miércoles, 3 de agosto de 2011

LA PERSPECTIVA JERÁRQUICA

Frecuentemente en el arte egipcio se pueden observar personajes representados con dimensiones reducidas, en contraposición a otros que fueron plasmados a una escala mucho mayor. Se trata de un recurso artístico denominado "perspectiva jerárquica", que permite destacar o concentrar la atención en determinados aspectos narrativos, utilizando para ello la distorsión del tamaño de las figuras. Así, en una misma representación pueden interactuar personajes mostrados con escalas que a veces pueden ser muy dispares, llegando incluso a generarse la sensación que unos son gigantescos, mientras que otros pueden llegar a resultar minúsculos (Foto 1).


Merit, representada en dimensiones muy reducidas, se abraza a la pantorrilla de su esposo Sennefer. Él es aquí, sin lugar a dudas, el máximo protagonista de la escena. En el arte egipcio, no obstante, también es muy habitual el retrato de matrimonios en que ambos cónyuges comparten la misma escala. Pintura de la tumba de Sennefer (TT 96). Dinastía XVIII. Tebas oeste. Foto: Susana Alegre García.

 La "perspectiva jerárquica" ha sido utilizada por los artistas de todos los tiempos, ya sea en relación a figuras completas (por ejemplo, ya en las pinturas prehistóricas levantinas las cacerías suelen mostrar a animales desproporcionadamente grandes); aunque también se aplica este efectismo al trastocar parcialmente el tamaño de alguna de las partes del personaje representado (es el caso del David de Miguel Angel, con unas manos quizá demasiado grandes, pero que dirigen la atención del espectador hacia la acción inminente de preparar la honda).
A pesar de lo que frecuentemente se ha dicho sobre la "perspectiva jerárquica" en relación con el arte egipcio, lo cierto es que bien poco tiene que ver este recurso con la jerarquía o posición social de los representados. El uso de la "perspectiva jerárquica" es, sobre todo, una conceptualización plástica. Las variaciones de tamaño con las que eran mostrados los individuos por los artistas egipcios, en definitiva, constituye un eficaz recurso expresivo que se utilizó para dar énfasis a personajes y para ensalzarlos visualmente en el marco que se considerara adecuado, sin olvidar la trascendencia simbólica y mágica que puede tener todo aquello que es mostrado con mayores dimensiones.
De modo que al observar una pintura, un relieve o una escultura egipcia,  en los individuos representados con grandes dimensiones no debemos ver sistemáticamente de forma estricta a aquellos que ocupan una elevada posición en el escalafón social, un alto rango o al poseedor de una elevada capacidad económica; sino a personajes que en un contexto temático concreto se les ha querido destacar utilizando el recurso de la "perspectiva jerárquica" (Fig. 2).




Las dimensiones de los remeros en esta escena son superiores a las de personajes como el timonel. Así se subraya la acción de remar y se destaca por encima de la actividad desarrollada por los otros ocupantes de la barca, cuya jerarquía en la organización del barco debía quedar por encima de la de los remeros. Pintura de la tumba de Sennefer (TT 96). Dinastía XVIII. Tebas oeste. Foto: Susana Alegre García.


Un buen ejemplo para comprender la utilización de la "perspectiva jerárquica" en el arte egipcio podamos encontrarlo en una Psicostasia del Libro de los Muertos conservada en el Museo Egipcio de Turín (Fig. 3). En esta imagen, Osiris fue representado con dimensiones que contrastan claramente por encima de los demás dioses y además se le destacó con un baldaquín. En el otro extremo de la escena, por la derecha, el difunto accede a la Sala del Juicio y también es mostrado con una estatura ligeramente superior a la de los dioses (es algo mayor que Maat y claramente más grande que Horus, Tot y Anubis). Ello no significa que exista una especie de escala que sitúe a Osiris por encima de las demás deidades, ni que el personaje humano pueda ocupar algún tipo de jerarquía por encima de los dioses. Lo que expresa la "perspectiva jerárquica" es que en este contexto escénico Osiris y el difunto son fundamentales en la acción que se narra, y que los demás personajes resultan más secundarios.



Aquí, el gran protagonista es el enjuiciado y, más aún, Osiris, cuya dimensión, como su autoridad en la Sala del Juicio, se impone por encima de todos los demás.


Papiro con la escena de Psicostasia del Libro de los Muertos del difunto Horus. Imperio Nuevo. Museo Egipcio de Turín. Foto en A. M. DONADONI, Museo Egizio, 1984, p. 37.

WISE ENCUENTRA EL PRIMER ASTEROIDE TROYANO DE LA TIERRA

Los astrónomos que estudian las observaciones tomadas por la misión Explorador Infrarrojo de Gran Angular (WISE) de la NASA han descubierto el primer asteroide “Troyano” conocido orbitando el Sol junto a la Tierra.

Los troyanos son asteroides que comparten una órbita con un planeta cerca de puntos estable frente o detrás del planeta. Debido a que constantemente están por delante o por detrás del planeta en la misma órbita, nunca pueden colisionar con él. En nuestro Sistema Solar, los Troyanos comparten órbitas con Marte, Neptuno y Júpiter.

 

Los científicos habían predicho que la Tierra debería tener Troyanos, pero han sido difíciles de localizar debido a que son relativamente pequeños y aparecen cerca del Sol desde el punto de vista de la Tierra.

“Estos asteroides aparecen en su mayor parte durante el día, lo que los hace muy difíciles de ver”, dice Martin Connors de la Universidad Athabasca en Canadá, autor principal del nuevo artículo sobre el descubrimiento que se publica en el ejemplar del 28 de julio de la revista Nature. “Pero finalmente encontramos uno, debido a que el objeto tiene una inusual órbita que lo lleva más lejos del Sol de lo que es típico en los Troyanos. WISE fue crucial, dándonos un punto de vista difícil de tener desde la superficie de la Tierra”.

El telescopio WISE barrió todo el cielo en luz infrarroja desde enero de 2010 a febrero de 2011. Connors y su equipo empezaron su búsqueda de un Troyano terrestre usando datos de NEOWISE, una adición a la misión WISE que se centra en parte en objetos cercanos a la Tierra (NEOs), tales como asteroides o cometas. Los NEOs son cuerpos que pasan a menos de 45 millones de kilómetros de la ruta de la Tierra alrededor del Sol. El proyecto NEOWISE observó más de 155 000 asteroides en el cinturón principal entre Marte y Júpiter y más de 500 NEOs, descubriendo 132 anteriormente desconocidos.

La búsqueda del equipo dio como resultado dos candidatos a Troyanos. Uno conocido como 2010 TK7 que se confirmó como Troyano terrestre tras observaciones de seguimiento con el Telescopio de Canadá-Francia-Hawái en Mauna Kea, Hawái.

El asteroide tiene aproximadamente 300 metros de diámetro. Tiene una órbita inusual que traza un complejo movimiento cerca de un punto estable en el plano orbital de la Tierra, aunque el asteroide también se mueve por encima y debajo del plano. El objeto está a unos 80 millones de kilómetros de la Tierra. La órbita del asteroide está bien definida y, durante al menos los próximos 100 años, no se acercará a la Tierra a más de 24 millones de kilómetros.

“Es como si la Tierra estuviese jugando a perseguir”, dice Amy Mainzer, investigadora principal de NEOWISE en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California. “La Tierra siempre persigue al asteroide”.

Hay un puñado de asteroides que también tienen órbitas similares a la de la Tierra. Tales objetos podrían ser excelentes candidatos para futuras misiones de exploración humana o robótica. El asteroide 2010 TK7 no es un buen objetivo debido a que viaja demasiado por encima o por debajo del plano de la órbita terrestre, lo que requeriría grandes cantidades de combustible para alcanzarlo.

