Fuente: Tito Maciá
Entre los años 1883 y 1885 Gaudí recibió el encargo de construir unas viviendas de verano en la parte alta del barrio de Gracia de Barcelona, en la calle de las Carolinas, una estrecha calle de un barrio alejado donde tuvo la oportunidad de construir un jardín en forma de casa, para que el azulejero Manuel Vicens, quién puso a su disposición el material cerámico que salió de la mente del genio; un azulejo de flores amarillas con hojas verdes manzana y fondo blanco, un azulejo verde manzana liso y uno blanco; Ladrillo rustico de color ocre y piedra basta de la más barata de ese mismo color ocre oscuro, de esos materiales tan simples y económicos se valió el genio para construir la casa de la Carolina.
La casa Vicens de la calle Carolina es el segundo Jardín de las Hespérides de Barcelona y también tiene sus Dragones alados guardando el lugar formando parte de la verja de hierro.
La casa Jardín de la calle Carolina del barrio de Gracia, es el jardín en la ciudad, la casa jardín que emula las Hespéride con su dragón alado guardando las entradas.
La casa jardín de la calle Carolinas esté diseñada con la misma inspiración del Jardín de las Hespérides y de la Alhambra de Granada, una de la representaciones terrestres del Jardin celeste que aún se pude visitar en Granada.
Forjas de las rejas de las ventanas donde hay dos salamandras o dragones alados guardando la entrada al jardín celeste. -Los motivos de hierro forjado siempre son una parte notable en las construcciones de Gaudí, la mano de quienes están influidos por Vulcano o Hefestos, el dios cojo creador y constructor de cada uno de los templos del Olimpo, está siempre presente en la obra gaudiniana. - Cabe destacar la exquisitez de los herrajes de la verja; serpientes que se enroscan en maromas de hierro forjado, cuerdas retorcidas que dan la sensación de ligereza al pesado hierro de las verjas.
La reja que da forma la valla está constituída por hojas de palmito; una pequeña palmera que se cría en las montañas calizas de todo el mediterráneo sur, este motivo de palma mediterránea forjada aparecerá más tarde en otros lugares construidos por Gaudí.
NMIP: LUIS LEON PIZARRO
Mosaicos de cerámica vidriada de flores amarillas, son las mismas flores que poblaban el solar cuando Gaudí fue a tomar medidas, deja escrito en su diario que: “Cuando fui a tomar medidas del solar, estaba totalmente cubierto por unas florecillas amarillas, que son las que adopté como tema ornamental en la cerámica” .Interior con detalles de los capiteles de las vigas. En la decoración interior interesan los detalles de frutos y plantas. Dentro de la vivienda los techos acaban en forma de vegetales con aves en pleno vuelo emulando un jardín interior. Detalles de paredes donde hay aves: flamencos y conchas de nacimiento para Venus.
Cada uno de los detalles de la decoración interior fueron digidos por el arquitecto, aunque más tarde hubo una mejora en la vivienda que le mereció un premio.
Los Jardines de la Alhambra y la misma Alhambra es una representación del Jardín de las Hespérides. Gaudí influido por la idea del Jardín con su dragón guardián y de la Alhambra de Granada introduce un estilo parecido al morisco que tanto le caracterizará; cúpulas y arcadas de estilo magrebí.
La cerámica de color verde manzana formando dameros con azulejos blancos del mismo tamaño y combinadas con el azulejo de las flores amarillas y verdes recubre buena parte de la fachada sur, donde entre las dos ventanas aparece de nuevo la salamandra, el dragón alado.
También hay un dragón alado guardando la entrada desde le esquina del edificio, en lo alto de la verja de la ventana.
Gaudí, una vez más, estuvo inspirado por el Jardín de las Hespérides, una y otra vez vuelve al jardín como un tema recurrente, a recrear ese jardín frondoso en el que se cultivan las manzanas de oro al cuidado de las Hespérides protegidas por el Dragón alado.
El genio de Gaudí se inspira de nuevo en el cielo, nos obliga a levantar la cabeza para ver su obra, es así como se nota claramente la influencia astrológica creadora del jardin del cielo y el conocimiento que allí hay encerrado.
NMIP: LUIS F. LEÓN PIZARRO