1.- En sus escritos, los alquimistas han entregado ciertas claves que permitirán al estudiante avanzado la comprensión de los Arcanos Mayores del Arte Real y Sacerdotal. Como un hilo de Ariadna que nos facultará avanzar por el camino correcto, estas llaves ayudarán a descifrar el enigma hermético a quien tenga la voluntad del héroe y la paciencia propia del monje, virtudes necesarias para transitar en la Alquimia.
Una de las claves principales de la Gran Obra es la que dice relación con el proceso de Solve et Coagula, frase latina que significa en lengua castellana Disolver y Coagular, proceso que a continuación analizaremos brevemente.
2.- Sin pretender caer en los dualismos extremos, los alquimistas han enunciado reiteradas veces la existencia en la Naturaleza de dos fuerzas opuestas. Tales energías provienen de una misma fuente y se manifiestan en todos los aspectos de la Creación.
Así, por ejemplo: mercurio y azufre; sol y luna; dragón celestial y dragón terrestre; femenino y masculino; oro filosofal y oro vulgar. Lo anterior no impide que haya un mediador, que generalmente se llama sal (potencia unificadora de las modalidades mercurial y sulfurosa).
En el proceso de manifestación del Espíritu actúan dos principios rectores: disolución y coagulación. Y ello acaece no sólo en el plano visible y material, sino además en uno más íntimo y sutil. La ley de analogía que rige los mundos nos enseña que lo que es arriba es abajo; que lo interno repercute en lo externo; y viceversa... Es aquélla el sustento que permite desenvolverse a la materia y al espíritu, dos realidades aparentemente opuestas pero complementarias. De allí que la Alquimia sea la Ciencia de las Ciencias, toda vez que une armoniosamente los contenidos espirituales con los corporales.
3.- La disolución expresa la extensión o difusión de la materia y su transformación a un nivel menos fijo.
La coagulación, por el contrario, es la densificación de las cosas.
Mientras la primera es un movimiento hacia afuera, la segunda acaece hacia adentro. La existencia de una fuerza centrífuga y de una centrípeta nos pueden ayudar a comprender el Solve et Coagula.
Los procesos anteriores se manifiestan en los planos interno y externo. No se crea, insistimos en ello, que la Alquimia es solo un método interior, pero tampoco se piense que es un desenvolverse exclusivamente en el mundo externo, con los matraces, minerales y el fuego físico.
Una de las claves principales de la Gran Obra es la que dice relación con el proceso de Solve et Coagula, frase latina que significa en lengua castellana Disolver y Coagular, proceso que a continuación analizaremos brevemente.
2.- Sin pretender caer en los dualismos extremos, los alquimistas han enunciado reiteradas veces la existencia en la Naturaleza de dos fuerzas opuestas. Tales energías provienen de una misma fuente y se manifiestan en todos los aspectos de la Creación.
Así, por ejemplo: mercurio y azufre; sol y luna; dragón celestial y dragón terrestre; femenino y masculino; oro filosofal y oro vulgar. Lo anterior no impide que haya un mediador, que generalmente se llama sal (potencia unificadora de las modalidades mercurial y sulfurosa).
En el proceso de manifestación del Espíritu actúan dos principios rectores: disolución y coagulación. Y ello acaece no sólo en el plano visible y material, sino además en uno más íntimo y sutil. La ley de analogía que rige los mundos nos enseña que lo que es arriba es abajo; que lo interno repercute en lo externo; y viceversa... Es aquélla el sustento que permite desenvolverse a la materia y al espíritu, dos realidades aparentemente opuestas pero complementarias. De allí que la Alquimia sea la Ciencia de las Ciencias, toda vez que une armoniosamente los contenidos espirituales con los corporales.
3.- La disolución expresa la extensión o difusión de la materia y su transformación a un nivel menos fijo.
La coagulación, por el contrario, es la densificación de las cosas.
Mientras la primera es un movimiento hacia afuera, la segunda acaece hacia adentro. La existencia de una fuerza centrífuga y de una centrípeta nos pueden ayudar a comprender el Solve et Coagula.
Los procesos anteriores se manifiestan en los planos interno y externo. No se crea, insistimos en ello, que la Alquimia es solo un método interior, pero tampoco se piense que es un desenvolverse exclusivamente en el mundo externo, con los matraces, minerales y el fuego físico.
La mutua interacción de dichos planos es una característica de este saber milenario. El Solve et Coagula es el proceder que reina en la Alquimia.
Cortesia: Sergio Fritz Roa
Cortesia: Sergio Fritz Roa