“Esta observación ilustra por qué el programa de Observación NEO de la NASA patrocinó las mejores en la misión para procesar los dato recopilados por WISE”, dice Lindley Johnson, ejecutivo del programa NEOWISE en las Oficinas Centrales de la NASA en Washington. “Pensamos que había un gran potencial para encontrar objetos en el espacio cercano a la Tierra que no habían sido observados antes”.

Los datos de NEOWISE sobre órbitas de los cientos de miles de asteroides y cometas observados están disponibles a través del Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional, patrocinado por la NASA, en el Observatorio Astrofísico Smithsonian en Cambridge Massachusetts.

Para más información sobre WISE visita: http://www.nasa.gov/wise .

EGIPTO Y EL DILUVIO UNIVERSAL

Un análisis comparado del Mito Cataclísmo

El Río Nilo, el curso de agua que quizá alguna vez perdió sus límites en un vasto diluvio universal


Quisiera agradecer al Prof. Jorge R. Ogdon por sus correcciones técnicas al borrador del presente artículo y por haberme proporcionado los textos egipcios en jeroglíficos con su traducción original correspondiente para la realización y enriquecimiento de este trabajo.



La destrucción de una era antigua por medio de las Aguas es uno de los mitos más difundidos en el mundo arcaico y un método al que recurren con frecuencia los dioses de diversos pueblos para castigar a la Humanidad. Sin embargo, es sorprendente que en el Antiguo Egipto no hayamos encontrado todavía la versión definitiva de un relato sobre el Diluvio Universal.
La historia sobre un cataclismo por aguas, al estilo del mito griego de Deucalión o el del Noé bíblico, brilla por su ausencia en el país del Nilo. Este detalle, no menor, ya había sido notado por Platón en su Timeo, quien afirmaba que el Diluvio Universal "no había alcanzado a la tierra de Egipto". Recién en los períodos tardíos este mitologema fue incorporado a las listas dinásticas de varios cronistas antiguos como Manetón, seguramente inspirado en los archivos reales mesopotámicos (limus).
No obstante, algunos autores como É. Naville (1870) han visto, en las antiguas inscripciones de los monumentos faraónicos, restos de una narración parecida a las del Diluvio semita. Evidentemente, aluden a aquellos relatos aislados que nos hablan de una "destrucción de la Humanidad". Sin embargo, por el momento, carecemos de suficientes elementos en el ideario egipcio como para creer en la presencia de un mito acerca del Diluvio.
A raíz de esta situación en el presente trabajo se analizará, a la luz de los principales mitos asiáticos del Diluvio, la naturaleza de los relatos egipcios sobre las llamadas "destrucciones por elementos líquidos", así como las oscuras menciones "oceánicas" que asoman veladas en sus textos más antiguos. A partir de una explicación de su cosmovisión, se intentará dilucidar el por qué de la ausencia del mito del Diluvio en el país del Nilo.

La destrucción de la Humanidad según los textos egipcios

En un fragmento del Libro de los Muertos (Capítulo CLXXIV), que es frecuentemente citado por los defensores del mito del Diluvio en Egipto, encontramos unas enigmáticas palabras del dios Atón, que se han asociado con nuestro tema:
(...) han destruído secretamente cuanto has creado (...) esta Tierra ha desaparecido con el alba de la existencia, en el océano del cielo (Diluvio), surgiendo del Caos de los primeros tiempos.
Aunque este oscuro pasaje no nos permite formular ninguna conclusión a priori, no podemos pasar por alto el hecho de que existen documentos provenientes de varias tumbas reales del Reino Nuevo, donde se muestra el tema del castigo contra la Humanidad por parte de los dioses Ra y Hathor.
Los textos lo cuentan más o menos así. Al buen gobernante Ra (en esta versión del mito es un dios solar activo), descendiente de Nun (las Aguas pre-creacionales), ante quien se inclinaban las Dos Tierras, le llegó una noticia perturbadora: los hombres estaban planeando una conspiración contra su soberanía divina. Ra inmediatamente convocó a las divinidades principales de las Enéadas para inquirir en su sabiduría. Para ello, se hizo presente el Ojo, Shu, Tefnut, Nut y Gueb.
El consejo decide llamar a la diosa Sejmet, "la leona poderosa", aquella que se deleita con la sangre de sus víctimas, para destruir a los hombres. Sin embargo, el buen Ra se compadece de la Humanidad y le pide a Hathor que tome una mandrágora y con ella forme licor en muchísimas cantidades, a saber siete mil jarras de cerveza (o vino), para inundar los campos. Mediante el ardid de verter el licor sobre la tierra detuvo aquella conspiración contra la clase divina y real e hizo creer a la sanguinaria Sejmet que era la sangre de los hombres, salvando de esta manera a la raza humana.
Veamos un segundo caso, el relato del "Mar voraz", que data de la Decimoctava Dinastía (Gardiner, 1932: p. 76- 81). Allí se nos cuenta como las aguas cubrieron la tierra de Egipto.
Ptah había prometido a la Tierra que la casaría con el Cielo; ésto hizo muy feliz a la Tierra y dio alabanzas al dios. La situación encolerizó al Mar, quien también reclamó casarse con la Tierra. Ptah se vio en un brete: ahora debía manejar la situación con cautela para mantener el orden cósmico. Para tratar el caso, propuso construir un trono tan alto que rivalizara con los Cielos, a los cuales el Mar debía subir. Este alcanzó rápidamente el trono y se apoderó de las cosas valiosas; Egipto yacía inundado. Ante esta catástrofe los dioses convocaron a una asamblea; decidieron llamar a la diosa extranjera Astarté para que los librara. Ella accedió y, mediante su lujuriosa belleza, logró llevarse al Mar tras de sí. De esta manera fue como se retiraron las aguas de Egipto.
Veamos las relaciones simbólicas entre ambos relatos. En esta última versión egipcia, Astarté demuestra su conocida naturaleza ambivalente como diosa del amor y de la guerra (como la diosa Kama Mara hindú, que también aparece como un ser masculino); vista en Egipto como Sejmet, la lucha tenaz (cuyo símbolo heráldico es el león), y como Hathor, el amor, que a veces es representada con un cuerpo acuoso. Las aguas de los manantiales en los textos antiguos eran emblemas del placer sensual asociado con la mujer – Mito de Gilgamés, Tablilla I: col. III; cp. Cantar de Cantares 4: 12 - Al igual que las desembocaduras de los ríos, se las entendía como la "matriz" de la Madre Tierra o como la "vulva" de la tierra (acadio: Ka-pú).
En paleohebreo la palabra para "pozo" o "fuente" – hebreo: Be‘ér - tenía la misma raíz que el término para "esposa", beú´láh). Cabe mencionar que Astarté es la versión fenicia de Ishtar, la Venus mesopotámica, la que desafía al sol (como Lucifer, en la mitología hebrea tardía) y a quien se la ve como la dama más brillante.
Desde antaño fue asociada a la estrella Golondrina, que está justo sobre el Éufrates, y con la estrella del Carro, que está por encima del Tigris. Por ello, en su condición de guerrera, cual Diana latina a quien Zeus obsequia las armas, se la representaba sobre un carro tirado por siete leones dorados.
Si bien el mito egipcio nos habla de una inundación, su estructura en poco se parece a los clásicos temas del Diluvio. Más bien parece un himno al dios Set, que habla de sus dominios en territorios extranjeros. Algunos han querido ver en esta narración una interpretación de tipo histórico que mostraba alguna clase de supremacía por parte de los Pueblos del Mar, que tanto preocupaban a los faraones. Otros, han preferido interpretarla como una reminiscencia del mito diluvial.
Lo mismo ha ocurrido con la configuración de la constelación de Argos y su estrella principal, Canopus, detalle al que volveremos luego, donde aparece Osiris como un niño o como un muerto sobre un arca (barca o nave, similar a la de Jason y los Argonautas).
Ante lo expuesto, ¿no se pueden tomar estos relatos como narraciones egipcias del Diluvio? Estructuralmente, ¿en qué difieren de los relatos semitas del Diluvio? ¿Qué nos revelan estos mitos acerca del pensamiento ontológico arcaico y su relación con el Cosmos? A continuación, expondremos algunos mitos del Diluvio asiáticos para establecer comparaciones y diferencias.

