viernes, 28 de febrero de 2014

Aleister Crowley








Aunque la estancia de Crowley dentro de la Golden Dawn sólo cubre un corto período, los destinos de la Orden y del mago más temido de Inglaterra aún se asocian y se entremezclan por sul legado y controversia que acompañó la gestión del que alcanzó el título de Frater Perdurabo dentro de la Golden Dawn.

Edward Alexander Crowley nació en Leamington, Warwickshire, el 12 de octubre de 1875. Su padre murió a edad temprana y fue educado por un tío que lo puso en manos de un tutor. Su formación adulta prosiguió en los claustros de la prestigiosa Cambridge, y a imitación de su ídolo de juventud Oscar Wilde, se inició en la poesía. De esa época queda como recuerdo una colección de poemas pornográficos titulado White Satin, “crónica de un poeta que desciende a un universo de necrofilia, bestialidad y muerte”. Y sólo tenía 21 años.

La entrada de Crowley al mundo de la magia tiene lugar entre 1899 o 1900. Enseguida demuestra un gran dominio en estos asuntos que le valen la aceptación inmediata de los grandes maestros ocultistas de la época. La irrupción de Crowley en la Golden Dawn es recibida con recelo, a pesar de que fue el propio Mathers quién lo eligió como adepto y posible sucesor.

Pero poco después de estos hechos se produce la disolución de la Orden y acto seguido Crowley se aleja de la Golden Dawn para iniciar su propia Logia, el Astrum Argentinum. Trevor Ravenscroft brinda en uno de los capítulos de Hitler: Conspiración de las Tinieblas, una descripción aterradora acerca de las verdaderas intenciones de la Gran ...

“... Pasó rápidamente por las técnicas de aficionado de culto y se dedicó en serio a la práctica efectiva de la magia, de una forma nueva por completo. En comparación con Crowley, puede decirse que todos los miembros de Alba Dorada no eran más que muñecas durmientes jugando a las charadas ceremoniales (...) Sus estudios se concentraban en todas las formas del iluminismo sexual y, hacia 1912, había alcanzado el Noveno Grado de una clandestina logia de Berlín, Ordo Templi Orientis, que se ocupaba tan solo de la magia sexual. Ascendiendo a través de la magia, llegó a los grados más altos, en el que los participantes tomaban el elixir de la vida.


En otro párrafo Ravenscroft detalla “...En la época que Crowley había pasado por la Abadía de Thelema (La Abadía de Thule), en Sicilia, se había implicado en prácticas magicas en grado sumo. Sus ritos incluían ... que despertaban la visión penetrante hacia los instrumentos de las inteligencias ..., y además invocaba poderes mágicos fenomenales (...) Crowley había invocado al ... para que se manifestara, a la ... de la revelación invocada por Ernest Pretzsche y Guido Von Lizt en Viena, el mismo espíritu apocalíptico que se había aparecido a Dietrich Eckart y Alfred Rosenberg en las sesiones espiritistas del grupo Thule, en Munich...”


Conexión Crowley - Alemania

Nada de lo que en este espacio hemos mencionado tendría algún interés sino fuera porque Crowley influyó de manera efectiva en la Logia Thule Alemana, que tuvo en el mago inglés un gran mentor. Pero a diferencia de Crowley, quién nunca ...., la Thule, citando a Ravenscroft, era conocida en varios círculos de la época como una “Sociedad de ....”.

Sin embargo, los lazos de Crowley con Alemania no se redujeron a intercambiar recetas mágicas, también hubo muestras concretas de parte de Aleister hacia los germanos, sobre todo en le período de la Primera Guerra Mundial, “ya que a instancias de un alemán residente en New York, George Silvestre Viereck, acabó dirigiendo las revistas The Fatherland y The International, sin olvidar su ya mencionada conexión con el grupo gnóstico alemán O.T.O. (Ordo Templis Orientis), encabezado por Theodore Reuss, que lo nombró a cargo de la filial británica y le encargó la escritura de un rito que Crowley bautizó La Misa Gnóstica”.

Crowley tuvo falleció en 1947. La Golden Dawn con su etapa Crowley incluía son una acabada demostración de que existían lazos de comunicación entres las Logias de Alemania e Inglaterra. Sin embargo los ocultistas alemanes no fenecieron en Ordenes Secretas, y Círculos Mágicos, su prédica, alcanzó los estratos más altos del engranaje nazi, que le permitió la entrada y le dio su venia.