014

LIBRO EGIPCIO DE LOS MUERTOS












Peri Em Heru: Salida del alma hacia la luz del día

Fragmentos

Conjuro II: para resucitar tras la muerte

¡Oh tú, dios del Disco Lunar,
Que resplandeces en las soledades nocturnas! ¡Observa!
¡Yo también estoy junto a ti,
Entre los moradores del Cielo que te circundan!
Yo, Osiris, muerto, accedo a mi voluntad
Ora en la Región de los Muertos,
Ora en la región de los Vivos en la Tierra,
A cualquier lugar donde me guíe mi deseo.


Conjuro III: para llegar a la luz del día y para vivir tras la muerte

¡Salve, Oh Tum,
Tú que te elevas sobre las profundidades del los Abismos cósmicos!
¡Enorme es, ciertamente, tu fulgor!
¡Ante mí apareces en forma de un León con dos cabezas...
¡Permíteme aprender tu Palabra de Potencia!
¡Da tu fuerza a los que de pie, ante ti, la escuchan!
¡Aquí estoy y me uno a los innumerables dioses
Que te circundan, oh, Ra!
En verdad, como Ra, tras la muerte vivo, día tras día,
Y como Ra renace todos los días la víspera,
Así yo renazco de la muerte.
Todos los dioses del Cielo se regocijan viéndome vivir,
Así como se regocijan viendo vivir a Ptah,
Cuando se exhibe en todo su esplendor
En el gran templo de Heliópolis.


Conjuro IV: paso por sobre la vía celeste en el Re-Stau

¡He aquí que cruzo los Abismos de las Aguas celestes
Que están entre los dos combatientes
Y que arribo a los campos de Osiris...
¡Que pueda disfrutar de ellos a voluntad!


Conjuro V: para no trabajar en el Más Allá

Vengo de Hermópolis para erguir el brazo de aquellos
Que están incapacitados y abatidos.
Soy el espíritu vivo de los dioese.
Fui instruido en el Saber de los Espíritus-servidores de Thoth.


Conjuro VI: las figurillas mágicas

¡Oh tú Figurilla mágica, óyeme!
Si he sido convocado,
Si he sido sentenciado a realizar tareas de toda índole,
Las mismas que obligan a ejecutar a los Espíritus de los
Muertos en el Más Allá;
Pues entonces, ¡Oh figurilla mágica:
Ahora que ya posees instrumentos,
Debes obedecer al hombre en su requerimiento!
Debes saber que tú serás la condenada
En mi lugar, por los vigilantes del Duat:
A cultivar los campos,
A colmar de agua los canales,
A trasportar la arena
Del este al oeste...

(La figurilla contesta):
Aquí estoy... Espero tus órdenes.


Conjuro VIII: el paso a través del Amenti

Yo penetro en los Misterios de Hermópolis[1],
Pues el mismo Thot ha puesto un sello sobre mi cabeza;
Y el Ojo de Horus que he liberado me ampara, omnipotente[2].
Él reluce sobre la frente de Ra, Padre de los dioses.
Ciertamente, yo soy Osiris y permanezco en el Amenti.
Osiris, que conoce la hora fasta,
¡No vivirá sin que yo viva!
¡Pues yo soy Ra, entre los otros espíritus divinos,
Y no pereceré en toda la eternidad!
¡Arriba pues, tú, Horus resucitado!
¡Los dioses mismos te consagraron dios!


Conjuro X: un encantamiento contra los enemigos

He violado la entrada del cielo.
Derribo ahora las Puertas del horizonte.
Voy por la Tierra toda entera.
Espíritus superiores están bajo mis órdenes,
Pues mis poderes mágicos son incontables.
Mi boca y mis mandíbulas tienen gran fuerza.
Ciertamente, para toda la Eternidad, soy el Señor del Duat;
Para los medios de mi Ascensión no os serán desvelados...


Conjuro X: para entrar y salir a voluntad

Bendito sea tu nombre,
¡Oh, Ra, Guardián de las Puertas misteriosas
De las que sale un Camino hacia Keb y la Balanza
Que contiene la Verdad y la Justicia!
¡Observa! ¡Yo trazo mi camino a través de la Tierra!
¡Dios que pueda, como un niño, renacer a la vida!


Conjuro XXXVI: para rechazar a los demonios

¡Retrocede!, ¡aléjate!, ¡demonio de las fuerzas abiertas!
Pues yo soy Khnum, señor de Pshemu.
Yo traigo a Ra las palabras de los dioses,
Un mensaje del Amo de esta casa.


Conjuro XXXVII: invocación a Isis y a Neftis

¡Salve, oh diosas hermanas de Isis y Neftis!
¡Os anuncio mis palabras de Potencia!
He aquí que en medio de destellos
Navego en mi barca celeste.
Ciertamente, yo soy Horus, hijo de Osiris;
Vengo aquí para admirar a Osiris, mi Padre.


Conjuro LXVII: para abrir las puertas al más allá

He aquí que los diques del Océano celeste son violentados
y los pasos de los Hijos de la divina Luz, liberados.
Se entreabren las puertas del santuario oculto de Shu...
¡Verdaderamente! Y como este dios sale con libertad
también puedo yo salir con libertad.
Me dirijo hacia mis dominios,
recibo ofrendas y tomo los tributos del Príncipe de los Muertos,
voy hacia mi trono construido en medio de la Barca de Ra...
protegido de las Fuerzas del Mal
¡Ojalá pueda navegar en paz...!
¡Oh radiación, divina del Lago celeste!


Conjuro LXXII: para abrirse camino en el mundo inferior

¡Salve, oh Señores de la Ordenación de los Mundos,
vosotros que, libres del Mal y de Castigos,
permanecéis en la Eternidad de la infinita Duración.
Yo sigo la vía que me llevará a Vosotros.
Yo, Espíritu santificado, transito todas las formas del Devenir.
Mi verbo mágico me da el poder;
Y fui juzgado y santificado.
Libradme pues de los demonios de cabeza de Cocodrilo
que se esconden en estas regiones
y frecuentan la Comarca de la Verdad y la Justicia.
¡Dad a mi Boca la Palabra de Potencia!
Que las ofrendas sean colocadas en mis manos,
¡Delante de vosotros!, porque yo os conozco y conozco a
Vuestros nombres:
Conozco, sí, el Nombre de ese Dios Grande.
Dad una ofrenda a ese espíritu
que abre la Vía en el horizonte oriental del cielo
Y baja planeando hacia el horizonte occidental.
Viene hacia mí resuelto a volverme vigoroso,
para que los demonios no se adueñen de mí...
¡Qué no sea rechazado de vuestra puerta, Dioses!
¡Qué no esté cerrada con cerrojo!
Porque mis ofrendas sólidas están en Pe,
Y mis ofrendas líquidas se encuentran en Dep
Allí es donde junto con mis dos brazos...
¡Ojalá me sea posible contemplar a Tum, mi Padre,
establecido en sus dominios del Cielo y de la Tierra!
Mis ofrendas en realidad no tienen límites,
porque es mi hijo, salido de mi Cuerpo, quien me alimenta...
Dadme, pues, comidas sepulcrales,
el incienso, la cera y todas las cosas buenas y puras,
necesarias eterna y realmente,
¡Para la vida de un dios!
¡Qué me sea posible pasar a voluntad por todas las Metamorfosis
y bajar y volver a subir en mi barca
los canales de Sekht-Ianrú,
pues yo soy el dios de la doble cabeza de León!