El mito del Diluvio según los textos semitas

La desintegración de un mundo por aguas y la aparición de otra época renovada es un tema preferido de las mitologías antiguas. Tanto en Mesopotamia como en Palestina se registran (en los textos acadios y en el Antiguo Testamento) mitos diluviales donde las similitudes entre ellos son sorprendentes. Veamos algunos ejemplos.
1) El Diluvio de Atrajasis: Esta corta narración de dieciséis líneas ha sido hallada en Nínive por G. Smith. Su traducción, a pesar del mal estado de la tablilla, nos revela una conversación entre el dios Ea y el héroe Atrajasis. El dios le ordena construir una embarcación, en la que debe guardar a su parentela y sus animales.
La historia es completada por otra versión encontrada en Sippar.
Allí, el dios Enlil (el aire o la montaña cósmica) provoca un Diluvio, molesto por los ruidos que producen los hombres. Según el texto de Hilprech, quien piensa que el mito se remonta al segundo milenio antes de Cristo y tiene un rasgo narrativo similar al monoteísmo, muestra cómo se conservó la vida de los tripulantes del bajel luego de la inundación.
2) La epopeya de Gilgamés: En la tablilla XI, que data del primer milenio, pero la historia sin duda es muy antigua, se relata como el heroico Gilgamés, quien desea conocer el secreto de la vida eterna. Para ello, visita al anciano Utnapishtin, que fue sobreviviente a un Diluvio provocado por los dioses.
3) El relato de Beroso: el relato de Beroso (posiblemente compuesto en el siglo III a. C., aunque llega hasta nosotros tardíamente mediante una copia medieval del siglo IX), nos cuenta sobre el héroe Ziuzudra (mencionado en las fuentes sumerias; Kramer, 1963: pp. 328-31) y de cómo sobrevivió a un Diluvio con la ayuda de una embarcación, gracias a la advertencia del dios Cronos (la influencia griega en el motivo babilonico es obvia).
4) El Diluvio del Génesis: Existen dos relatos del mito del Diluvio en La Biblia. Uno es conocido como la tradición Yavista (J). Su composición literaria podemos fecharla durante el primer milenio antes de Cristo. El otro documento se conoce como la tradición Sacerdotal (P). Este último posiblemente date del tiempo del exilio de Israel en Babilonia, de quien seguramente tomó algunos aspectos temáticos y culturales adaptados al monoteísmo.
Pero más allá de estos tecnicismos, ambos relatos (que se hallan superpuestos como sí fueran solo uno; Génesis: 6-8) nos cuentan lo mismo: cómo Noé sobrevivió también al Diluvio por medio de la construcción de un Arca flotante. En este caso, la destrucción fue provocada por el mismo Yahvé para castigar a un mundo impío.
Ahora bien, si comparamos estos relatos entre sí veremos que su tema nuclear se relaciona naturalmente. Primero: todos los textos nos hablan de una destrucción provocada por los dioses (difiere la razón moral). Segundo: El Diluvio fue universal y no local. Tercero: Todos los hombres perecieron menos los tripulantes de la embarcación. Cuarto: En todos los casos expuestos se conservan animales. Quinto: Las aguas utilizadas por los dioses fueron aguas primigenias o abismales y no licor ni aguas marinas.
Si cotejamos los textos citados con los mitos de la destrucción de la Humanidad en la versión egipcia, notaremos que las diferencias son obvias.
Por ejemplo, en ambas narraciones expuestas al comienzo, la inundación en Egipto fue local. Por otro lado, en el mito de Re y Hathor, los hombres son ahogados con licor y no con aguas primordiales suspendidas. Por último, en el mito del "Mar voraz" no se destruye a la Humanidad, sino que posiblemente revele, en lenguaje simbólico, una lucha histórica entre el poder faraónico y los Pueblos del Mar. En ningún caso se nos habla de una embarcación ni de la conservación de la especie animal.
Sexto: Los mitos del Diluvio semita siempre ocurren como rito de iniciación, transforman y renovación del mundo para una existencia original.
Con el motivo egipcio sólo se puede trazar una línea análoga con los textos de Ugarit conocidos como el ciclo de "Ba‘lu y el Mar" (KTU I, 23), donde Ba‘lu (Baal) vence a Yam (Yammu), el mar impetuoso. Lo que posiblemente revele las fluídas relaciones entre Egipto y Fenicia.
Entonces, ¿a qué responde en Egipto la ausencia de un mito definido del Diluvio? Es plausible que se deba a las diferentes concepciones del Cosmos entre estos últimos y los habitantes del Asía occidental.

El determinismo Mesopotámico y la renovación cósmica

A diferencia de Egipto, la hierofanía solar entre los pueblos que habitaban a orillas del Éufrates era de una importancia secundaria. Los pueblos de la llanura del Sinar (nombre arcaico para Mesopotamia), adoraban principalmente a la Luna (el dios Nama Sin, el iluminador de la noche).
La Luna, como astro, es cíclica: crece, se desarrolla y entra en un estado de decrepitud, para finalmente desaparecer como en la muerte; oscuridad necesaria de donde renacerá renovada y transformada - nótese que hasta el día de hoy se le llama "Luna Nueva" -. Notamos, entonces, que la Luna es más rica en polivalencias que el Sol. Sabemos que existía desde antaño una solidaridad entre el ciclo vital selénico y el nacimiento, adultez y vejez humana, hasta desaparecer en la muerte (casa del polvo). Por eso, en la mitología griega, Hécate era la antigua diosa lunar con tres cabezas (Hécate, Diana y Procerpina) y, al parecer, corresponde a las tríadas estatuarias del período Neolítico halladas en Anatolia (período prehitita), en representación del ciclo de la vida. En otras palabras, Mesopotamia fue un punto de partida para el desarrollo de una escatología resurreccionista (Occidente) y transmigratoria (Oriente) de las almas de los difuntos que, al igual que la luna y sus fases, estaban sujetas a su destino (del súmero me [< sánscrito mido, "medir"]) irremediable (Nam-Tar, "determinación"): la desintegración en la quietud de la muerte.
Ahora bien, si los dioses no podían librarse de tan miserable destino ¿Qué podía esperar el hombre?. Para el universo mesopotámico nada era demasiado bueno o demasiado malo; la muerte era sólo una etapa necesaria para dar lugar a la transformación y la consecución de la vida. El mito titánico de la lucha entre el Dios demiurgo Marduk y la serpiente primordial Tiamat, lo deja bastante claro (Enuma-elis, Tableta IV, líneas 135-140).
Marduk degüella a Tiamat en feroz combate. Como si fuera un pescado, con su espada la troza en dos (el trozar los cuerpos, en la mentalidad oriental, simbolizaban recrear u organizar nuevamente el cosmos); con una parte crea las redes de los cielos y con la otra crea los fundamentos de la tierra. Ahora bien - y ésto entendido en lenguaje místico -, el hombre de la Mesopotamia vivía y desarrollaba su actividad sobre el cadáver simbólico de una madre monstruosa y muerta; su única esperanza era yacer nuevamente en su vientre. Esto era visto en la India como la contracara de la diosa Durga: Kali, la madre negra; quien por un lado mataba a sus víctimas decapitándolas y absorviendolas en su seno (la diosa Ganga era vista como una madre que reabsorbía a las formas para reintegrarlas al absoluto - Brahman-. Nótese como ejemplo la práctica de arrojar a los cadáveres a las aguas del Río Ganges) y, por otro lado, les proveía de protección y vida renovada transformándolos en otro estado de existencia.
En síntesis, para la ontología antigua, tal como el hombre y la luna tienen un ciclo, su desintegración es necesaria para la perennidad del mundo. De la misma manera, la tierra conocida, su cosmos, tiene una secuencia vital que debe renovarse en diversos eones, yugas o épocas periódicas, para el sostén del universo.
Los diluvios son los medios adecuados para que el mundo vuelva a su origen, al líquido amniótico de las aguas primeras (simbolizado en los enterratorios donde el difunto era colocado en posición fetal): el Eterno Retorno. Por otra parte, las aguas son símbolos de desintegración y renacimiento renovado similar al bautismo cristiano, que inicia al neófito en un camino consagrado.
Cuando Yahvé eligió a los israelitas como su pueblo y los sacó de la esclavitud de Egipto, los hizo pasar por las aguas del Mar Rojo. Isis concibe a su vástago Horus cuando su esposo Osiris está flotando muerto en las aguas del Nilo.
Las aguas también son solidarias con la Luna y el elemento femenino. El dios sumerio Sin era figurado con una barba larga y cuadrada de color azul lapislázuli, símbolo del cielo estrellado y las aguas femeninas. Es interesante notar que en la iconografía cristiana a María, por lo general, le pintan sus vestidos de color azul lunar. La misma asociación aparece en el Nuevo Testamento en Apocalipsis 12: 1, 2, que nos habla de una mujer parada sobre la luna.
Teniendo en cuenta estos datos, veamos las diferencias fundamentales con relación a la cosmología egipcia; y nos daremos cuenta, él por qué de la ausencia de un mito del Diluvio al estilo bíblico-oriental.

