LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES CONTADA POR SUS CANCIONES
Acababa de nacer el día 25 de abril de 1974, pasaban 20 minutos de la medianoche cuando la canción Jose Afonso 'Grandola, vila morena' sonó a través de Radio Renascença. Fue la señal para el movimiento de tropas dirigida por jovenes capitanes del ejercito portugués que acabó con una dictadura que duraba más de medio siglo.
Aquí, tan cerca y tan lejos de Portugal, los militantes antifranquistas apenas podían creer que aquello fuera posible. Tardaron en llegar los análisis y los estudios sobre las diferencias entre las dictaduras ibéricas y sus respectivos ejercitos. Así que lo único claro que nos llegó fue aquella canción, 'Grandola vila morena'.
Jose 'Zeca' Afonso había compuesto la canción en homenaje a una visita a la sociedad Musical Fraternidade Operaria Grandolense, un pequeño pueblo del Alentejo al que había acudido el cantautor en 1964 en su labor de agitación por la tierras del sur. Aquel auditorio inspirador estaba formado por trabajadores del corcho, algunos comunistas incluidos, y gente del pueblo con ansias de cultura. Zeca estrenó la canción en 1972 y la publicó en el álbum 'Cantigas do maio'. A pesar de ese origen proletario, el tema no estaba en la lista de canciones censuradas por la dictadura.
El propio Afonso no tuvo conciencia de que 'Grandola vila morena' había pasado a la Historia. Ese día estaba demasiado excitado por una revolución que dejó miles de claveles como bayonetas en los fusiles del ejercito que restauró la democracia. Contaba José Afonso que sólo se dio cuenta de su significado meses más tarde: "La cantaban en los momentos de peligro y en los de mayor entuasiasmo". La canción había sonado, el 29 de marzo anterior, en un concierto en el Coliseo de Lisboa. Entre su público estaban algunos de los conjurados del 25 de abril que, emocionados, escogieron su melodía como símbolo.
"Grândola, vila morena/ Terra da fraternidade,/ O povo é quem mais ordena Dentro de ti, ó cidade./ Em cada esquina um amigo/ Em cada rosto igualdade, Grândola, vila morena/ Terra da fraternidade."
Pero resulta que 'Grandola...' no fue la primera canción clave en la noche de la Revolución de los Claveles. Poco antes había sonado 'E depois do adeus' de Paulo de Carvalho, que fue el primer aviso para los capitanes conjurados. Tanmpoco Zeca era el único constructor de himnos de la revolución.
Luis Cilia cumplió desde su exilio de París con un papel similar al de Paco Ibáñez en España: adaptar poetas portugueses. En su honor, entre las canciones que suenan cada 25 de abril aparece 'Avante camarada'. Y había más himnos, muchos más, algunos adaptadas de Chile como 'El pueblo unido'.
El impacto de la revolución de los claveles fue inmediato en los cantautores españoles. A Benedicto, por ejemplo, le tocaba de cerca, no sólo por el idioma y la proximidad, además había acompañado a Jose Afonso en sus primeros conciertos en Galicia. Para los demás la clave para arrancar un aplauso cómplice de la audiencia era enlazar en la misma frase las palabras soldados y claveles , abril y esperanza. Pablo Guerrero utiliza fusiles y claveles en 'Un rincón de sol en la cabeza'. Adolfo Celdrán, fusiles y flores. Luis Llach, en su álbum 'Viatge a Itaca', titula una canción 'Abril 74'. Y Maria del Mar Bonet es más escueta con su tema 'Abril' en la que habla de 'esa' canción que habia traspasado fronteras . No la nombra pero todos sabemos cuál es: "Un abril em va portar/per l'aire una cançó,/el meu amic la cantava,/també la vull cantar jo.. (Un abril me trajo/ por el aire una canción/ mi amigo la cantaba/ también la quiero cantar yo).
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/04/26/cultura/1272271570.html
NMIP: LUIS LEON PIZARRO