viernes, 15 de enero de 2016

EL PETRÓLEO CAYÓ OTRA VEZ POR DEBAJO DE LOS 30 DÓLARES




NMIP:  LUIS LEON PIZARRO



El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) se desplomó este viernes un 5,7% y cerró en USD 29,42 el barril, su nivel más bajo desde noviembre de 2003, tras acumular durante la semana un fuerte retroceso del 11,3 por ciento.

Al final de las operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos futuros del petróleo WTI para entrega en febrero, los de más próximo vencimiento, cayeron 1,78 dólares respecto al cierre anterior.

Por su parte, el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cayó en el mercado de futuros de Londres un 6,7% y terminó la semana en USD 28,94, también en niveles que no se veían desde principios de 2004.

El crudo continuó en caída libre y acumuló durante la semana una fuerte caída del 11% ante la perspectiva de que en los próximos días se levantarán las sanciones internacionales sobre Irán, que podrá volver a exportar petróleo.

El regreso del crudo iraní a los mercados agravará el exceso de oferta, que lastró los precios desde mediados de 2014, lo que se suma a la persistente preocupación sobre la desaceleración de la economía china y la fortaleza del dólar frente al euro.

Las sanciones internacionales a Teherán por su programa nuclear finalizarán previsiblemente los próximos días, lo que dará luz verde a la república islámica, que posee las cuartas mayores reservas del mundo, para exportar de nuevo su petróleo.

Los analistas calculan que Irán está listo para bombear 500.000 barriles diarios adicionales en cuanto se levante el veto, una cifra que podría llegar hasta un millón de barriles diarios en pocos meses.

Las continuas muestras de desaceleración de la economía china, segundo consumidor mundial de crudo, avivaron asimismo los temores a que la diferencia entre la demanda y la oferta globales continué agrandándose, lo que favorece la caída de los precios.

Los países productores y las compañías petroleras son los más perjudicados por este escenario, que sin embargo beneficia a los consumidores, los países importadores y compañías con un alto consumo de combustible como las aerolíneas.