La estabilidad del universo egipcio  y las paradojas de tiempo y espacio

En primer lugar, tenemos que advertir el principal problema egipcio sobre la concepción cosmogónica. Disponemos tan sólo de fragmentos testimoniales sobre sus ideas primordiales, conservadas en diversas colecciones. Sus relatos de la Creación aparecen en contextos de diversos temas: textos rituales o funerarios, himnos, escritos sapienciales, etc. Era imposible para el teólogo egipcio, como lo sigue siendo para nosotros hoy, reconstruir una secuencia de sus mitos de creación debido a la naturaleza de un material altamente contradictorio.
Sin embargo, es bueno tener en cuenta dos detalles: en primer lugar hay que advertir que los mitos egipcios tienen una "coherencia" interna propia, en tanto y en cuanto los interpretemos dentro de un marco simbólico. En segundo lugar, siempre se deben entender las descripciones egipcias en los límites de un contexto local y geográfico y su consecuente estructuración existencial. La diferencia entre los paisajes ya era entendida por los antiguos (Deuteronomio XI: 10-1) y sirvió para oponer ideas (coincidentia oppositorum). En otras palabras, los relatos míticos hay que considerarlos por sí mismos en referencia a su propio territorio y siempre dentro de un marco mágico-religioso.
Ahora bien, el siguiente mito cosmogónico nos pondrá de relieve sus aparentes incongruencias y sus particularidades con relación al espacio-tiempo y, por lo tanto, nuestra imposibilidad de acceder a una narración diluvial más o menos ordenada, según las encontramos en los relatos semitas, quienes entendían el paso del tiempo como ciclos de emanación y reabsorción.
Examinemos el siguiente ejemplo. Existe una serie de láminas (A. Mariette, Dendérah, III: lám. LXXVIII) en donde una de ellas muestra "los miembros crecientes del Dios sol". Allí aparece una oscura figura embrionaria: vemos que los dioses Shu y Tefnut son mostrados en su condición de vástagos. Cerca de este motivo, el niño Osiris en el arca, como se mencionó más arriba, flota en el océano celestial de Nut. Seguidamente aparece Ihet, la vaca nodriza cuyo cuerpo es el "Gran Diluvio", cuna del sol recién creado, y Hu sosteniendo un huevo primordial (¿Gueb, el huevo?); para finalmente terminar con un rostro celestial visto de frente (la única figura que en la lámina descrita, se encuentra en esta posición) con una flor de loto asomando sobre su cabeza, en pleno desarrollo de creación.
En esta representación se puede ver un mensaje críptico, que se lee de izquierda a derecha y viceversa. Como si el motivo tuviera una movilidad que combinara lo sutil con lo concreto en un mismo plano. Ésto, analizado a simple vista, podría dar la idea de un ciclo temporal similar al de las concepciones semitas, pero si lo observamos más detenidamente nos pondrá de relieve la complejidad de la trama.
Es interesante el dato de que, en el lenguaje místico representado posteriormente en términos paradigmáticos en la mitología hindú y en los símbolos cabalísticos medievales, los rostros "de perfil" ("rostro de Dios") eran emblemas de lo que aún no se había manifestado, aquel que en sí-mismo contiene todas las potencialidades de las emanaciones del Ser; en tanto, el rostro "de frente" significaba la epifanía plena de la entidad creadora, como cierre de la escena.
Sin embargo, el loto a medio crecer puede que simbolice el camino del estanque de agua y el nacimiento del disco solar, pero también nos recuerda al séptimo chakra del yoga Kundalini: sahasrara padma o "Loto de los Mil Pétalos" (Brahma nació de un loto que creció en el ombligo de Visnú). Aquella manifestación más allá de la cabeza, similar a la representación del hieroglífico para ka (dos manos levantadas, como la vemos en la estatua del rey Autibra-Hor I con el símbolo del ka está sobre su cabeza), es posible que sea homóloga a la que aparece frecuentemente en el lenguaje esotérico (la llama sobre los Budas o la aureola sobre los santos cristianos). Algo así como el mismo proceso de evolución hacia el absoluto en su secuencia inversa, que a pesar de que la creación ha llegado a un grado de desarrollo sumo (rostro de frente) aún se encuentra en un estado de proceso creacional (flor a medio crecer). Es decir, que ambas secuencias comparten el mismo plano temporal creando en sí mismo una paradoja.
Por otro lado, la representación de Osiris sobre el Arca o caja ornamentada: se puede ver a un Osiris-niño (Horus) como también a un Osiris-viejo (forma no nacida de Horus), un ser que encierra en sí todas las dimensiones temporales de una existencia. La misma relación la encontramos en la cultura hebrea, cuando la literatura apocaliptica nos quiere decir que Yahvé es un ser sin tiempo y lo describe como "El Anciano de días".
¿Podemos tomar las láminas de Déndera como evidencia de la concepción de era cíclica, o que en el pasado ocurrió un Diluvio universal en la mitología egipcia?. Todavía no poseemos suficiente base para afirmarlo, aunque sabemos que su cosmología se apoyaba sobre un universo acuoso.
Una posible respuesta de esta carencia quizá este en considerar la estabilidad del cosmos líquido egipcio, teniendo en cuenta su manera de entender el tiempo.
Al igual que la cosmogonía babilónica, en el origen egipcio todo era aguas primigenias (Nun, creación ex Deo). Como el Océano griego que rodeaba la tierra, así las aguas caóticas eran simbolizadas por la serpiente que se muerde su cola, Apofis, la que rodeaba la plataforma terrestre. Sin embargo, su mitología carece de enfrentamientos titánicos (titanomaquia). Aquí notamos que la teología egipcia toma otro rumbo.
En medio del espacio del no ser se origina el milagro circular del ser, plasmado en un universo ordenado, tanto de los dioses como de los hombres. Es como una suerte de océano "osiríaco" que da la existencia activa a los seres y desde donde proceden todas las formas movientes, siendo también fruto suyo las fuentes del Nilo, i.e., de la vida misma.
Aquí no encontramos un planteo de la problemática que generan las relaciones entre los elementos, sólo existen dos estados: lo increado y lo creado (lo increado como símbolo de la virtualidad del Ser todavía no manifiesto). Una dualidad sustantiva tal como la planteara Heráclito, pero que ejerce tensión sin ceder una sobre otra.
El cosmos egipcio, al igual que su astro principal, el Sol, estaban en constante movimiento; pero también en una clara amenaza de desaparecer, de ser destruido todo el orden establecido por los dioses. El no ser acecha eternamente al ser. Un solo descuido, un solo rito mal efectuado, una sola construcción en falta armónica con la medida "matemática" del Cosmos, pone en peligro la entera estabilidad universal.
Aquel macrocosmos era asimilado solidariamente con el ciclo solar. El sol, cuando navegaba por las noches en la barca del Nilo subterráneo corría grave peligro de ser vencido por un sinfín de monstruos que habitaban en aquellas misteriosas aguas. Nótese que el sol no moría del mismo modo como lo hacía la luna, cuyo círculo cambiante era visto como un ojo que se restituía de su herida.
El sol interrumpía su ciclo vital manifiesto cuyo disco volvía a lo increado, para continuar seguidamente en otro estado sutil, su ba. El ba del Sol debía regresar al disco cada amanecer, que era una nueva Creación, y salir victorioso contra las fuerzas de la tenebrosidad. No en balde los romanos heredaron el culto al "sol invicto" (natalis solis invicti), cuyo nuevo nacimiento era motivo festivo en las Saturnalias.
En otras palabras, para la teología egipcia el Diluvio todavía no ocurrió, estaba en estado latente, en su plena potencialidad temporal. El peligro de que en cualquier momento las aguas del abismo que los rodeaba por los cuatro extremos del mundo, el Nun, fueran libradas y cegaran la vida en la tierra era una realidad con la que debían vivir a diario. Este fenómeno era recordado en cada absorción y reintegración del ciclo diario solar (atardecer-amanecer; día -noche).
Esta idea cosmogónica, tal vez explique en parte la ausencia de un mito sobre una destrucción pasada. Su idea del Tiempo, hasta donde sabemos, no era establecida por ciclos de integración y reabsorción de las eras, sino que sus secuencias del transito bio-cósmico eran entendidas como paradojas alternarias que se superponían sobre sí mismas.
A diferencia de otros sistemas mitológicos, en donde el Fin del Mundo ocurrió en el pasado - y eso nos habla que de la misma manera será inevitable en el futuro (que ya estaba predeterminado) -, no era así concebible para el egipcio, quien vivía el "Hoy", donde la última palabra no estaba dicha, tratando de detener la devastación, el "Diluvio Universal", manteniendo el eterno Orden cósmico por medio de fórmulas y rituales mágicos. (*)
(*) Fuente: Sergio Fuster, "Egipto y el diluvio Universal. Un análisis comparado del Mito Cataclísmico", editado aquí de manera original.

Bibliografía recomendada

Altheim, F. El Dios invicto. Buenos Aires, 1966.
Arnaldich, L. El origen del mundo y del hombre según la Biblia. Madrid, 1958.
Beltz, W. Los mitos egipcios. Buenos Aires, 1982.
Barguet, P. Le Livre des Morts des anciens égyptiens. París, 1959.
Brustein, The Babyloniaca of Berosus. Malibu, 1978.
Calvera, L, El libro de los muertos de los antiguos egipcios. Buenos Aires, 1987.
Campbell, J. El héroe de las mil caras. México, 1959.
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El Mito de la Destrucción de la Humanidad

(Traducción por el Prof. J.R. Ogdon © 2003 del texto jeroglífico reproducido en la nota. Corresponde a las columnas n° 1-15 de la versión en la tumba [VR 17] de Seti I, Valle de los Reyes, Tebas Oeste)
Aconteció en la época de la Presencia de Ra, aquel que devino por sí mismo, luego de que se había vuelto Rey de los hombres y los dioses, (que) la gente conspiró en su contra. (Fue) cuando Su Presencia se había convertido en un viejo, sus huesos eran de plata, su piel de oro, su cabello de verdadero lapislázuli.
Cuando Su Presencia notó el complot de la gente en contra suya, Su Presencia dijo a sus seguidores:
"Hace comparecer ante mí a Mi Ojo, y a Shu, Tefnut, Gueb y Nut, y a los padres y madres que estaban conmigo cuando estaba en el Nun, y también al Nun; él traerá consigo a sus cortesanos. Pero hacedlos comparecer rápido, antes de que la gente se de cuenta y antes de que pierdan su corazón. Al fin, yo puedo retornar al Nun, al lugar del cual yo devine a la existencia".
Los dioses fueron traídos y se alinearon a ambos lados, haciendo reverencia ante Su Presencia, para que hiciera su discurso ante el Padre Antiguo, el Hacedor de la Humanidad, el Rey de la Gente (scil., el Nun), y dijeron: "¡Háblanos para que escuchemos!".
Entonces, la Presencia de Ra dijo al Nun: "¡Oh, antiguo Dios en el que devine a la existencia, ancestro de los dioses! Mira, la gente que salió de Mi Ojo está conspirando contra mí. Dime qué debo hacer al respecto, porque estoy dubitativo. No la exterminaré hasta que te haya escuchado".
Entonces, la Presencia del Nun dijo: "Mi hijo Ra, dios más grande que su hacedor, más augusto que sus creadores, ¡quédate en el trono! Grande es el temor a tí cuando tu Ojo está sobre quienes conspiran".
(Y) dijo la Presencia de Ra: "¡Mira, ellos huyen al desierto con los corazones temerosos de que hable en su contra!"
(Y) ellos (scil., los dioses) dijeron a su Presencia: "¡Permite a tu Ojo que vaya y los destruya, a estos malhechores, para tí! ¡Ningún Ojo es más capaz de matarles para tí! ¡Deja que vaya en la forma de Hathor!".
La diosa volvió después de haber sacrificado a la gente en el desierto y la Presencia de este dios (scil., Ra) dijo: "¡Bienvenida en paz, Hathor, (Mi) Ojo que hizo aquello para lo cual yo vine!".
(Y) dijo la diosa: "En tanto que vivo por tí, he derrotado a la gente y fue como un bálsamo para mi corazón".
(Y) dijo la Presencia de Ra: "Tendré poder sobre ellos como Rey al degradarles". Y de esta manera, (la diosa leona) Sejmet devino a la existencia confundida en la noche para pisotear su sangre (scil., la de la gente) tan lejos como Heracleópolis.

Fuente: Temakel

EN DIÁLOGO CON JOAN PALMAROLA, SOBRE MASONERÍA ESOTÉRICA

Por Iván Herrera Michel

Mi Querido Hermano Joan Palmarola i Nogué, es un conocido Masón catalán practicante del Rito Misraim y Memphis (Rito de Venecia), que es un sistema ritual que comparte resonancias con el rosacrucismo y se reclama guardador de tradiciones nacidas en las Escuelas de Misterios del antiguo Egipto. Se Inició en el REAA.•., pero ahora asiste con regularidad a las Tenidas de Obligación de la Logia Montsalvat, al Oriente de Barcelona, España, que Trabaja el Rito Escocés Rectificado.

Igualmente, es miembro de la Gran Logia Simbólica de las Galias y Armórica (33-90-95º), con sede en Francia, trabaja en el Oriente de Barcelona en la Logia Azul “SEKHEM” N.º 113 y preside la Logia de Perfección BUSIRIS N.º 33, habiendo ocupado el cargo de V.•.M.•.I.•., tanto en su anterior Obediencia, el Gran Oriente de Cataluña, como en la actual GLSGA.•., de ámbito internacional.

Joan Palmarola publicó en el año 2010 el libro “Masonería de Perfección. (Grados 4º al 14º) Guía Práctica para Masones en Activo”, que se puede conseguir impreso fácilmente hasta en El Corte Inglés, y teniendo 304 páginas (en formato digital cuesta 8 € y en papel 18 €). Igualmente, se encuentra disponible en la red a través de librerías que lo ofertan. De la misma manera, pero gratuitamente, puede bajarse de la web su libro “Aforismos sobre el Arte, I [900 aforismos en un único capítulo]

Actualmente, y en forma Ad Honorem, Joan Palmarola se desempeña como Gerente de Relaciones Internacionales de la Revista Hiram Abif, que edita Ricardo Edgardo Polo en Argentina, que es la de mayor circulación en la internet en lengua castellana. Una entrevista suya sobre el libro El Símbolo Perdido, de Dan Brown, al “Periódico de Cataluña” tuvo un gran despliegue internacional en noviembre de 2009.

Aunque desde hace algún tiempo poseo con Joan una fluida relación epistolar y he seguido de cerca la evolución de sus trabajos, solo hasta el mes de mayo de este año, tuve la afortunada oportunidad de conversar una mañana entera con él sobre la vida y obra de Antoni Gaudí, de la mano del simbolismo esotérico Masónico atribuido a cada detalle de su más importante trabajo, la Basílica de la Sagrada de la Familia de Barcelona, que conoce en detalles inimaginables. Lo cual, constituyó para mí en un fascinante viaje a ese mundo mágico que acompaña a la Orden y que forma parte integral de ella, al lado de otras lecturas.

Ahora, con Joan hemos adelantado el siguiente diálogo sobre lo que él tanto conoce:

1) Querido Hermano Joan, muchas gracias por aceptar este diálogo. Comencemos por el principio conociéndote un poco, ¿Quién es en lo profano y en lo Masónico Joan Palmarola i Nogué?

Aunque en mi condición de jubilado, centro mi actividad en una investigación sobre el Arquitecto Gaudí (al que como otros HH.•. considero un gran Iniciado), también soy alguien que participa con otros HH.•. en Cataluña y el estado español en general en la divulgación de la Orden, participando de la preocupación por los sambenitos que se han ido vertiendo en España sobre (y contra) la Francmasonería a través de los siglos y en particular debido al nacionalcatolicismo del Régimen anterior.

2) Entrando en materia, cuéntame en tu criterio, ¿Qué debemos entender exactamente por esoterismo Masónico?

El mismo esoterismo que formalmente los antiguos Iniciados y Maestros comunicaban a un corto número de discípulos por vía oral (de boca a oído), y que ha ido pasando y transformándose a través de los siglos. Podemos decir que proviene de tiempo inmemorial y entre otras organizaciones en la medida correspondiente, hoy se aplica en el campo de la Masonería.

3) El tema del esoterismo Masónico que solemos encontrar en múltiples libros y autores, parece que hoy no tuviera mayor atractivo. Incluso, he oído de algunos Hermanos y Hermanas que afirman que se retiraron de la Orden por que su Logia se inclinaba a asumir lo Masónico siempre desde esta perspectiva. En tu opinión, ¿El esoterismo representa la esencia de la Masonería o se puede prescindir de él en la formación de un Masón?

Tanto el esoterismo como el no esoterismo en la ritualística, está al alcance de todo Iniciado, no así en la Iniciación, ya que cuando el profano solicita la entrada a la Orden desconoce las posibilidades de los rituales que existen y es precisamente cuando estando Iniciado puede buscar el Rito más acorde a sus intereses, aunque si no se plantea si existen otros ritos, y alguno en concreto como el que se adecua a su persona, es muy probable que se retire de su Logia.

Tanto si se acepta que hay o no esoterismo en un Ritual, no olvidemos que se aplica uno para entrar en los Trabajos, y otro para salir… diremos que el Ritual y una calidad dada existe en todo Rito pero a un nivel específico dependiendo del Rito. El Rito da la pauta del grado de esoterismo que nos encontraremos o de su casi ausencia.

El “Rito Primitivo”, bien conocido y divulgado de nuestro H.•. Ricardo E. Polo, como así el REAA que utiliza el Derecho Humano (por ejemplo en Europa), y los llamados Rito Francés, tienden a Trabajar “Por los Derechos del Hombre” y el “Progreso de la Humanidad”. En el REAA de forma más habitual, al “Gran Arquitecto del Universo”. En el RER de la GLSTO se utiliza también la fórmula del “Gran Arquitecto del Universo”.

En cuanto a la ritualística egipcia, se invoca el “Sublime Arquitecto de los Mundos”.

Mientras que el “Rito Primitivo” y otros mencionados “Trabajan” para el “Progreso”, otros “Invocan” al “Arquitecto”; o trabajo o invocación; o progreso o arquitecto, cada Iniciado debe conocer el “servicio a la Carta” y no limitarse al “Menú” primitivo.

4) Querido Hermano, he notado que desde mediados del siglo XXI, y durante casi todo el XX, surgió un número significativo de Masones que escribieron sobre la Masonería, así como acerca de sus símbolos, otorgándoles un fuerte contenido ocultista. René Guenón, C. W. Leadbeater, Julius Evola, Oswald Wirth, Jorge Adoum, entre otros, son muy conocidos en este sentido. ¿Por qué se ha dejado de escribir sobre el tema?

Por una parte podemos estimar que el medio social no resulta demasiado favorable, cuando el modelo económico y social se basa en gran parte en un sistema de compra-venta adornado por una libertad democrática con absolutas rigideces en la entrega del voto y todo ello. También existen otros factores que no están demasiado para aplaudir lo que llamamos esoterismos. Sí, somos libres y parece ser que muy libres, pero la autocensura se impone y se traduce en mudeces cadavéricas; el censor, sea eclesiástico o de otro tipo, ha ido siendo sustituido por “lo no políticamente correcto” y ello no juega a favor de los ismos esoterismo y ocultismo.

5) Recuerdo que en un grupo web de Masones, cuando en el mes de noviembre del año 2010 un Hermano preguntó a que Logia, Gran Logia o Supremo Consejo del REAA perteneció Aldo Lavagnini, se generó un debate muy intenso porque nadie pudo dar cuenta del dato. También tengo presente que tú afirmaste textualmente en esa oportunidad: “Tanto si fue Iniciado en la Orden como si no, hay que aplaudirle POR LO BIEN QUE LO HIZO”. La siguiente pregunta que se impuso se refería a la circunstancia de que un profano diera clases de Masonería a los Masones. ¿Cómo llegamos a esto?

Los textos que se han presentado bajo el nombre de “Aldo Lavagnini”, colaboran ampliamente con los rituales Masónicos, sin olvidar que todo artículo, opúsculo o libro solo sirve de complemento si los MM.•. del Iniciado así lo consideran. Y en ningún caso sustituye a Ritual alguno ni entorpece al Rito, Régimen y Sistema.

Desde mi punto de vista, los textos solo pueden haber sido escritos por un Iniciado, y hay que entender por uno/una de nuestra Orden.

6) Querido Hermano Joan, el primer registro histórico que tenemos del Rito Mizraim data del año 1788, y según su propia literatura estaba influenciado por el controvertido alquimista, ocultista, rosacruz, experto en Cábala y magia, Caballero de la Orden Militar de Malta, Conde Alessandro di Cagliostro, quien al parecer había viajado de niño por La Meca, Medina y El Cairo. Frente a quienes anotan que Cagliostro era de todo, además de aventurero, menos Masón, ¿Tu que les contestarías? ¿Todas estas corrientes enunciadas estaban en la Masonería de Londres de 1717 y sus antecedentes escoceses, o representan afluentes doctrinales que se incorporaron posteriormente en el camino y han hecho nido en las Logias Masónicas hasta hoy?

Por toda contestación sobre el H.•. Cagliostro (Joseph Balsamo, 1743-1795), invito a los HH.•. a su texto titulado: “Memoria contra el Procurador general”: “No pertenezco a ninguna época ni a ningún lugar; fuera del tiempo y del espacio, mi ser espiritual vive su eterna existencia, y, si me sumerjo en mi pensamiento remontando el curso de los años, si extiendo mi espíritu hacia un modo de existencia alejado del que percibís, me convierto en el que deseo ser. Al participar de modo consciente en el ser absoluto, adecuo mi acción según el medio en el que me encuentre. Mi nombre es el de mi función y lo elijo, al igual que mi función, porque soy libre; mi país es aquel en el que momentáneamente he fijado mis reales […]. Héteme aquí: soy noble y viajero, hablo, y vuestra alma se estremece al reconocer palabras antiguas; una voz, que está en vosotros y que permanecía en silencio desde hacía mucho, responde a la llamada de la mía; actúo y la paz regresa a vuestros corazones. Todos los hombres son mis hermanos; todos los países me son queridos, los recorro para que, en todas partes, el Espíritu pueda descender y encontrar un camino hacia vosotros. No les pido a los reyes, cuyo poder respeto, más que hospitalidad en sus tierras y, cuando se me concede, paso por ellas haciendo en derredor mío el mayor bien posible; pero no hago sino pasar. ¿Soy un noble viajero?” (“La Tradición oculta”. Gérard Galtier. P. 37); De “Le Maître inconnu Cagliostro”. (Marc Haven [nacido Emmanuel Lalande]. Edic. Dorbon-Aîné, 1912, 1ªed. París)

Noble viajero”, es el calificativo que en ocasiones se da a los adeptos de la R.+ (“La Tradición oculta”. Gérard Galtier. P. 334)

.Números: 1+7+9+5= 22

.1+7+4+3= 15

.Resumen: 22+15= 37; 3x7= 21 y 3+7= 10

N: 1795+1743= 3538; 3x5x3x8= 360 [º?] y 3+5+3+8= 19

Y con permiso del amigo común y H.•. Ricardo [Edgardo Polo], refiriéndome a su libro “El Protector. Una aproximación diferente a los orígenes de la Masonería”, encuentro ecos de la cita del nacido Balsamo, cuando Ricardo escribe en las primeras líneas de su prefacio: “La base de nuestro trabajo, será lo que menciona Jacques Bergier… “ (Plaza Janés, 1979), …en el que destaca aspectos de La Leyenda del “Caballero Blanco” y por extensión, adoptamos su figura como la del “Protector” (“El Protector”. P. 19); se me ocurre ver un tipo de paralelismo en lo manifestado.

7) En palabras de Marc Bédarride (primer Gran Conservador y máxima autoridad del Rito de Mizraim en el siglo XIX), uno de los nietos de Noé, Mizraim, hijo de Cam, llevó el Rito a las orillas del río Nilo. Desde entonces, los conocimientos esotéricos habrían sido transmitidos hasta nuestros días por una cadena de Iniciados. Frente a esta afirmación, quiero preguntarte algo que he escuchado en varias ocasiones de Masones que practican una Masonería con ausencia de esoterismo, quienes afirman que ninguna institución de investigación histórica de prestigio se atrevería a avalar esta hipótesis. ¿Debemos tomar esto al pie de la letra o son metáforas que vehiculizan enseñanzas Masónicas?

Deberíamos preguntar al Gran Consejo de los Príncipes de las diferentes Obediencias “Egipcias”, que Trabajan en el T.•. de la P.•., donde las Luces del T.•. son 7.

Más que en metáforas, la Orden tiene un sustento en la numerología en general y en la Kabbalá en particular, sin olvidarnos de nombres y leyendas que utilizamos procedentes de la “Ley”. Hecho nada despreciable.

8) En tu opinión, ¿Es la Iniciación Masónica una puerta de entrada a un espacio en donde se deben cultivar consustancialmente todas las escuelas mistéricas griegas, egipcias, chinas, hindúes, medievales, etc.?

La Iniciación Masónica abre una Puerta a un ritual que se halla dentro y bajo los auspicios de un Rito (Régimen o Sistema) y abre puertas a los MM.•. ofreciéndoles un vasto campo de lo existente y autoridad para que abran nuevas puertas, siempre y cuando sepan realizar un tejido Iniciático coherente.

9) A veces he escuchado a Masones y profanos afirmar que un Iniciado lo es en todas las escuelas y doctrinas antiguas, medievales y modernas. ¿Crees que esta afirmación sea cierta?

Trasladando tu pregunta al Grado tercero, te diría lo que he oído en varias ocasiones al H.•. “Mercurio” (“Federación de LLoges Mare Nostrum”), acerca de que todo VM.•. (y más, el V.•.M.•.I.•.), es “un sacerdote de todos los Ritos y Religiones”.

10) ¿Posee la Iniciación Masónica algo en particular que no poseen las otras? ¿Qué es?

Con lo poco que sé de las otras, me atrevería a decir que la ritualística y sus tejidos según cada Rito, es de amplitud inabarcable en profundidad en el campo Masónico, lo que sitúa a la Orden en un área excepcional con grandes posibilidades tanto en lo Iniciático como en lo social. Como se ha demostrado y puede que en el período de crisis que hemos re-comenzado en 2008, período totalmente diferente a los que ya pertenecen a la historia, lo social puede ser otra vez un objetivo necesario (“Los Derechos del Hombre”… “Por el Progreso de la Humanidad”), sin olvidar, lógicamente, la parte Iniciática (Trabajos al GADU.•. y al GADLM.•.).

11) Es evidente que la Masonería llega al Siglo XXI con una gran diversidad: laicas, racionales, espiritualistas, místicas, cristianas, ocultistas, patrióticas, filantrópicas, sociológicas, femeninas, masculinas, mixtas, militares, civilistas, etc. ¿Es lo correcto o se trata de una serie de desafortunadas desviaciones de la doctrina Masónica principal?

Diría que en general los Ritos y su ritualística son fruto de Sabios HH.•. que, siendo grandes Iniciados, han abierto posibilidades a un río de por sí caudaloso que procede de tiempos inmemoriales.

Situándonos en la España de Fernando VII (Rey absolutista), nace la “Masonería Comunera”; y entre Francia e Italia, la “Masonería Carbonaria”; la “Estricta Observancia Templaria” (se debe a algunos jesuitas cuando su Orden fue suprimida en 1773 por Clemente XIV mediante el Breve “Dominus ac Redemptor”; Pío VII restaura la Orden Jesuita en 1814, contando a finales de dicho año con 70 miembros); casos todos ellos bien diferentes.

12) Por último, mi Querido Hermano, ¿Qué le aconsejarías a un Aprendiz recién Iniciado en una Logia Masónica?

Que haga caso de los MM.•. de su Logia. Que si considera ver fallos en ellos, los tenga en cuenta en él mismo cuando llame a la puerta de “Hiram” y que, sobre todo, acuda a las Tenidas de Obligación, estudie y pregunte y persevere en ello.


Muchas gracias, mi Querido Hermano Joan por este diálogo tan fraternal.

martes, 2 de agosto de 2011

LAS FRECUENCIAS SOLFEGGIO

Esta elevación de la percepción, causa una tremenda diferencia en la forma en que nos percibimos a nosotros mismos, en esta tercera/cuarta dimensión de tiempo-espacio continuo.
Siendo un estudiante de "Un curso de Milagros", hacia fines de los ochenta, me enfrenté con una dicotomía, en la idea de que no somos un cuerpo. Nunca entendí este precepto del todo, hasta que leí una acotación de Albert Einstein que rezaba: "En lo que respecta a la materia, hemos estado completamente equivocados. Lo que nosotros llamamos materia es energía, cuya vibración ha sido descendida hasta hacerla perceptible a los sentidos. No hay materia." Lo que creo es que lo que se establece es que en el más profundo nivel, no estamos separados, como un cuerpo, como un espíritu, como un alma, somos seres de energía. Este es el nivel de conciencia que está siendo abierto a nosotros desde el cual, un nuevo paradigma está emergiendo para el propósito de "sanear" toda separación. La frase popular "Lo divino es en mi", me hace a "mi", estar separado de lo Divino. Puedo sugerir elevar el concepto diciendo: "Lo Divino, COMO yo", para remover la separación.




NMIP: LUIS LEON PIZARRO

Según nos vamos moviendo desde la genética y conceptos como ALMA, "compañeros del alma", o "trabajos del Alma", nos movemos más allá de la diagnosis física, adentrándonos en un nuevo campo de la física cuántica. En este nuevo campo, donde la conciencia es vista como un campo unificado donde todo es todo lo demás (TOE – la teoría del todo), no hay límites.

No hay "esto" o "aquello", no hay "tú" o "yo". Es un puro campo de conciencia.

Resolví la dicotomía acerca de que "no somos nuestro cuerpo", cambiando mi percepción, de "genética", a "energética", dándome cuenta que esto no implica ignorar nuestra fisiología, sino reconocer al cuerpo como energía, vibrando a una frecuencia muy densa.



EL SOLFEGGIO / MUSICA SAGRADA

 
El Solfeggio es una serie de frecuencias descubiertas en la antigüedad que significan Solfeo en italiano, que proviene de las sílabas usadas Sol y Fa.

Las frecuencias Solfeggio son sonidos antiguamente utilizados en cantos gregorianos, al cantarlos se impartía una bendición y una gracia especial. Se ha podido comprobar como estas frecuencias pueden alterar y modificar la vibración espiritual de las personas, ayudándoles en su crecimiento interior.

Luego de muchos siglos de haber sido eliminadas del sistema musical tonal, han vuelto a salir a la luz.


Estas poderosas frecuencias fueron utilizadas por la iglesia, muchos años atrás para un propósito espiritual. Cuando la gente cantaba en Latín, o en tonos musicales, era muy poderoso, porque se conseguía atravesar todas las formas limitadas de pensamiento, hacía niveles más profundos del subconsciente, accediendo a percepciones más allá del sistema de creencias. Ocultada por la iglesa La Frecuencia de Solfeggio es la auténtica afinación natural
Afinar vuestros instrumento musicales en MI 528 amor y sanación, en RE 417 ó en cualquier frecuencia de solfeggio.
Las frecuencias Solfeggio tienen relación con la Geometría Sagrada, y los números que las representan están vinculados matemáticamente formando una secuencia. El 3, 6 y 9
Como vemos, las seis frecuencias originales de Solfeggio, usando el método pitagórico, encontramos que la base de los números vibracionales raíz, son 3, 6 y 9. Nikola Tesla nos dice: "Si tan solo conociéramos la magnificencia de los números 3, 6 y 9, podríamos obtener la clave del Universo".

Con esta frecuencia podemos eliminar de nuestro campo cuántico aquellas vibraciones como el miedo y la culpa.Su sonido refleja en nosotros una vibración elevada y equilibrada.






La luz, la materia y el sonido se componen de diversas velocidades de vibración, y son el resultado de la octava a la que resuenan. Al vibrar las imágenes y el sonido en la conciencia del receptor, se activan las propiedades descritas en él.Algunas frecuencias tienen la capacidad de mejorar la percepción espiritual de la conciencia, ya que inducen a que la mente y el cuerpo empiecen a resonar con ellas. Cada frecuencia, realiza una función específica según las leyes del universo.Como manifestamos nuestra realidad de acuerdo con la lente con la miramos, atraemos hacia nosotros aquello que nuestra conciencia necesita aprender y así casi siempre estamos atados a una percepción que nos ciega de la posibilidad de ampliar nuestro limitado punto de vista. (Rafapal)

LA FRECUENCIAS:

UT –
396 Hz – Frecuencia para liberar el miedo y la culpabilidad

RE – 417 Hz – Frecuencia para deshacer las situaciones y facilitar el cambio

MI – 528 HzFrecuenica para la transformación y los milagros. Reparación del ADN

FA – 639 Hz – Frecuencia para la conexión y las relaciones

SOL – 741 Hz – Frecuencia para la expansión de conciencia

LA – 852 Hz – Frecuencia para despertar la intuición y volver al orden espiritual

Como se perdieron las Frecuencias Solfeggio?

Estas poderosas frecuencias fueron brindadas a la iglesia, muchos años atrás para un propósito espiritual. Esto fue hace mucho, cuando la iglesia era un lugar maravilloso para la gente en los pueblos, para reunirse. La Iglesia, servía como un lugar social, político y espiritual. La gente asistía a la Misa, la cual, en esos tiempos, se decía en latín (hasta el Concilio Vaticano II). Cuando la gente cantaba en Latín, o en tonos musicales, era muy poderoso, porque se conseguia atravesar todas las formas limitadas de pensamiento, hacia niveles más profundos del subconciente, accediendo a percepciones más allá del sistema de creencias.

Tal como lo describe la Dra. Candice Pert, energía y vibración se dirigen todo el tiempo hacia niveles moleculares. Ella sostiene que tenemos 70 receptores diferentes en las moléculas y cuando la vibración y la frecuencia alcanzan ese nivel, comienzan a vibrar.

Además, ella observó "cuando comienzan a vibrar, se organizan para tocarse unas con otras, para hacerse cosquillas, jugar, y montarse unas sobre otras". Es un ritual de danza completamente energético, a niveles celulares, que abren los cromosomas y expone el ADN a las frecuencias.
Cuando entonamos, hacemos cánticos, o percusión, esto puede ser una forma de dirigir la energía para propósitos de transformación.

Vibración y sonido pueden ser usados, como la mayoría de las cosas, con una intención positiva, o una negativa. Usados negativamente, esto no es más que control y manipulación. La mayor parte del mundo, ha sido construida sobre el control y la manipulación, por la forma en que nos comunicamos a través del lenguaje. Muchos textos diferentes, como La Biblia, nos hablan de la importancia de hacer sonidos – sea con cantos, percusión, o hablar en lenguas (como los carismáticos fundamentalistas hacen), todas son formas diferentes con que las personas pueden acceder a niveles más profundos de sí mismos. Yo sugiero que las Tonales de Solfeggio, son una de las más puras maneras de hacerlo con intención positiva.

El 3, 6 y 9

Como vemos, las seis frecuencias originales de Solfeggio, usando el método pitagórico, encontramos que la base de los números vibracionales raíz, son 3, 6 y 9. Nikola Tesla nos dice: "Si tan solo conociéramos la magnificencia de los números 3, 6 y 9, podríamos obtener la clave del Universo".



 John Keely


John Keely, un experto en tecnologías electromagnéticas, escribió que las vibraciones de "terceros, sextos y novenos, eran extraordinariamente poderosas". De hecho, probó que "las terceras vibratorias antagonistas, fueron miles de veces más poderosas para separar hidrógeno de oxígeno, en agua que el calor". En su "Fórmula para la Desintegración Acuosa", escribió que "la disociación o desintegración de ambos elementos componentes simples, sean gaseosos o sólidos, una corriente de antagonistas vibratorios en terceras, sextas o novenas, en forma de acorde, puede compeler subdivisiones progresivas. En la desintegración del agua, el instrumento se programa en terceras, sextas y novenas, para lograr los mejores efectos".
En el libro del Genesis, se indica que fueron seis los días para la creación. Muchos hablan aún acerca de la semana de la Creación – o siete días, y la Biblia Cristiana, muestra el número siete como el número de la complitud. ¿Por qué el siete? Seguramente se debe a la influencia de la cultura del Cercano Oriente en los tiempos de Jesús, cuando se creía que solo existían siete planetas.


Como estos tipos diferentes de tonos afectan nuestra salud


Consecuentemente, a partir de que toda la música de nuestro mundo contemporáneo (desde comerciales hasta modernos himnos y sinfonías), han sido compuestos utilizando la escala de Doce Tonos, toda ella tiene límites vibracionales. Como resultado la frecuencia vibracional de los tonos de la música moderna, puede crear situaciones como " encierro mental", emociones inútiles o suprimidas, y pérdidas de conciencia real basadas en el miedo, todas las cuales tienden a manifestarse en síntomas físicos de "enfermedad".


Esto, en contraste con la música creada a partir de la Escala del Antiguo Solfeggio, la cual estimula la vibración de creatividad expansiva, resolución rápida y sencilla de los problemas, y salud holística.

NMIP: LUIS LEON PIZARRO